jueves, 5 de julio de 2012

MÁS COSAS SOBRE "EL RETRETE DE LA REINA"


APARATOS DE REPARAR COLMILLOS JUNTO AL DESPACHO DEL SHA EN TEHERAN



DESPACHO del SHA,  viéndose a la derecha (fondo) una puerta, que es la de retrete

El autor del artículo que sigue, para complementar lo dicho en uno de sus comentarios, adjunta las fotos ut supra y un texto que dice: Pues decirle, a doña Aurora, que soy persona de total fe, tanto cuando cobro por ello, como cuando la regalo. No cuento mentiras ni a mi esposa.


La bloguera añade que está encantada, con los dos: con doña Aurora y con don Ángel. Con sus divertidos comentarios, su fina ironía. Vamos, que se divierte de lo lindo  viéndolos enredar las palabras. Escribiendo, probablemente, lo contrario de lo que debiéramos de  entender. ¿Nadie quiere decir algo más? Se admiten entradas. Eso sí -y si es posible- en la misma línea: entre veras y bromas. Como hacen los buenos.

34 comentarios:

  1. Sr. Autor (con mayúscula como corresponde): no se ofenda, por favor. Aunque fuesen mentira, sería literatura, sólo eso.
    Mañana le contesto que acabo de llegar de Gijón y estoy muy cansada. Es lo que tiene ir a Gijón, y conste que no voy andando.
    Hasta mañana, buena cena y mejor digestión.

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  2. ¡La de veces que el gran gilipollas debió de sentarse en esa silla, que dejó las costillas marcadas! Echo de menos las correas de atar los brazos y las piernas... Ahora bien, un dentista privado poco tendría que hacer con sólo dos colmillos por muy malignos que fuesen. Supongo que ahí, igual que el retrete, se sentaría la realeza palaciega, aduladora y pagada de sus quehaceres. Oigo a la emperatria:
    Tranqui, tranqui, amor. NO es NADA. Sólo sentirás un pinchacito.
    Como soy más mala que la quina, me alegro mucho de que, como a cualquier mortal, se le quedaría la boca sin sensibilidad durante un tiempo. Me pregunto ¿quién recogería sus babas? Como Nerón, que recogía sus lágrimas (o eso cuentan, a saber), en un ánfora (pequeñita, ¿eh?) de cristal de roca, al gran gilipollas igual le recogían las babas para otros menesteres inconfesables.

    En cuanto al despacho... no sé, se parece más a una catedral católica que a un despacho por muy de un sha que sea. Compadezco a los limpiadores de tanta lágrima colgada del techo, por dios... Y lo peor, es que no hay ni un solo libro,¿o los quitaron para no hablar de la cultura del personaje? De todos modos, y ahora en serio, creo que Irán perdió más que ganó con su destierro. Ahora no está mejor que entonces. ¡Qué cosas! Tanta guerra, tanta sangre en muchos países para seguir peor.

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    1. Del autor a Doña Aurora:
      Mi muy estimada lectora:
      Compruebo que ya está usted en plena forma, después de la fatiga de anteayer. Para ayudar en su descanso, sepa usted que ni siquiera me acerqué a mi ordeñador, pues, a veces, con sólo acercarme, las teclillas y los digitos se pelean y alborotan, y allí donde hay pelea, hay ruido, que impide el descando, desordeñándolo todo, todo, a mí incluido. Supongo, claro, que su descanso sea de los silenciosos, pues conocerá usted, doña Aurora, que hay quienes descansan haciendo ruidos y ruiditos como "miuaus" de gata o de gatita, incluso gritando ¡fute,fute! al gato, gatito o gatillazo.

      1º.-En relación a lo de Irán, mi lectora tiene razón. Es muy interesante eso de poder ser bárbaro y sensible al mismo tiempo (al parecer hubo nazis crueles que eran melómanos y melones, muy de Mozart). El sabio G. Steiner analizó eso muy bien.

      2º.- Además, no olvide, querida Aurora, que los iraníes no son árabes, sino persas, y que tuvieron un imperio antes, mucho antes, de que llegase Mahoma; por eso yo soy tanto de Darío 1º y de Jerjes. Una cosa es ir a Arabia y otra a Irán, aunque me gusta mucho también ir a Arabia.

      3º Y en honor a la verdad, LA diré que, al lado del gran palacio, hay un palacete con libros, que llaman la "biblioteca"; "escarbé en ella y poco de interés encontré, a excepcion de polillas.

      Muchas gracias, estimada lectora, y lamento que hoy, extrañamente, mi ordeñador, le de por las eñes, y donde debería escribir órdenes, ponga "ordeñes".
      Un saludo muy afectuoso.

