domingo, 29 de septiembre de 2013

"CODICIOSOS, AVAROS Y MOHATREROS", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ, publicado en "LA NUEVA ESPAÑA" (29/09/2013)

                                                            


“Dos codiciosos que sufra un pueblo sobran a hacer pobres mil vecinos”
                        Torres Villarroel

            Bien parece que el pasado fin de semana, para el Papa Francisco, fue muy intenso por emociones y razones económicas. Comenzó el viernes, 20 de septiembre, con la predicación en la Misa matinal (capilla de Santa Marta) acerca del poder del dinero, de la avidità, causa de idolatría y corrupción. El domingo, 22 de septiembre, en la Isla de Cerdeña, con una escandalosa tasa de paro que supera el 35%, el Papa, delante de trabajadores que pedían a gritos “¡Trabajo, trabajo!” y sostenían pancartas en las que se leía “Lucha con nosotros”, dijo, también él a gritos: ”Donde no hay trabajo, falta la dignidad; que es la consecuencia de un sistema económico que ha conducido a esta tragedia; un sistema económico, que tiene un centro llamado dinero, que es un sistema sin ética…y eso no puede continuar”.

         Gaudium est spes) lo repite. Igualmente, más destacada por la forma que por el fondo, fue la denuncia papal de un sistema económico y falto de ética. Llama la atención que a los papas, a todos, incluso a Francisco, les cueste tanto dar nombre a ese sistema económico que denuncian; se llama capitalismo, que, en recientes décadas, no fue liberal sino libertario, dogmático y totalitario: “De la vulgata marxista pasamos a la vulgata neoliberal”, escribió el libanés George Corm. Hay que poner nombre y apellido a ese condenado sistema económico, del mismo modo que, en su día, los papas fueron contundentes nombrando y condenando al comunismo, sin cataplasmas, metáforas, o elipsis.
"La verguenza" o la "vergogna"
   La originalidad, lo realmente novedoso de las palabras del Obispo de Roma, está más en la forma o manera de su pronunciación (tono y gesto) que en el fondo; palabras pronunciadas con emotividad, sentimiento y vehemencia; por ello convenció. Que el trabajo es esencial para la dignidad de la persona, lo han reiterado los papas en sus documentos y magisterio sociales; el Concilio Vaticano II ((Gaudium est spes) lo repite. Igualmente, más destacada por la forma que por el fondo, fue la denuncia papal de un sistema económico y falto de ética. Llama la atención que a los papas, a todos, incluso a Francisco, les cueste tanto dar nombre a ese sistema económico que denuncian; se llama capitalismo, que, en recientes décadas, no fue liberal sino libertario, dogmático y totalitario: “De la vulgata marxista pasamos a la vulgata neoliberal”, escribió el libanés George Corm. Hay que poner nombre y apellido a ese condenado sistema económico, del mismo modo que, en su día, los papas fueron contundentes nombrando y condenando al comunismo, sin cataplasmas, metáforas, o elipsis.

            El Papa de la primera “Gran Crisis”, la de 1929, fue Pío XI (una crisis a la que sólo puso fin la II Guerra mundial). El Papa Ratti, en su Encíclica Caritate Christi Compulsi (mayo de 1932), ya denunció “a los pocos hombres que, con su especulación, han sido y son en gran parte la causa de tanto mal”; culpó a la codicia (cupidigia) de las causa de todos los males; citó al Poeta pagano que denunció “esecranda fame dell´oro”; y se refirió “ a la riqueza de las naciones acumuladas en las manos de muy pocos, que regulan a su capricho el mercado mundial”. Contra el comunismo, reiterativo.

El Papa del inicio de la segunda “Gran Crisis”, la de 2008, fue Benedicto XVI, que publicó en 2009 la encíclica social Caritas in veritate, en la que tampoco aparece nombrado el sistema capitalista; es excesivamente delicado, timorato, mi bendito Benedicto en el análisis de las causas de la actual crisis. Por el contrario, interesa mucho la novedad, incluso provocación, contenida en ese texto pontificio:” En las relaciones mercantiles el principio de la gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria”.

En realidad, ese espacio ya existe, pues a la economía del truque y del intercambio mercantiles, hay que sumar la llamada “economía de la gratuidad”, que mueve muchos dineros, procedente de donaciones y actos generosos, ayudando y socorriendo en estos tiempos de miserias: Cáritas, ONGs laicas y religiosas, “cocinas económicas”, finanzas solidarias, bancos de alimentos, voluntariados, fundaciones y “hogares”, donaciones de órganos del propio cuerpo y otras iniciativas solidarias, salidas de la sociedad civil. Así se remedian en parte las omisiones clamorosas del antes llamado “Estado de Bienestar”. Y a los que piden “¡Derechos asistenciales y no caridad!”, les digo que sí, que sí, pero que…


        Es interesante que sea un papa, el Papa Francisco, quien está empeñado en acabar con lo que se llamó papolatría, que en algunos momentos del pasado más o menos reciente, resultó exagerada, dañina (latría) y ridícula. Resulta que el Papa Francisco --que no aplaudió siendo cardenal las palabras del adiós de Sodano, en nombre del Sacro Colegio, a Benedicto XVI (28 de febrero) en la Sala Clementina-- tiene cuerpo, viste pantalones y tuvo una abuela llamada Rosa; no usa plurales mayestáticos, pseudosacros y de separación, sino plurales integradores: “Todos nosotros tenemos dificultades, todos; todos tenemos miserias y fragilidades; somos todos iguales delante del Padre, todos”, explicó en la Catedral de Cagliari el mismo domingo, 27 de septiembre (la palabra tutti es reiterativa en el vocabulario de Francisco).


