Mis escasos conocimientos informáticos, además de las limitaciones propias del blog, me impiden insertar la reproducción del vídeo que os voy a recomendar y que reza en el título. Para escucharlo simplemente debéis copiar -el título- y pegar en Google, o ir directamente a Yotube. La canción me parece hermosísima y la interpretación soberbia. Espero que os guste.
También os recomiendo -el mismo sistema de copiar y pegar: "Tosti Joaquín Pixán y Giovanni Auletta L' ultimo bacio." De esa no os pongo la letra, es más fácil entenderla.
L'alba
sepàra dalla luce l'ombra (Francesco Paolo Tosti)
L'alba sepàra dalla luce l'ombra,
e la mia voluttà dal mio desire.
O dolce stelle, è l'ora di morire,
un più divino amor dal ciel vi sgombra.
Pupille ardenti, O voi senza ritorno,
stelle tristi, spegnetevi incorrotte!
Morir debbo. Veder non voglio il giorno,
per amor del mio sogno e della notte.
Chiudimi, O Notte, nel tuo sen materno,
mentre la terra pallida s'irrora.
Ma che dal sangue mio nasca l'aurora
e dal sogno mio breve il sole eterno!
L'alba sepàra dalla luce l'ombra,
e la mia voluttà dal mio desire.
O dolce stelle, è l'ora di morire,
un più divino amor dal ciel vi sgombra.
Pupille ardenti, O voi senza ritorno,
stelle tristi, spegnetevi incorrotte!
Morir debbo. Veder non voglio il giorno,
per amor del mio sogno e della notte.
Chiudimi, O Notte, nel tuo sen materno,
mentre la terra pallida s'irrora.
Ma che dal sangue mio nasca l'aurora
e dal sogno mio breve il sole eterno!
El
alba separa la luz de la sombra (Francesco Paolo
Tosti)
El alba separa la luz de la sombra,
y mi lujuria de mi deseo.
Oh dulces estrellas, es la hora de morir,
un amor más divino del cielo os desaloja.
Pupilas ardientes, oh vosotras sin retorno,
estrellas tristes, ¡apagaos incorruptas!
Tengo que morir. Ver no quiero el día,
por amor a mi sueño y a la noche.
Enciérrame, oh Noche, en tu seno materno,
mientras la tierra pálida se moja en el rocío.
Pero [haz] que de mi sangre nazca la aurora,
¡y de mi breve sueño el sol eterno!
El alba separa la luz de la sombra,
y mi lujuria de mi deseo.
Oh dulces estrellas, es la hora de morir,
un amor más divino del cielo os desaloja.
Pupilas ardientes, oh vosotras sin retorno,
estrellas tristes, ¡apagaos incorruptas!
Tengo que morir. Ver no quiero el día,
por amor a mi sueño y a la noche.
Enciérrame, oh Noche, en tu seno materno,
mientras la tierra pálida se moja en el rocío.
Pero [haz] que de mi sangre nazca la aurora,
¡y de mi breve sueño el sol eterno!
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