      En un palacio
      kdad

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  3. Pues tiene usted mucha suerte, señor Autor. Que su ordenador cambie la ene por la eñe, no es grave. Lo peor es que yo tenía una vaca que cambiaba la eñe por la ene y en vez de ordeñarla la ordenábamos... con tonsura y todo.

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    1. DEL AUTOR A DOÑA AURORA.

      Ya querida, doña Aurora:

      (Verá usted que voy subiendo: primero fue doña Aurora,luego era estimada, más tarde, muy estimada y ahora ya "querida")

      Usted, doña Aurora, con lo de Autor en mayúscula,va a conseguir ponerme como un pavo, lo cual, en estas fechas, tan alejadas de la comestible Navidad, no es preocupante (por cierto, el Sha y su Corte, se llamaban del "Pavo Real".

      Su referencia a las tonsuras, me recuerda que mañana, en este mismo blog, de nuestra ama y señora digital, doña Isabel,santa y bruja,y en "Religión Digital.com" podrá volver a leerme, aunque, claro, el tema es más de mitras que de tonsuras.Los asuntos de tonsuras los dejo para los peluqueros, también conocidos como psicoestetas (sobre todo por los calvos).

      Si desea, doña Isabel, ver lo feo que soy -¡ay, ay, qué pena y dolor tengo por ello!-, podrá verme el lunes en la Radio y Televisión de Asturias (RTPA), a la hora 21,30. Allí estaré con la "presentadora" Doña María, blanca y Blanco de apellido, que me volverá a reñir, advirtiéndome, con su puntero de maestra, que debo hablar menos, mucho menos.

      Prometo Doña Aurora, no molestarla más, pues esta tarde y mañana las dedicaré a hacer deporte, ese quehacer absurdo y de chiflados. Lo absurdo del mío consiste en meter bolitas en agujeritos, o sea, como ratoncito.

      De usted, affffffmo.

      El Autor.

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  4. Decía Nancy en "La tesis de Nancy" de R. J. Sender que su novio gitano golfeaba, es decir, jugaba al golf. No sé si se trata de lo mismo o simplemente de topear que es igual pero sin pelotas. Eso dije. Fue a dar con un gitano y así le fue en su estudio de la lengua de Cervantes. Pero tenía su gracia, al menos yo me reí mucho no sólo con eso sino también con aquello de:"el vino pero no vale el vale" o también algo así "los españoles tienen extrañas costumbres, meten una mosca en una caja de caudales y cuando van a pagar algo dicen: suelta la mosca" El siguiente libro creo que se titula "Nacy doctora en gitanería". No podía ser de otra manera, a quién se le ocurre irse con alguien que golfea.
    Y ya está, señor Autor-Pavo. A mí me gustaban mucho los del parque de I. la Católica, ésos a los que siempre intentaba pisar la cola por si soltaban una pluma; crueldad suprema que nunca conseguí afortunadamente, pues con la mala uva del guarda... multa al canto.
    Pues nada,feliz golfeo o lo que sea lo que haga con las pelotas.

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    1. Del Autor a doña Aurora:

      Ya querida Doña Aurora:

      He de confesarle mi limitación: con las pelotas sólo hago lo que puedo, que es poco, y no lo que quiero, que es mucho. Eso de que poder es querer es una sandez o majadería, muy propia de...¿sabe de quién? pues yo también.

      Yo escribí de pavos, pero de los comestibles, que gluglutean, titan y piñonean. Hay otros pavos, no comestibles, que hacen lo mismo: gluglutean, titan y piñonean, que los sostienen no patas sino dos piernas y con una cabeza en lo alto que dicen es para razonar y sólo razonan tonterías muy bobas y qué empaque... (algunos hasta engominan lo único que tienen en la nuca cabezona: rizos, muchos rizos, y se adornan calzando pantalones con color de buganvilla de Marbella).

      Usted, Doña Aurora,se fue al parque de Isabel, naturalmente "La Católica" -todas las Isabeles que conozco, incluso la nuestra digital, santa y bruja, son católicas-. Y se fue con su pavo, que es mucho más pavo, pues es "real". No se puede usted dar idea de la tristeza que eso me produjo, pues me recordó lo que me ocurrió una vez en ese mismo parque de Gijón y con un pavo real.

      Le cuento: Estaba yo allí, con sandalias blancas, muy blancas, chupando un pirulí de menta y fresa, a punto de subir a un columpio. Vi cerca a un pavo real, con la cola majestuosa extendida; me acerqué para contemplar y, de repente, el pavo dió la vuelta, no se si entera o media, y lo qué vi ¡ay, ay, lo que vi!fue el agujero de su trasero (el del pavo, quiero decir).