            Esa actitud del Obispo de Roma es importante ante el futuro que ya viene hacia nosotros. Se sabe que esta segunda “Gran Crisis”, fue causada por ególatras, codiciosos, inmundos y usureros, cantantes de “la codicia es buena, funciona” (como en la película Wall Street); más enfermos de mente que sanos, más desgraciados que felices -algunos, según el documental Inside Job (2010) de Charles Ferguson, con adición a la cocaina-. Los valores en el horizonte, resultantes de la actual crisis, van en la línea opuesta a lo vigente hasta ahora, o sea, a favor de la cooperación, el altruismo, la generosidad, la fraternidad y la solidaridad. Reducir la condición humana al homo economicus, guiado únicamente por el profit, es una falsedad antropológica. Eso se explica bien en dos libros, publicados este mismo mes, uno de Jacques Attali, Por una Economía positiva, y otro de Matthieu Ricard, Alegato a favor del altruismo.

            Antes de que se produjera el actual desastre -desastre que comenzó en la  Economía, y que llevó a otros desastres, de la Ética, de la Política (y de los políticos cómplices por vendidos a los tragaperras), de la Ecología y de la Cultura-, mientras unos, contentos y pánfilos, contemplaban el fenómeno de la secularización como expresión del Progreso y lo Moderno, otros, nuevamente con el “desencantamiento del mundo”, avisaron del retorno de lo religioso (recuerdo el artículo del recientemente Eugenio Trías, Vigencia de lo religioso, publicado el 5 de julio de 1996). Uno de los efectos de la actual crisis, policrisis o multicrisis, será la aceleración del revival del fenómeno religioso. Se pondrán más en alza los valores religiosos, éticos y morales, alternativos al vacío y a la nada (a los escépticos recomiendo que tengan paciencia, que esperen).
 Iglesia cayendo en la católica Castilla.

Una religión, como la cristiana, que destaca en la naturaleza de Dios el concepto de amor (la ágape griega o caritas latina), que es la vía maestra de la Doctrina social de la Iglesia, que coloca las palabras fraternidad -que, además de muy cristiana, es muy revolucionaria (1789) y masónica- y generosidad en lo más alto de su concepción del hombre (humanismo), tiene muchas posibilidades de futuro. Un futuro que exige un previo arrepentimiento de pasadas tiranías represivas por la Iglesia protagonizadas (aquí recuerdo al fallecido S.J. José Gómez Caffarena). Y ha de aprovecharse la peculiaridad católica de su organización, que incluye hasta una forma de Estado, el Estado de la Ciudad del Vaticano, el único Estado en el mundo dedicado a predicar valores religiosos y éticos.


            Claro que para eso, la ejemplaridad y la credibilidad, de las que ha de resultar la confianza y la autoridad moral, son cruciales. Es muy importante el inteligente decir y hacer del Papa Francisco, pero también es importante que se hagan reformas radicales en la estructura del Vaticano (esto lo venimos reiterando en escritos desde 2009, siendo ahora evidente), y también de las iglesias locales, ¡ya está bien de tantos tejemanejes de dineros en curias y dicasterios, con codicias y avaricias! De cara al futuro venidero, casi presente, sobran obispos soberbios y/o cagatintas. Y nada tiene que ver con ello –es opuesto- tratar de liquidar (hacer líquido) lo que tiene que ser sólido; solidez en la esencia de la Iglesia, que es triple, tres esenciales que señala Benedicto XVI en el párrafo número 25 de su Encíclica Deus caritas est.


            Don Diego Torres (1694-1770), escritor de almanaques y enfermedades, fue experto en describir codicias, ayudado en Sueños por otro experto, don Francisco Quevedo, que, en sus paseos por la Corte, veían a tantos codiciosos; unos, gordos, con buchón de palomo, y otros flacos, “enjutos y chupados como canillas de cementerio, tan pilongos”. El Dante, mucho antes, en el Infierno, había cantado: “¡Oh, ciega codicia!”, (¡Oh cieca cupidigia!).  

                                                                                   Las fotos proceden del archivo del autor.

lunes, 23 de septiembre de 2013

ÁNGEL AZNÁREZ: "LA CODICIA, FUERA DE CIERTO LÍMITE, ES UNA ENFERMEDAD MENTAL", publicado EN "LA NUEVA ESPAÑA", con motivo de la conferencia pronunciada en el ATENEO JOVELLANOS

El notario recuperó el concepto de gratuidad de Benedicto XVI para poner en entredicho el actual modelo económico

Ángel Aznárez, a su llegada al centro cultural Muralla Romana.
 

«La codicia, fuera de cierto límite, puede ser una enfermedad mental, y lo digo con todo el respeto». Así de rotundo se mostró ayer el notario Ángel Aznárez en una conferencia que asoció la crisis del sistema económico y político a «un trastorno» derivado del «pensamiento único ultraliberal». Se trata, en definitiva, de «la patología del mercado y el mercado y nada más que el mercado», aclaró.




Con su conferencia «De la economía de la codicia a la gratuidad», Aznárez puso en evidencia los males de la sociedad actual contraponiendo conceptos antagónicos. El afán excesivo de riquezas de quienes «nos han llevado a esta situación» frente al principio de gratuidad que el Papa Benedicto XVI reivindicó en su Encíclica «Cáritas in veritate». «Esos que han tenido un ataque de codicia y nos han llevado a esta situación, siguen ahí. Quién nos dice que no van a volver a las andadas», advirtió.




Según Ángel Aznárez, «la política ha sido un títere al servicio del dinero. El dinero ha podido con todo. Y aquellos que antes decían que no se debía intervenir en el mercado ahora piden al Estado que intervenga, y rápido». Pero, en su opinión, «no podemos aceptar que la economía haya dejado de ser una ciencia social para convertirse en una ciencia exacta», porque, al final, «el sistema democrático se viene abajo», sentenció.



Y, ante una situación tan crítica como la que vive España desde 2008, Aznárez pone en valor la doctrina social de la Iglesia católica. Más allá de sus propias convicciones religiosas, el notario y articulista de LA NUEVA ESPAÑA considera de interés recuperar las reflexiones que hizo al respecto Benedicto XVI, partiendo de que «la naturaleza de Dios es el amor» y «la esencia de la Iglesia la caridad».



