Con la crisis todos somos muy pobres. Unos porque no tienen dinero, otros porque sólo tienen dinero y los más, porque consentimos una cosa y la otra.
Como hago cada sábado esta mañana he ido a tomar un cafetito en las proximidades de
Regreso al pobre nuevo, a la
persona que hoy me encogió el alma. En la esquina de la calle Covadonga con
Cabrales un hombre de no más de setenta años trataba de vender pañuelos de
papel. Iba bien vestido, aseado, como un paseante normal. Nada hacía suponer
que se trataba de un pobre, a no ser por su entristecido semblante, por una
vergüenza que se adivinaba por sus rígidos
movimientos. No tuve valor para pararme, para preguntarle por qué tenía que
vender pañuelos en una esquina de Gijón uno de los días más lluviosos del
año. Pero supe, sin que mediara palabra alguna, que ese hombre era una víctima
de la crisis, posiblemente con una exigua pensión trata de ayudar a sus hijos,
o a sus nietos, o probablemente… ¡qué importa la razón! El drama está servido en
bandeja. Y nosotros, que somos “los más”, que decía al comenzar, pasamos
tranquilamente a su lado sin hacer nada, sin poder hacer nada, porque aunque hoy
haya conseguido vender las dos docenas de pañuelos de papel que llevaba en una
bolsa de plástico de un supermercado, mañana… ¿Qué será de él mañana?
Y
por eso hoy estoy triste, atrapada en esta sociedad enferma de injusticia, que
me convierte en cómplice al darme el privilegio del trabajo, de la familia, de
la estabilidad. Si es que hay Dios, que ni lo niego ni lo afirmo, no nos lo
puede perdonar nunca. Por muchos golpes de pecho y muchos rezos que se hagan
desde la opulencia.
Recuerdo un haiku impresionante de Herme G. Donis que dice:
ResponderEliminarSi Dios existe
¿con qué rostro recibe
a los que olvida?
No creo que yo pueda hacer un comentario más certero.
AGR
Si Dios existe??? Claro que si y El se encargó de poner sobre la tierra todos los vienes para "todos" y no solo para algunos. Luego llegaron los acaparadores y alli se formó el lio. De nosotros depende el reparto, no va a venir Dios a solucionar todos los problemas, si lo hiciera seríamos como marionetas en sus manos y no es asi. El dijo en un Evangelio "Dadles vosotros de comer" esa es la labor que tenemos encomendada pero, desde el principio lo hicimos mal y asi seguimos, de ahi que siga habiendo hambre en el mundo, el mal reparto de las cosas.
EliminarAmiga Joaquina: Gracias por tu comentario. Yo no digo exactamente que Dios no exista, lo que sí digo es que no podrá perdonarnos nuestra insolaridad por mucho que nos demos golpes de pecho y vayamos a la iglesia, si no lo acompañamos con actos. Tampoco pienso que Él deba de resolver los problemas, aunque los padres siempre intentamos socorrer a nuestros hijos, simplemente pienso que en ese "Dadles de comer" que dice el Evangelio, estamos incluidos todos, no vale echarles la culpa a los acaparadores, todos tenemos que poner nuestro granito de arena. ¿Lo estamos haciendo?
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