      Caí en la cuenta que ese feo orificio, en los pavos reales, únicamente se puede ver en el momento preciso en que el macho pavo tiene la cola extendida, maravillosa, y no cuando la arrastran, que tienen como deber tener el agujero, o sea tapado.Y usted tratando de pisar la cola...

      ¡Qué suerte tuvo de no ver lo que yo vi!

      Suyo afffffffmo (lo de las muchas efes, le aclaro,Doña Aurora, es porque los posesivos, incluso pronombres o prohombres, me ponen tartaja; del miedo que me entra y que me sale).

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  5. La bloguera está alucinada. No se explica cómo de Teheran se puede pasar al parque de I. la Católica, tan distintos y tan distantes. Así,con toda naturalidad, como el que no quiere la cosa. Y del retrete de la Emperatriz a los pavos reales... De las negras vestimentas de los árabes al niño de sandalias blancas que chupa un pirulí de menta. Ya no falta más que añadieran lo de "pirulí de La Habana", por aquello de cambiar otra vez de continente...
    Juegan, ambos, duendecillos en mi manzana bloguera , con la palabra como tal facilidad que me dejan perpleja y, lo más importante: son divertidísimos.

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    1. Del Autor a Doña Isabel, ama y señora, santa y bruja:

      Usted doña Isabel -tan tierna y de ojos color cielo(cuando no hay nubes)-, escribe de duendecillos; yo, que soy más marrón, escribiría de fantasmas. No se puede dar idea de los cuentos (de fantasmas) que sé y que le podría contar, muy a su vera y vereda; y que sé muchos por haberlos leído a Dickens y por mi trabajo de FE, que es un continuo aquelarre de fantasmas, fantasmerías o brujerías.

      Lo de los pirulías es que los trajeron de La Habana. Eran peligrosos, sobre todo, para el "campanín" por largos y si se introducían muy adentro, y eran muy pringosos, pues el palillo de agarrar era fino y se rompía con facilidad.

      Esto se lo escribo desde el campo de mi deporte, como ayer dije. Créame créame, estoy o ando a salto de mata, de verdad, pues en vez de meter la pelota en el agujero, la mande a casa-dios (Dios me perdone)

      Una pregunta, por cierto: ¿Quién es el Autor, que ya se me olvidó su apellido?

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  6. ¡Ay dios!, que ya me han enganchado, y estoy en inferioridad de condiciones, por muy ama, bruja y santa que sea... Que, menos de lo último, de todo puede haber. Aclaro, no considero fantasmas a quien escribe, más bien a quien lee y calla, que me consta por aquí de esos hay muchos. Los duendes son juguetones, ingeniosos, aparecen y desaparecen como por arte de magia, ponen chispa a la vida. Los fantasmas se agazapan, acechan, se esconden... El señor de la FE va -al menos escribe- al descubierto, ¿cómo podría yo llamarlo fantasma? Ahora que voy a ser abuela tendré muy en cuenta el peligro que encierran los pirulíes de La Habana, aunque me temo que eso sea ya una antigüedad para el museo de los recuerdos.¡A saber qué chupan ahora los niños!
    Por cierto, para saber quien es el Autor, o el de la FE, que es el mismo, remito a "El retrete de la reina y otros retratos".

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    1. Muchas gracias, doña Isabel, que, gracias a usted, vuelvo a saber quien soy. Me resolvió un problema de identidad -ya sabe usted que los problemas de identidad suelen ser de mucho fastidio y locuras-.

      Felicidades por lo de abuela, aunque eso, a bastantes abuelitos, es de menos felicidad.

      Del Autor, muy suyo y tan affffmo. como de doña Aurora.

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    2. Ya somos dos las afectísimas, algo que me reconforta pues empezaba a sentirme huérfana en este diálogo que empezó en broma y sigue a saber en qué.
      Bien, don Autor, señora Isabel (lo de católica no lo tengo tan claro), hoy fui a ver a un amigo que cumplió en mayo 90 añitos de nada y me siento como si yo tuviese al menos 120, pero bajo tierra o mejor aun esparcida a a favor del viento, nunca contra él porque igual dejo ciego o ciega al desperdigador o desperdigadora. ¡Dios! cómo me revienta esto de los géneros, con lo fácil que es suponer que el masculino incluye los dos (no siempre, claro)... Qué ganas de dar trabajo y gastar tinta.
      Pues bien, mi amigo, uno de los caballeros más interesantes que he conocido en mi ya larga vida, está tan lúcido que me da envidia. Y me decía que a veces confunde el orden de las palabras. No quise decirle qué órdenes confundo yo por aquello de no quedar por menos.
      Pues nada, conteridasyvenidos, hasta otro ratín, que no estoy inspirada. Ustedes perdonarán, pero visto lo visto, casi dejo de teclear. Suya afectísima de los dos y sin preferencias.