No hay una crítica directa al capitalismo en las tres encíclicas del anterior pontífice. Pero sí se introduce el concepto de gratuidad en el análisis económico y político, vinculado al «amor entre hermanos». «Vuelve a plantear el concepto de fraternidad, que fue la hermana pobre de la Revolución Francesa. No es un tema de moralidad. Hay que incorporar a nuestra economía los actos gratuitos», expuso Aznárez, que colabora con diversas organizaciones no gubernamentales y ha sido presidente de Unicef-Asturias.



Pero abogar por la colaboración entre conciudadanos frente a la competencia encarnizada que ha marcado las relaciones sociales y productivas durante las últimas décadas no es exclusivo del pensamiento vaticano. Aznárez incluso encuentra en los textos de Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución por selección natural, «una especial atención al otro, al señalar que el altruismo y la simpatía son la parte más noble del ser humano».



En su conferencia, que abrió el nuevo ciclo de actividades del Ateneo Jovellanos -con sede ahora en el centro cultural Muralla Romana de Cimadevilla- no faltaron referencias críticas a la actualidad asturiana, desde «el debate por los sueldos de los diputados asturianos» a la situación de las cajas de ahorros: «Mi absoluto desacuerdo con lo que ha pasado».

A LO PUBLICADO EN "LA NUEVA ESPAÑA" AÑADIMOS UN RESUMEN DE LA CONFERENCIA

Codicia, codicia!! Ese fue el grito denunciador de la causa de la crisis financiera que estalló en el otoño de 2008, cuyos efectos aún sufren millones de ciudadanos españoles. ¡¡Codicia, codicia!! dijeron ilustres banqueros y cajeros españoles, que ahora, cinco años después, parecen haberse olvidado de aquella autoinculpación por codicia. Desde finales del siglo XX y principios del XXI, imperó lo que el personaje principal de la película Wall Sreet proclamó: “La codicia es buena, funciona; aclara, penetra y capta la esencia del pensamiento evolutivo”.

Y la codicia es el deseo exagerado, sin límites, de cosas (dinero) a costa sobre todo de los demá¡¡s, los otros. Las religiones monoteistas predican que es un pecado, que viola el Mandamiento del “no codiciarás”; el cristianismo es muy beligerante contra el afán codicioso y avaricioso, considerándolo “pecado capital” o cabeza de otros pecados, siendo su virtud opuesta la generosidad. También se ve en la codicia una causa de delinquir, pues el afán exagerado de tener conlleva el robo y el hurto –casos de robos en la actual crisis ha habido muchos-. Y la codicia puede ser una enfermedad o trastorno mental, esto es, que ciertas “maneras” codiciosas son perturbaciones de la mente, cuya curación podría precisar tomar pastillas o tumbarse en el sofá para psicoanalizarse. De la enfermedad, los grandes codiciosos no son conscientes, prueba de ello es que hasta presumen y se pavonean como pavitos; exhiben sus oros, creyéndose objeto de deseo, siendo unos indeseables.

Y una pregunta inquietante: ¿qué racionalidad -tan pregonada en los comportamientos económicos en los mercados y en el mercadeo - puede haber allí donde lo que hay es mucho trastorno y trastornado? Si la codicia, tal como se ha repetido, ha gobernado la economía en pasadas décadas y causa del actual desastre, surge otra pregunta: ¿ si los codiciosos financieros de ayer, siguen mandando hoy (que ahí siguen en sus despachos), cómo nos van a sacar de las crisis? Fue la codicia de los agentes económicos, de los financieros, la causante de tanta ruina económica, social. Los políticos se olvidaron de los ciudadanos y, cual histriones, se pusieron al servicio de los poderes económicos. De ahí que la actual crisis sea también política, pues ya sabemos quienes nos gobernaron, no precisamente los que votamos en las elecciones, que resultaron ser, también, muy devotos del becerro de oro. El dinero se apropió de la política (el debate sobre retribuciones y sueldos de los políticos no es una anécdota, sino una categoría).

El llamado “pensamiento único” que nos rigió (el anarco liberalismo de la apoteosis del mercado y del mercadeo, de la economía sin la política, del olvidarse de los problemas del medioambiente, del beneficio económico sin limites, de la colonización o el parasitismo del Estado y de las Administraciones publicas por “los del dinero” (corrupción), nos  llevó al actual estado de pobreza; al paro que alcanza cotas como las de Alemania de los años treinta, con desesperación de muchos jóvenes parados, que preguntan a sus padres si ellos (los jóvenes) cometieron delito por haber nacido. En el estado de malestar estamos, con consumos preocupantes de psicotrópicos y de “calmantes”, y pagando impuestos para tapar los agujeros de las instituciones financieras. ¡En qué se convirtieron los Montes de Piedad, que nacieron para frenar la usura, que recuerda Benedicto XVI en su Encíclica.

De las propuestas más radicales contra la codicia, destaca la Encíclica de Benedicto XVI Caritas in veritate (2009). Una Encíclica que se integra en lo que se llama la “Doctrina social de la Iglesia” y cuyo fundamento teológico está en su primera Encíclica, la Deus caritas est. (2005). El Papa, en Caritas in veritate, introduce en su análisis del sistema económico (el sistema capitalista, que ni ataca y no nombra), lo que llama la “Economía del don o de la gratuidad”. Es interesante tener en cuenta los muchos actos que cotidianamente se realizan de carácter gratuito; que son “dones” a los demás, y que no sólo son expresión de un asistencialismo caritativo, de una vivencia religiosa, de una moralidad, sino también constitutivos de toda una economía, la  economía de la gratuidad, que complementa a la otra, la de los intercambios mercantiles. Reducir el hombre al homo economicus, impulsado únicamente por el interés y el afán de lucro, es una aberración (es verdad que a Benedicto XVI se le escuchó poco, en parte por los escándalos financieros de su Banco, el IOR).

