(Fragmento de un discurso de Mahatma Gandhi)
Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación.
Nadie camina la vida sin haber pisado
en falso muchas veces.
Nadir siente el amor sin probar sus
lágrimas, ni recoge rosas sin espinas.
Nadie llega a la otra orilla sin
haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie consigue su ideal sin haber
pensado muchas veces que perseguía un imposible.
Nadie reconoce la oportunidad hasta que
esta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie deja de llegar cuando de verdad
se lo propone.
Y alguien, que se decía muy próximo a
mí, se olvidó que -como decía Gandhi- “La vida es lo que nos proponemos que
sea”. Pero hay que proponérselo, claro.
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