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    3. Del Autor a doña Aurora:

      Muy estimada doña Aurora:

      He leído su relato y, por sensibilidad masculina, me emocioné. Lo de los 90 años de su amigo y los 120 años de usted, me recordó al matrimonio bíblico de Sara y Abraham, que con 90 años ella y 120 años él (otros dicen 100),tuvieron un hijo. Se llamó Isaac, que, acaso por la edad de su papá y mamá, dió mucha guerra, y al que quitaron el prepucio (llamada la cosa "el desprepucie"), aunque con retraso, cuando ya tenía bastantes añitos.

      Perdóneme Doña Aurora este desahogo, que es muy directo, y sin indirectas.

      Es que veo por la ventana que está anocheciendo; antes de acostarme siempre leo lo mismo: un poquito la "Biblia" y otro poquito "Las mil y una noches". Y si supiera usted cómo me pone y lo bien que lo pasamos a continuación, ella y yo...

      Suyo affffmo.

      El Autor.

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  7. Sr. Autor y Sra. bloguera: a mí me gusta más el Apocalipsis porque todo lo terribilista tiene el encanto de lo profético, con fe o sin ella.
    Y no sabe, Sr. Autor, cuánto me alegran sus alegrías que casi casi hago mías aunque me pillen en otra dimensión porque lo mío es levitar en sueños y arar la tierra en sueños también. O sea, lo mío equidista entre lo puramente místico (que no biblico) y lo real (que es lo que se palpa). Total, que algunta alegría hay que tener, porque para penas ya nacimos preparados.
    Pues lo dicho, me alegran sus alegrías; las que sean que, seguramente, todas son buenas por ser alegrías.
    Buen día. Señora... Señor...

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  8. Del Autor a doña Aurora y a la Señora bloguera, santa y bruja:

    Muy estimadas mías:

    Debo decirles, de entrada, que, en cuestión de gustos, soy glotón, muy glotón, tón, tón. Las veces que me puse a dieta de gustos fracase, no encontrándo a endocrina (me gusta esa palabrota más en femenino que en masculino) que me diera con el quid (esto de "quid" me suena raro ¿será alemán?)

    A mí la Apocalipsis me gusta tanto, que hace años fuí expresamenrte a la Isla griega de Patmos, con el único interés de recluirme en la cueva en la que se dice que San Juán escribió La Apocalipsis.
    Nada más llegar, un pope ortodoxo -siempre con los clérigos- me subió a lo alto de la Isla y me metió en la cueva dichosa, que es muy estrecha. Entré solo, pues no me fiaba del tal pope -en ese tiempo, yo era un poco más jóven-. Respiré hondo y grité, creyendo que así respiraba y gritaba el santo Juan cuando escribió tales barbaridades que se dicen reveladas. Total,que cansado de las locuras del Santo y de las mías, con coscorrones en la cabeza, bajé al muelle de la Isla, comí queso y marché a la playa. Lo que me ocurrió en la playa, hoy no se lo puedo contar.

    Lo que doña Aurora escribe de sueños y de levitar me parece muy profundo, que, acaso, por ser tanto, yo no llego a ello, al menos hoy, que me está resultando un día superficial ¡Qué le vamos a hacer!

    A la señora bloguera pregunto: ¿ya fue abuelita? ¿Cuando lo sea, será como Caperucita? Y siempre cuidado con el lobo.

    Suyo de ambas affffmo. Espero, si Dios quiere, dar a basto.

    El Autor

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  9. ¡Ay, madre! Esto se complica. La bloguera, que ni entra ni sale -por no saber cómo, más que nada- en las disquisiciones que se le antojan cuasi filosóficas, resulta que sale en casi todos los comentarios. Y me tienen aco... acongojada. Hombre y como abuela..., preferiría ser caperucita más que la viejecita. ¡Ya!, que eso no vale. Bueno, pues si se puede escoger personaje prefiero hacer de lobo. Porque que yo sepa en ese cuento no hay brujas. ¿O, sí?

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  10. Del Autor a la señora bloguera:

    Muy estimada mía:

    Como ya es noche oscura, oscuridad más de alma que de cuerpo, leeré la Biblia(le recuerdo mi comentario de ayer). Hoy me toca, del "Cantar de los Cantares", lo siguiente:"¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! ¡Palomas son tus ojos!".