A los que pudiera parecer utópico el planteamiento papal de la gratuidad, habrá que recordarles el ensayo del antropólogo Marcel Mauss con su Ensayo sobre el don, publicado a principios de los años veinte del siglo pasado. De las tres formas de intercambio entre los hombres, una es el trueque, otra la venta, y la tercera es el don o regalo sin contraprestación, manera simbólica de cohesión social, y muy ambigua, pues, por no tener precio, es inestimable. Muchas respuestas y contradictorias se han dado en la Filosofía y en la Antropología a la pregunta sobre el lugar que ocupa en el ser humano el interés, el desinterés, el altruismo y la generosidad. En la Antropología cristiana está muy claro: la gratuidad, por proceder del amor de dios,  la ágapé o caritas es central.

Debemos destacar las muchas iniciativas en el ámbito de la sociedad civil que responden al principio de gratuidad, hoy esenciales para remediar los daños de la codicia de algunos, muy importantes. Las de muchas personas que cotidianamente hacen actos gratuitos, en el ámbito familiar y extrafamiliar, en la empresa y fuera de la empresa; las de muchas personas, que incluso se “empobrecen” para beneficiar a otros por medio de donaciones. Donaciones de dinero, de bienes, de alimentos, incluso de sí mismos (donaciones de órganos humanos para trasplantes, de tejidos, de sangre, de preembriones). También hay gratuidad en la participación ciudadana en entidades sin ánimo de lucro de ayuda a los demás, unas confesionales como Caritas y otras no confesionales; y también hay gratuidad en variadas formas de voluntariado e iniciativas de economía ética y cooperativa. Todo eso también mueve mucho dinero y tiene su economía, la llamada Economía del don.


(El Papa Francisco, en su homilía del viernes, 20 de septiembre, la dedicó al “Poder del dinero” y mencionó la avidità).  

AURORA GARCÍA RIVAS PRESENTA "LA MADRIGUERA", mañana en el ATENEO JOVELLANOS

ATENEO JOVELLANOS, calle LA COLEGIATA nº 2
 (Detrás del Palacio de Revillagigedo, en la Plaza del Marqués)

jueves, 19 de septiembre de 2013

FRANCISCO ÁLVAREZ VELASCO: PRESENTACIÓN DE EL LLIBRU DE LES VOCALES

A la llibrería La buena letra y a la editorial Impronta présta-yos convidate a la presentación de 
El llibru de les vocales de
Francisco Álvarez Velasco

Presentación a cargu del escritor Miguel Rojo
Viernes, 20 de setiembre, 19.30 h
c/ Casimiro Velasco, 12
Gijón/Xixón

miércoles, 18 de septiembre de 2013

"DEFENSORES DE LA TRADICIÓN ASTURIANA", publicado en "EL COMERCIO" (18/10/13)





Defensores de la tradición asturiana
Maribel Trabanco, Isabel Moro (viuda e hija de José Avelino Moro) y Luis Argüelles hijo ante la placa. :: J. SIMAL
SHEILA VACA.-Se pasaron la vida labrando la historia de Asturias en forma de herramientas de campo, jarras y piezas de cerámica. El que fuera periodista de EL COMERCIO José Avelino Moro recorría a bordo de su Wolkswagen los pueblos de la región, donde recogía aperos de labranza y otros útiles, mientras que Luis Argüelles, historiador, se encargaba de catalogarlos. Ambos se volcaron en un proyecto bonito a la par que complicado, pero que finalmente consiguieron culminar en 1968: la creación el Muséu del Pueblu d'Asturies. Ayer, ese museo acogió un sentido homenaje en su recuerdo con la colocación de una placa conmemorativa que recuerda la inmensa labor que realizaron.
Numerosos familiares, amigos y allegados no quisieron perderse tan entrañable cita. «Aquí mismo, hace 36 años mi padre, a los pocos meses de haber fallecido, recibió un pequeño homenaje. Pero su palabra se apagó y pasó al olvido en poco tiempo. Es por eso que llevaba desde entonces sin volver al Pueblu d'Asturies. Iba a la Feria de Muestras, al rastro y miraba para otro lado. Ahora que vuelvo lo veo renovado y me agrada. Gracias, gracias y gracias. Por todo, porque ambos se lo merecen», apuntaba Isabel Moro, hija de José Avelino. «Casi le cuesta el matrimonio. Cientos de piezas pasaron por casa para ser limpiardas y restaurarlas. A veces llamaba preguntando si estaba mi madre para entrar en casa», recordaba entre risas.
«Pasé mi infancia aquí y ahora me parece todo mucho más pequeño que cuando era un crío. Viví la época de decadencia del museo y ahora vuelve a ser un pueblo vivo», comentó Luis Argüelles hijo, ya que su padre no pudo asistir al acto por problemas de salud.
Apuesta ambiciosa
A ambos les interesaban el bable, las tradiciones, el folclore, las aldeas, el campo y cualquier seña de asturianía. Fue una apuesta ambiciosa. Recibieron «críticas por parte de diversos medios y personalidades, que descalificaban sus intereses por considerarlos 'aldeanismos'», frente al predominante ansia de progreso que triunfaba en la época. Al final lo consiguieron con la ayuda del industrial Luis Adaro, por entonces responsable de la Feria de Muestras, que decidió destinar un espacio en ella a instalar un auténtico pueblo asturiano.
Fueron dos personas muy queridas por los gijoneses y por todos los asturianos. Prueba de ello fue la cantidad de personas que se acercó hasta el recinto para mostrarles su apoyo, como Gonzalo Mieres, Joaquín Fuertes y el pintor Roberto Díaz de Osoria, que aprovechó la ocasión para pedir una calle para Moro y Argüelles. También estuvieron presentes los ediles Carlos Rubiera y Manuel Pecharromán y el director de la Fundación Municipal de Cultura Xosé Nel Riesgo.
«Estoy agradecido a toda la ciudadanía por impulsar este merecido reconocimiento. Además es un orgullo que se haya podido traducir al asturiano el texto que figura en la placa», apuntó Rubiera.
Cierre musical
La música fue la encargada de cerrar el acto de homenaje. El coro Costa Verde, junto con el concejal de Cultura, interpretaron la canción 'Axuntábense' y todos los presentes se unieron para entonar el 'Gijón del alma'. Moro y Argüelles ya tienen su merecido sitio en el museo que ellos mismos crearon con mucho esfuerzo y sacrificio. Su placa, visible desde ayer luce al lado de la de José Blanco Alonso.
El próximo 6 de octubre 'Bravo Asturianísimo' retomará su programación y lo hará con un homenaje a José Avelino Moro. El acto se celebrará a las 12 en el Teatro Jovellanos. «Decía que las cosas que se hacen, bien por amor, bien por devoción, no son extraordinarias. Lo anormal es no hacerlas, pudiendo», explicaba su hija Isabel.
Composición de fotos de BELÉN ENCINAS, la hija de quien acompañó siempre a mi padre cámara en mano