    Bueno lo de las palomas no me gusta nada. Hace días, pasaba junto a Correos, camino de Corrida (erres y más erres),y unas palomas, muy cochinas, hicieron una cosa muy fea en el alero, que me llegó a mí, casi al alma, que por abajo andaba. Menos mal que abundo en cabelludos cueros y que no llevo al aire la sesera. Tal vez -es mi consuelo, para entender lo de los ojos de la hermosa- no fueran palomas sino pichones o palomos.

    Creo sentirla, estimada bloguera, un tanto miedosa, recelosa, muy prudente. Eso me sorprende, sobre todo, si quiere usted ser como el lobito feroz de la Caperucita. Y una bruja, muy bruja, jamás es tímida o precavida, sino muy atrevida.

    ¿Y cuándo -pregunto- continuamos con lo de los retretes, el Teherán y el de Oviedo? Tengo, por cierto, noticias nuevas y sosprendentes sobre ello.

    Suyo affffmo.

    El Autor

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  11. Pues, Sr. Autor, cuando leí lo de las palomas sentí cierto repelús. No veo que ojos saliendo de sus órbitas y volando cual canicas, sea una imagen muy acertada. Tampoco es la típica imagen que, por atrevida, choca. No sé qué es, en suma.
    De todos modos... es peor lo de las gaviotas-pata-amarilla. Sí, ésas grandonas como gallinas, cuyos excrementos perforan hasta la chapa de los coches y que, si le caen encima, se acuerda usted de todo menos de la Santísima Trinidad (o de ella también).
    Por cierto, como usted dice -unos cuantos comentarios más arriba- que no me entiende, sepa que yo tampoco. O sea, mal de muchos... ya sabe.

    Ahora que lo pienso, ¿esto cómo empezó? Porque ni sé ya por dónde andamos, menos mal que ahora somos tres y la carga está más repartida.
    Hasta pronto. Aurora.

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  12. Del Autor a doña Aurora:

    Muy estimada mía:

    Si con lo de las palomas usted sintió repelús, imagínese lo que yo sentí al caerme todo encima, lo de la paloma cochina; encima de mi carrocería, dura mi chapa como la de un coche -eso al menos me dicen y le aseguro a usted que todo lo que me dicen y que me gusta o favorece, lo creo a pies juntillas, con fe de carbonero aunque sea increible.

    Que usted no me entienda, lo asumo (como ahora se dice), pero un caballero, a una dama, siempre debe decir que la entiende, aunque sea incomprensible (la dama). Y eso no es decir mentiras -que yo no puedo por lo de la mucha fe, la pública y la otra-, sino es tener paciencia de enamorado.

    Acabo de regresar de un paseo por los prados de Quintueles de Villaviciosa; vi muchas vacas, que me recordaron un anterior comentario suyo sobre ordeños. Y me pasó hoy una cosa muy rara: las vacas me miraron, dejaron de rumiar y me sacaron la lengua. Comprenda, Doña Aurora, mi desconcierto.

    Lo de "somos TRES" me suena a psicoanálisis. Ya sabe usted que los expertos en matrimonios dicen que, mas que cosa de dos, debe ser la coyunda cosa de TRES, pues esa carga, la matrimonial, es más soportable por tres que por dos.

    Y que TRES deben ser los matrimonios que una persona, en su vida, ha de contraer: el primero para salir de casa y dejar de aguantar al padre y a la madre, a uno o a los dos; el segundo para tener hijos y el tercero para ser féliz de una puñetera vez.

    Suyo affffmo.

    El Autor del "Retrete de la Reina y otros retratos".

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  13. Pues como parece que la tercera en discordia soy yo: entro al trapo.
    Si el de la FE no sabe muy bien de qué hay de dar ídem y mi amiga Aurora no sabe cómo empezó todo... Espero que no piensen que la bloguera va a deshacer este entuerto. Aunque lo de tres..., no me parece nada mal. Lo de los tres matrimonios, quiero decir. Algo me he perdido: me falta uno. Creo que el último. Se admiten candidatos. ¡Quien le iba a decir a esta humilde bloguera que el "Retrete de la Reina y otros retratos" le iba a abrir los ojos! Ya decía yo, que algo me faltaba...

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    1. Del Autor a doña Isabel M

      Muy estimada también y también mia:

      Eso de entrar al trapo me gusta; me suena a tauromaquia y cosa de torería. El problema es quién entra(al trapo)y quién lo sostiene (al trapo). Puesto a escoger, yo declaro que prefiero mover el capote o la muleta; hacer verónicas, faroles y lances de frente y por detrás, incluso tijerillas, chicuelinas y galleos.

      Somos ya TRES que no cuadrilla. Lo suyo, doña Isabel,con lo de entrar al trapo, parece que lo tiene claro; usted, con libertad, escogió lo de morlaco. Yo hago de Lagartijo o de Frascuelo, bien bragado por si acaso los pitones son astifinos, los del morlaco.

      Nos falta el TRES o la tercera, la cantaora flamenca, y yo le pregunto: ¿se atrevería usted pedir a Doña Aurora lo de cantaora flamenca? Si le dice que sí, avísime, por favor, que quedo en un sinvivir, pues a punto estoy de llamar a los músicos.

      Suyo afffffmo.

      El Autor del "Retrete...

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  14. Es el morlaco un toro de lidia al que da carácter su rusticidad y vida salvaje (del tamaño y cornamenta hablaremos en otro momento)¿Van por ahí los tiros? Y hago un nuevo giro: de los toros a la escopeta. A ver por dónde me caza usted ahora.

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    1. Del Autor a Doña Isabel:

      Querida doña Isabel, Lilí, Lilibeth o Elisabeta, con una o dos tes:

      No pretendo de ninguna de las maneras cazarla; otras pretensiones tal vez o acaso; por tanto, no se inquiete por el dónde; deje tranquilo al "dónde".

      De cazar, nada de nada, y de andar a tiros menos, pues ni siquiera tengo claro quién es la perdiz, con mareo o sin él. Distráigase señora mía como Camperucita, no como el lobo, que, disfrazado de abuelita, resultó muy bobo, no comiéndose una rosca. ¡A quién se le ocurre disfrazarse de abuelita, con lo bien que quedan otros disfraces más juveniles para comer no sólo roscas sino hasta empanadas!

      ¿Preguntó ya usted a Doña Aurora, si, como tercera del TRIO o trinidad, se anima a lo de cantaora flamenca? Le reitero mi ansiedad, pues quiero que pronto suene el pasodoble cañí o coñí.

      Su toro o morlaco me recuerda al Minotauro, que, al pobre, lo encerraron en un laberinto en una isla ¡Ay, ay, cómo lo sacaron y por dónde le agarraron! Pobre torito y se lo dice el torero...

      Suyo affffmo. El Autor

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  15. Pues sí que voy bien, ya como Aurora, sin saber cómo empezó todo esto. Y lo peor, cómo va a terminar. Con tanta "parole", que diría un gabacho, usted siempre me da alcance, o me caza, que es lo mismo. Me disfrazaré de liebre, para poder salir corriendo. O tal vez sea mejor de invisible, así ni el lobo, ni la Caperucita, ni usted mismo me encontrará en bosque alguno. Por cierto, una preguntita inocente: ¿al Minotauro lo agarraron por los..., por ahí. ¡Ay que dolor!, pobrecito.

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  16. Del Autor a Doña Isabel, santa y bruja:

    Muy estimada mía:

    Aquí me tiene ya, un poco lagañoso por la hora temprana, pues todavía no pasé por el "tocador", que tanto gusta a Doña Aurora. Liebre, liebre, usted, no. Tal bicho, no olvide ¡oh amada! pertenece a la especie de los conejos, que son casi comestibles -en León, además de bacalao con aceite, gusta mucho el conejo. No pase el Pajares -se lo recomiendo- si decide disfrazarse de conejita.

    No le debo explicar cómo y por dónde agarraron al Minotauro. Con sólo pensarlo, me duelen los dos y míos,y como descolgándose más.

    Perdóneme si soy pesado, pero es que ...¿Tiene noticia de doña Aurora, propuesta por mí como cantaora flamenca del TRIO?

    Se asusta por no saber cómo empezó esto, pero si todavía no empezó. No me sea, doña Isabel, tan precoz, que me voy, por mucha precocidad suya, a quedarme a nubes o con las ganas.

    Suyo afffmo.

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  17. Pues precisamente por las nubes ando yo. Ya lo decía mi madre: "esta niña como mejor está es calladita". Y a eso me dispongo, a no decir ni mú. Con usted no se puede, le saca punta a todo. ¡Ale! ya tiene otra palabreja para estirar. En estos momentos paso a mis cuarteles de invierno,aunque el calendario diga que estamos en verano, de los que no debí salir nunca. Se deshace el trío. Siguen siendo dos.
    Cojo la escoba y... a volar.