"LOS PIONEROS VUELVEN A SU CASA"
artículo publicado en "LA NUEVA ESPAÑA" (18/10/13)
El homenaje a Luis Argüelles y José Avelino Moro en el Muséu del Pueblu d'Asturies se vive como un «desagravio»
«El Muséu del Pueblu d'Asturies no nació por generación espontánea». La frase es de Armando Nosti, ex concejal de Unidad Gijonesa, y sirvió ayer para subrayar el decisivo papel, no siempre reconocido, que tuvieron Luis Argüelles Sánchez y José Avelino Moro Fernández en la creación de las instalaciones dedicadas a exaltar la identidad asturiana y conservar su patrimonio cultural. Y la pronunció en el emotivo homenaje que se celebró, en el mismo recinto y al pie de uno de los muros del Museo de la Gaita, con motivo del descubrimiento de una placa en la que se resumen los méritos de estos dos pioneros en la labor de recuperación de algunas de las señas particulares de los asturianos, vivo aún el primero y fallecido el segundo en 1977.
Esa placa, colocada junto a la que recuerda a José Blanco Alonso, gaitero mayor de Gijón, supone de alguna manera el regreso de Argüelles y Moro al museo que ayudaron a crear y es también, según manifestaron familiares y amigos, un «desagravio» al trato y el olvido que recibieron a partir de los años ochenta. «Estuve treinta y cinco años sin volver al museo; daba la vuelta sin entrar», explicó Isabel Moro, hija de José Avelino y secretaria del Ateneo Jovellanos, quien, acompañada por su madre, Maribel Trabanco, parecía ayer reconciliada con una institución de la que atesora muchos recuerdos y de la que se distanció a raíz del trato que recibieron su padre y Luis Argüelles. En parecidos términos se manifestó el hijo de éste, de igual nombre que su progenitor: «La Administración le llegó a remitir una carta diciéndole que no volviera a pisar el museo; vivió un sentimiento de maltrato». Acabó por decisión administrativa de bibliotecario en El Coto. «Si estuviera bien de salud estaría hoy aquí», añadió su hijo.
El Muséu del Pueblu d'Asturies se creó en 1968 gracias a la labor entusiasta de un grupo de personas integrado, entre otros, por Argüelles, Moro, Luis Alonso o Luciano Castañón. «Conocí mucho a los dos primeros», relató, por su parte, Joaquín Fuertes. Éste, que se sumó a una petición del pintor Roberto Díaz de Orosia para que el Ayuntamiento dedique sendas calles a los dos asturianistas homenajeados ayer, rememoró cómo algunas voces discordantes acusaban a los dos pioneros de «querer llevar mierda al lado de la Feria (Internacional de Muestras) y de que su labor era anacrónica». «Lucharon contra viento y marea y sacaron adelante todo esto; esta placa es una manera de pedirles excusas y de recompensarles el enorme agravio que recibieron», agregó.
Gonzalo Mieres, que fue el encargado de presentar a quienes tomaron la palabra, calificó el homenaje como un acto de «justo recuerdo» por la significación de Argüelles y Moro en la «defensa de Asturias». Y agradeció a la Fundación Municipal de Cultura la «receptividad» con la que acogió la propuesta de instalar una placa en el museo. «Lo que hemos hecho no tiene mérito; es un acto de justicia», dijo el presidente de la citada fundación, Xosé Nel Riesgo. El concejal de Cultura, Carlos Rubiera, agradeció la «iniciativa de los ciudadanos» y subrayó que un pueblo sin memoria tendrá escaso futuro.
«¿Por qué somos incapaces de reconocer los méritos de quien tuvo la claridad para ver eso?», se preguntó el responsable municipal. Rubiera contó que no tuvo la suerte de conocer a Moro, pero sí a Luis Argüelles, que recibió un homenaje en el Centro Gerontológico Jovellanos en enero del año pasado. «Tuve que sufrir a los malvados pero ya no lo recuerdo bien», manifestó entonces el autor de «Indumentaria popular en Asturias», libro imprescindible en cualquier bibliografía de cultura asturiana. La coral «Costa Verde» cantó «Axuntábense» y «Gijón del alma».



FOTOS DE MI AMIGA DELIA SÁNCHEZ

Que, además me ha escrito en Facebook esto: 
Ayer día 17, he tenido la satisfacción de acompañar a mi amiga Isabel Moro en un día muy especial para ella. El homenaje a su padre José Avelino Moro y Luis Argüelles Sanchez, en la colocación de una placa conmemorativa que recuerda la inmensa labor que realizaron por el "Plueblo de Asturias". Estuvo rodeada de grandes personajes, familiares y amigos. Esto es, Isabel, que tus buenos amigos no se olvidan de él, y de igual manera a ti te quieren y te queremos.Tus bellas palabras logré captarlas bien en la grabadora (temía no lograrlo). Te las enviaré. Un beso

Luis Argüelles, mi madre, yo misma, Enma y Belén Encinas y Gonzalo Mieres

Actuación de la coral "Costa Verde"
Con mi madre y Gonzalo Mieres

Gonzalo Mieres, Carlos Rubiera, Maribel Trabanco, Luis Argüelles e Isabel Moro





lunes, 16 de septiembre de 2013

MAÑANA, DÍA 17 DE SEPTIEMBRE, EN EL PUEBLO DE ASTURIAS SE RECORDARÁ A LUIS ARGÜELLES Y A JOSÉ AVELINO MORO

A las 12 de la mañana se colocará una placa que recuerde la implicación que ambos tuvieron en la creación del Pueblo de Asturias, inaugurado en el año 1968.

FOTOS PARA EL RECUERDO
Remis Ovalle recibe a los, entonces, Príncipes de Asturias en su visita al Pueblo en 197 0

Luis Argüelles en el Pueblo con  la actriz Mary Sampere (1969)

Berta, la bailarina más joven del grupo liderado por Luis Alonso, "Aires de Asturias"   en uno de los hórreos del Pueblo (1970)

El gaiteru en el Pueblo (1972)

VII ENCUENTROS POÉTICOS LES CURRIES, 20 y 21 de septiembre, actividad coordinada por ARMANDO VEGA

VII ENCUENTROS POÉTICOS LES CUERRIES

Un año más llega la obligada cita anual para poetas y amantes de la poesía.
En esta ocasión, avanzando y enriqueciéndonos aún más con la entusiasta aportación de un grupo de actores y actrices amantes de la poesía.
Los actos de los Encuentros se desarrollarán los días 20 y 21 de septiembre.
El viernes día 20 a las 20,30 horas, en el bar Trisquel de Infiesto,  los poetas Silvino Losa, José María Aladro y Armando Vega, ofrecerán un recital poético con acompañamiento musical.
El sábado día 21 a las 11,30 horas, tras la presentación de los Encuentros y la intervención de los gaiteros Sonia Estrada y Samuel Pando en la Casa de Cultura "Marqués de de Vista alegre" de Infiesto, la compañía LUCRIFO ANPACHUrepresentará la obra
Hoy verso, mañana ya veremos... a través de la cual se hace un recorrido interpretativo por diferentes épocas de la historia del verso, que comprendería:
Romance.
Siglo de Oro.
Federico García Lorca.
Sara Kane
Sabina
Homenaje a la poesía y al teatro (Lorca).
Terminada la obra, nuevamente intervención de los gaiteros.
A continuación poetas y actores se desplazan hasta La Villa (Espinaredo) donde a las 14 horas celebran la tradicional comida, para seguidamente subir a la aldea de Les Cuerries (aldea de tan solo 10 casas que lleva 24 años deshabitada y a la que solo va gente algunos fines de semana)
Allí todos los poetas participarán en un recital dinámico, seguido de un espacio de cuentacuentos y una proyección sorpresa en la sala "El corral de Les Cuerries"
Organiza y coordina:
Armando Vega.

sábado, 14 de septiembre de 2013

"BRISA MARINA", artículo de la psicóloga ISABEL MENÉNDEZ BENAVENTE publicado en "LA NUEVA ESPAÑA" (14/10/13)

LA NUEVA  ANDADURA DEL ATENEO JOVELLANOS, UN REFERENTE DE LA VIDA CULTURAL GIJONESA

Vista desde la terraza del Centro Cultural CAJASTUR, donde se ubica el ATENEO JOVELLANOS


Huele a mar y eso siempre se agradece. Si salimos a la terraza, en un día soleado como lo han sido éstos últimos, la vista se antoja inmejorable. Vemos el puerto deportivo y parte del magnífico palacio de Revillagigedo. Pelayo nos vigila, y allí estamos todos los que formamos parte del Ateneo Jovellanos, esta entidad gijonesa en el que ahora ejerzo como secretaria de la nueva directiva.

Recuerdo perfectamente cuando me llamó la primera vez José Luis Martínez, su presidente durante dos décadas, para dar la primera conferencia. Me sentí halagada y honrada, porque el Ateneo ha sido y es un referente no solo en Asturias sino en España. Compartir el mismo espacio que tantas personalidades importantes habían pisado, me parecía un sueño. Desde entonces ha sido mi casa. He dado unas cuantas charlas más, he presentado a varios autores e incluso mi propio libro. Por eso cuando me llamó José Luis Martínez para formar una nueva directiva estaba reacia porque ustedes saben que mi vida no es precisamente tranquila, y esta llamada suponía un compromiso más. Pero entre él y Álvaro Muñiz, presidente actual, consiguieron ilusionarme y hacer que en vez de un trabajo fuera algo más por lo que luchar y entusiasmarme, y ustedes saben que a mi me encantan los retos. La respuesta de los socios y del público en general en la inauguración de la nueva sede en el Centro Cultural Cajastur Colegiata de San Juan Bautista, ha sido extraordinaria y nuestro entusiasmo ha crecido con esa respuesta. El Ateneo ha sido y es un referente cultural, y su directiva es muestra de ello. No puedo competir con ellos, ni con su alma mater, la que lleva el peso de toda la infraestructura del ateneo y de sus socios a la espalda: mi tocaya Isabel Moro. Pero sí puedo intentarlo. Puedo y voy a aceptar ese reto.

Quiero que el ateneo sea la casa en la que abuelos, padres e hijos puedan tener cabida. Quiero que esté vivo y que la cultura esté al alcance de todos los que quieran en estos tiempos de carestía total en todos los sentidos, sentir que pueden integrarse y formar parte de él. Ideas muchas; ilusión, toda. No soy una persona que pueda dedicar mucho tiempo a hacer cosas que desearía porque mi trabajo es totalmente absorbente, pero sí puedo hacer que lo que yo sé, lo mío, se pueda transmitir a los demás y podamos informar y formar para que todos tengan cabida en la cultura de la calle, de la gente corriente. Esa que necesita que les hablemos de la familia en el siglo XXI, una familia que está cambiando, y que necesita de pautas y referencias. Esa será mi primera charla, la que me han encargado como pistoletazo de salida para un ciclo que se denominará así : «La familia del siglo XXI». Una familia que sufre la lacra del paro, que tiene en los abuelos su referente y su apoyo. Una familia que necesita reorganizarse, que sufre también problemas como el acoso del alcohol (el famoso «botellón»), las drogas, la incomprensión de las amas de casa, la conciliación de la vida familiar y laboral, la educación con límites, las nuevas tecnologías, los problemas de los niños y adolescentes... en fin, todo un arco amplísimo para estudiar, hacer talleres, mesas redondas, y todas esas cosas que pienso mientras pasan las horas intentando dormir.