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  18. Del autor a Doña Isabel o Lilí:

    Estimada muy de mí:

    En horas labores tengo dificil contestar, pues mis enredos de FE me lo impiden, y son de mucho seso.

    Sólo y con brevedad, decirle dos cosas. Una, que sigue usted muy taurina, además de entrar a mi trapo torero, ahora dice MU. Otra, que usted me aturde -yo ya muy aturdido desde que nací- pues tan pronto es liebre, conejilla (¿Play-Girl?), y ahora pajarito, que son los únicos que, andando por las nubes, no se la pegan. Usted hasta ahora no se la pego, claro que cuenta usted con mi ayuda.

    A propósito, si en el cuartel se encuentra con Tejero, dele recuerdos míos, y yenga mucho cuidado con los zapadores.

    Suyo AFFFmo.

    El Autor

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  19. Como supondrá, señor de la FE, yo no he hecho la mili. Lo que no quiere decir que no haya sufrido las zarpas de ciertos militarillos de tres al cuarto. Por eso uniformes y galones me dan tanto repelús. Tienen quienes practican el oficio de zarpa tremendas garras felinas. Sé por experiencia, y no pregunte más, que no se detienen ante nada ni ante nadie, arrasan sin ningún miramiento con todo aquello que se cruce en su camino. Dicen seguir a rajatablza lo de Dios, Patria y Justicia. Pero sólo lo dicen, porque en realidad simplemente van a su bola, o al sol que más calienta, que viene a ser lo mismo. Siento decirle que no veré a Tejero, en mis cuarteles sólo hay soldados rasos, aprendices de zarpadores, pero qu eno creo lleguen nunca a dominar el oficio.

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  20. Estimada Lilibeth:

    Me engatusa que tanto usted como doña Aurora sean hembras de repelús, plus, plus y Canal plus. Ella repelús de palomas y usted repelús de galones. Lo del repelús, muy femenino, es como escalofrío o tiritona de gatita.

    Lo de los cuarteles, recuérdole, que fue usted la que los sacó; yo, de ellos, ni me acordaba. Pero siguiendo con los cuarteles, que tanto polvareda levantaron, ha de saber que yo le escribí de zapadores, que son de Tierra, y usted me contesta con zarpadores, que zarpan, que son de la Marina.

    En cualquier caso, estamos de acuerdo en que de guerras nada, ni campales o de campal, ni de otros.

    Después de los de los cuarteles -la estoy viendo venir- me va a meter los clérigos en danza, pero debemos dejarlos tranquilos que, en el fin de semana, es cuando trabajan y mucho, mucho.

    Suyo affffmo. El Autor

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  21. No sé, señor de la FE, por qué se pone usted tan tonto por una simple "r". Ya le dije que no hice la mili. No obstante, para su tranquilidad le aclararé que el "zapador" al que yo me refería al responderle,utiliza su zarpa (con "r"), y puede que sus galones, para conseguir lo que desea. No sé si a modo de felino, pero sí con la astucia de un felino. Le aclaro una segunda cosa, los zarpadores de la Marina me gustan. Con su uniforme, tan azulito, tan resplandeciente, siempre navegando por mar abierto. Los zapadores, ya de Tierra, pasan la vida agazapados, arrastrándose cuan culebra..., no son de mi gusto. Un día le contaré una historia. Líbreme Dios de meterme con los clérigos en fin de semana: hay que dejarlos trabajar. Aunque no sea más que para que los "zapadores", muy religiosos ellos, y sus santas esposas cumplan con el precepto de la Santa Misa. Por mi que no queden sin atender.

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    1. Estimada señora:

      El que me ponga tonto, como usted dice, no me preocupa; más me preocupa serlo, y en esto, créame, tengo muchas dudas, muchísimas.

      Por eso estoy permanentemente amoscado, siempre con la mosca detrás de la oreja, y ya ni me arrasco o rasco. Como como ayer o anteayer le escribí, lo que me favorece lo creo a pié juntillas, lo cual no es tontería, sino un salvavidas o flotador.

      Estoy empezando a notar en sus escritos como mucha concienciación o protesta; en el último me pareció un poco a esas chicas tan preocupadas con lo del progreso, que ni tiempo tienen para ir a la peluquería o hacerse la manicura; todo muy natural y de "piedra Pómez". Debo decirle con prisa que en esto último no encuentro parecido con usted, pues tiene usted ojos azules de emperatriz Sissi y siempre va bien peinada. El problema, el problema es que las otras, las opuestas, que nada les preocupa el progreso sino el regreso, no salen de la peluquería y de abanicarse.