¡Hay tanto que hacer! Tanto que trabajar! Por eso, por darme aún más trabajo que además me ilusiona y me entusiasma, no me queda más que dar las gracias a todos aquellos socios y directiva que han confiando en mí para formar parte de ellos. Gracias de corazón. Les espero en su casa y en la mía? las vistas son inmejorable. Y no lo olviden: huele a mar.

viernes, 13 de septiembre de 2013

"CHEMA", artículo de JOSÉ MARCELINO GARCÍA publicado en el diario "EL COMERCIO" (11/09/13)

En el hormigón de acera de la calle Uría, sentado en posición de loto, vacío de gloria y con mano desarmada, parece un leve adolescente mal dormido, al que los frailes capuchinos le dan cada mañana café caliente de colegial enfermo. Su cara, delgada y palidísima (igual a la de Meter O´Toole, en “Tomás Becckete”), tiene ojos color de miedo que miran con insistencia hacia abajo. Ha sobrevivido al cementerio de su generación y, a ras de tierra, él (y yo), hilvana y deshilvana una historia confusa y coquera, un blues negro con noche de luna muerta entre los dientes. Algunos bocones le llaman al pasar borracho, cabrón, vago… Dice llorar todos los días y que hace tres meses, en cama de trullo, tuvo un bis a bis con Ana, su mujer, en Villabona, a la que escribe, solitario entre la gente, cartas de amor. La toga española metió a Chema por el alma dieciséis años de cárcel, y ahora (él ya cumplió) su mujer está también en el talego por una antigua trifulca. Mitiga las averías de la vida leyendo versos de Lord Byron, de Alberti, de Juan Ramón y Lorca. Y tiene a Homero y Henry Miller en un bolsón de intemperie que, como un viejo amigo, malvive a su lado, y en el que también guarda  recado de escribir y otros pertrechos. A veces, nieva el hambre sobre este filólogo de título, teutón de nacimiento, de padre madrileño (maestro repostero) y madre gijonesa (de El Llano), que tuvieron dulcería en la calle de San Antonio. La cerveza transparente, que es doncella y musa, la toma Chema para que habite su sangre y le cuente cosas de amor, que él escribe y manda, por el cartero de Neruda, a su amada prisionera. Y tiene un hijo, que mora en el centro del alma. Un hijo que es para él lo único puro y limpio de su vida, y más que verlo y disfrutarlo, ya sólo lo imagina. Y así, desde su cuarto/pensión, con escasez de ropa y trasquilado de pobreza, todos los días cruza la ciudad y viene hasta este desfiladero de la puta calle a sentarse sobre las barajas de piedra de la acera, cerca de la iglesia, de los bancos carteristas, de la plazuela de un escritor excelso, al mismo pie de un supermercado luminoso, con grandes letras en blanco y rojo que dicen: “Familia”

martes, 10 de septiembre de 2013

EL PRÓXIMO MARTES, DÍA 17, COLOCARÁN EN EL MUSEO PUEBLO DE ASTURIAS UNA PLACA EN RECUERDO DE JOSÉ AVELINO MORO Y LUIS ARGÜELLES

Macías esculpiendo el busto de José Avelino Moro
Ayer, cuando colgué el anuncio del homenaje a mi padre en el Jovellanos el próximo mes de octubre, no tenía esta noticia que me ha dado esta mañana  el amigo del alma Gonzalo Mieres, principal artífice de todo. Creo que son demasiadas emociones juntas, pero tengo la necesidad de compartirlas con vosotros, mis amigos virtuales. Me consta que pocos lo conocisteis, porque se fue en 1977, ya llovió desde entonces... Pero sé que muchos de vosotros, que sí me conocéis a mí, os alegráis de que esto me esté pasando. Puedo deciros que me hace muy feliz este recordatorio hacia mi padre, pero también que me siento extraña, casi como que no fuera la cosa conmigo. Ayer, cuando le comentaba a un amigo lo del Jovellanos, me decía que la pena era que los homenajes se hicieran siempre cuando la persona había fallecido. Y yo, que conocía a mi padre, sé que en vida jamás se lo hubiesen podido hacer: se negaría rotundamente. Y algo de eso me sucede a mí, me cuesta asumir la responsabilidad de agradecerlo en su nombre. Pienso que no sabré hacerlo lo suficiente, porque no media interés de ningún tipo, porque sé que quienes lo organizan están haciendo una labor muy parecida a la que hacía mi padre y lo que me apetece es homenajearlos a ellos.
Y ya no sigo, no quiero estropearlo. 
Una de las últimas fotos. En Dinamarca en septiembre de 1977 con mi madre

La placa que se descubrirá en el MUSEO DEL PUEBLO DE ASTURIAS DICE: 


'' José Avelino Moro y Luis Argüelles percorrieron Asturies pa que la nuestra cultura tradicional nun desapaeciese. Pueblu a pueblu, pieza a pieza, resalvaron del escaezu les nuestres tradiciones y punxeron les bases pa que, güel, cientos de preseos y millares de documentos conservaos neste Muséu del Pueblo dÁsturies
nos alcuerden lo que fuimos y d'au venimos.
 
Pa ponderar y agradecer el so trabayu, pa que les xeneraciones vinientes sientan por Asturies lo que´ellos sintieron, ponse esta placa na so alcordanza'
 
Xixón,  17 de    Setiembre  del 2013
 
Este ye el textu;Carlos Rubiera, concejal de cultura
y Xosé Nel Riesgo Fernández,
Director de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular
 

Presidirá el acto Carlos Rubiera, concejal del Ayuntamiento de Gijón
con la asistencia de los familiares de Luis y José Avelino
y la adhesión de amigos y simpatizantes, así como representantes
de la música y el folclore asturiano
 
Introducción al acto;
Armando Nosti y Gonzalo Mieres
Comida de hermandad de "El Comercio" en Somió Park 1966

En 1974 con los pintores Prida y Marola en el "Rincón del Arte"


Ejerciendo de Rey Mago y a punto de salir en la cabalgata organizada por GIFESA en 1955

domingo, 8 de septiembre de 2013

EL PINTOR CARLOS ROCES REIVINDICA LA FIGURA DEL ESCULTOR FRANCISCO GONZÁLEZ MACÍAS

una vista de la exposición "Capitanes de la Industria" en el Museo del Ferrocarril
En el Museo del Ferrocarril de Asturias, de Gijón, durante los pasados meses de Abril, Mayo y Junio, de 2013, presentamos la exposición "Capitanes de la Industria". 24 bustos en bronce del escultor Francisco González Macías. Unas esculturas modeladas hace unos cuarenta años, por encargo de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación y por el Ayuntamiento de Gijón.

Fueron cerca de cuarenta las esculturas moldeadas por Macías durante su estancia en Gijón. Algunas fueron expuestas, mientras otras permanecieron almacenadas durante muchos años.

La nieta del escultor bejarano, Isabel Vivancos, desea rescatar del olvido la memoria de su abuelo y sacar a la luz pública su extensa obra, injustamente olvidada. Tanto en Asturias como en otros puntos de la geografía española o en París.

Hemos comenzado el camino. Esperamos que sean muchos los que se decidan a difundir esas obras de Arte.

                                                                                    Carlos Roces Felgueroso


Un Macías joven en su estudio


Modelando la figura del pintor Marola
Escultura de Macías propiedad de la autora del blog

ENVEJECER TIENE ALGUNAS VENTAJAS

De acuerdo, no demasiadas. Pero la vejez, salvo que se instale en nuestro cuerpo la enfermedad, no es tan mala. Hay que prepararse, también es cierto, para ella. Cosa que por desgracia no se suele hacer. Lo más frecuente es que estemos esperando como agua de mayo por la jubilación y luego, cuando llega, pocos son los que saben qué hacer con ella. Yo que la tengo, la jubilación, a la vuelta de la esquina como quien dice,  creo que estoy en el momento más equilibrado de mi vida. He aprendido a controlar las emociones, que debe de ser lo más difícil de conseguir. Cualquiera que le dé hacia atrás a la moviola de su vida se dará cuenta de la cantidad de chantajes a las que ha estado sometido, incluso por quienes dicen quererle mucho. Nos sorprendería la cantidad de cosas de nuestro agrado a las que hemos renunciado –sin que en absoluto fueran malas- porque un padre, una madre, un hijo, un novio o un marido –y la lista podría ser más larga- ejercía sobre nosotros una encubierta presión que iba directamente dirigida a nuestras emociones: a  hacernos sentir culpables por no corresponder a sus perspectivas, a su cariño, al deber, a mil argumentos ligeros de  importancia pero de mucho peso para nuestras jóvenes  y poco preparadas emociones. Y, por supuesto, a la inversa: nosotros hemos ejercido esas mismas presiones sobre ellos. Al final, todos perjudicados. Pues bien, con el paso de los años vas dándote cuenta que no todo es tan importante y que de lo que trata es de ser un poco feliz y de dejar que los demás también lo sean. Esa es la primera ventaja.
Otra,  es que ya te importan muy poco los comentarios de los demás, incluso te hacen gracia. Hace un tiempo, cuando me divorcié, algunas personas se dedicaron a colgarme como novio o amante a todo el que se me acercaba. Un café con un amigo, un almuerzo, un paseo… automáticamente se convertía en un  “anda con…”, y quienes quería ir más lejos “está liada con…”. Podría haber sido cierto, pero el tiempo fue desmontando los comentarios. Por suerte, como me pillaron con una edad ya madura, pues siempre me hicieron gracia y no me  causaron ninguna preocupación. Si hubiese sido más joven, probablemente  me habrían hecho mucho daño.
Una más, es aquella que te permite manifestar tu opinión libremente, sin el temor de hace el ridículo o de mostrar públicamente tu ignorancia. Que, dicho sea de paso, con el tiempo te das cuenta  que es mucha. Tomas conciencia de lo poco que sabes de todo, de las grandes lagunas que hay en tus conocimientos. Pero también aprendes que los demás casi siempre van en tu mismo carro, aunque intenten parecer lo contrario. Tú ya no necesitas demostrar nada, eres lo que eres.

El miedo es un  tema  ya  más complicado. Yo, que nunca he sido una persona de miedos, ahora me salta con cierta frecuencia el temor al final. Que no a la muerte,  suelo decir que con ella se acaban  los problemas, con el disentimiento de todos. Pues lo que se suele comentar es que “todo tiene remedio, menos la muerte”. Por mi parte, la muerte es quien remedia cualquier problema. Pero bueno, eso no lo voy a discutir. Nunca entendí, por ejemplo, cómo en un funeral el sacerdote puede contarnos que el finado ya ha pasado a una vida mejor, que se encuentra con Dios y toda esa vida gloriosa que nos dice, y, pese a ese convencimiento, nadie se quiere morir. Extraño. Cómo queremos tardar en llegar a alcanzar ese gozo que nos espera en el más allá… No lo entiendo bien, pero bueno, mi miedo es el del más acá. No me da ningún miedo morir –ya lo dije-, por ahí ha pasado –y pasará- todo ser vivo, ¿por qué revelarme contra esa realidad  tan natural como vivir? Mi miedo es cómo morir, y en manos de quién. Esto último lo que más me preocupa. Por eso no quisiera vivir muchos años, justo aquellos en los que mis neuronas sigan funcionando, en los que no dependa físicamente de nadie. No me importa envejecer, pero hasta ese punto en el que pueda mantener mi dignidad. Me produce más que miedo, pánico, pensar que alguien tenga que cambiarme el dodotis, limpiarme los mocos, darme de comer o tirar por mi cuerpo deteriorado. A eso no quisiera llegar. Así que no me agrada nada la idea de vivir muchos años. Pero, mientras llega el deterioro físico natural quiero disfrutar de las  ventajas que nos dan los años, que no son otra cosa que experiencia. Si hubiese una segunda oportunidad seguro que todo sería distinto.