      Comprenderá usted que, por todo ello, yo sea del partido de los "ninís", que no somos ni de unas ni de las otras. No lo olvide, por fagor(quise escribir favor).

      Suyo afffmo. El Autor.

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  22. Ya había notado yo, hace tiempo, que usted nunca se moja. O, en todo caso, se moja a su manera. No intente morder, lo digo por su bien. Las brujas somos siempre un peligro latente. Una especie de mosca cojonera que decimos por Asturias. Pero en eso no anda usted muy a la zaga, porque me temo que cuando muerde, muerde. ¿O, no? No sé cómo un señor de FE, tan serio, tan comme il faut, osa llamarme comunistilla, que es eso lo que viene a querer decir. Pues los de ser nini ya no mola, que dice la juventud. Hay que ser valiente y tirarse a la piscina. Y después de todo esto, ¿dónde quedó "El retrete de la reina? ¿No habíamos empezado por ahí? No seremos tontos, pero a buen seguro que lo parecemos. Por favor, mándeme un señor artículo, de los buenos. Este creo que ya ha dado de sí todo lo posible. Quedo a la espera. Del artículo nuevo, digo.

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    1. De Angel Aznárez

      Querida Isabel:

      Dices que "hay que ser valiente y tirarse a la piscina". Totalmente de acuerdo y sobre todo en este tiempo.

      ¿Te parece poca mi presencia en la radio, en la televisión y en la prensa, siempre tirándome a la piscina, sin hacer la pelota a ningún zascandil, aunque se crea dios? (con minúscula).

      He manifestado, entre otras cuestiones, las siguientes:

      -que la llamada "concertación" asturiana es una "memez" y que ya está bien de engaños mediáticos.

      -que todo, la sanidad, la educación y el resto de nuestro "Estado de Bienestar", son a crédito, pues son otros los que nos prestan el dinero, ya que España apenas tiene, en contra de lo que pensó el zapatero.

      -que mientras unos pagan muchos impuestos, otros están muy tranquilos y cada vez más ricos, pues lugares de España, de la misma España, son paraísos fiscales.

      -que se explique a los contribuyentes y ciudadanos el destino, con detalle, de los Fondos Mineros y las ayudas a las empresas mineras, para saber si alguno o algunos los robaron (que no me extrañaría).

      -que la actual crisis va a poner en el centro del escenario la gran tarta o el robo masivo que los ciudadanos hemos tenido que soportar, casi como los griegos.

      -que se diga lo que han cobrado, desde 2007, los directivos y consejeros de las Cajas de Ahorros, de todas, todas y todas, así como tipo de interés de los créditos con los que algunos han construido sus mansiones, al tiempo que obligan a los trabajadores a volver a firmar contratos de trabajo con intimidación y dolo o engaño (de esto sé mucho:nací en una Caja, soy hijo de Director General y fui miembro del Consejo de Administración de una muy importante de Cataluña).

      Isabel: ¿Has entendido, por ejemplo, mis artículos sobre el Vaticano?. Parece como si quisieras, no que me lance a la piscina, sino que me ahogue.

      Debes verme más en La RTPA -mientras, naturalmente, me sigan invitando- y leerme mejor (por ejemplo el próximo lunes en la RTPA, a las 21,30). No dudes, Isabel, que todo lo hago por sentido de responsabilidad -eso creo-, y porque no estoy a obediencia de nadie -de eso, estoy seguro- ni tengo un carnet de Partido Político para alimentarme o alimentar a los míos, colocándoseme por aquí o por allá.

      Tratar de hacer Literatura satírica es uno de mis múltiples quehaceres, que, juntos, me suponen un trabajo que me ocupan más, muchas más, de una docena de horas al día y a la noche.

      Y esa Literatura es compatible con las tragedias con las que al día convivo y que tengo obligación profesional de solucionar en lo posible.

      ¡Que escribir hoy, que, al tiempo, que se bajan sueldos a unos, funcionarios, otros, por ejemplo, los parlamentarios -algunos- siguen cobrando o robando dietas por desplazamientos, viviendo en un pisito o pisazo a escasos metros del Congreso (Madrid) o de la Junta del Principado!(aquí, a mi lado, tengo la lista)

      Léeme esto, te lo ruego, con tono sereno y de amigo, que nada estoy "enfurruñado". Resulta, Isabel, que me pediste un artículo de los otros (en el de "Los retretes de la Reina" digo verdades como puños); pues aquí lo tienes. Puedes publicarlo en el blog y en la sección que quiera.

      Fdo. Angel Aznárez.

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  23. JAJAJAJAJA... Ahora la que me troncho soy yo... ¡Hala, a seguir, que esto promete!

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