martes, 24 de enero de 2012

FOTOS DEL HOMENAJE A LUIS ARGÜELLES, REALIZADAS POR BELÉN ENCINAS




Mi hermana, que repito una vez más no lo es de padre ni madre pero como si lo fuera, hizo estas fotos del homenaje a Luis. Me cuenta que ha sido muy emotivo, que allí estaban algunos de sus amigos-el horario impidió que muchos pudiéramos asistir-, y que Luis estaba como siempre, sonriente, agradecido, dispuesto a recibir con alegría tanta visita. Y así queda reflejado en las fotos. Gracias, Belén, por el testimonio.

Luis Argüelles: «Tuve que sufrir a los malvados, pero ya no lo recuerdo bien»

Sánchez Vicente reivindica la figura del pionero del Muséu del Pueblu d'Asturies, «al que los bárbaros decidieron que debían echar a la calle»

10:22

Gijón, J. L. A. (La NUEVA ESPAÑA)

A sus 82 años, Luis Argüelles Sánchez pone todo su empeño en que las palabras y las imágenes no se pierdan en la niebla del tiempo. El mismo con el que evita la sombra del rencor, el puño de los reproches, el palo del resentimiento. «Tuve que sufrir a los malvados, pero ya no lo recuerdo», afirma, mientras sonríe a sus compañeros del Centro Gerontológico Jovellanos, allí por lo cimero de El Coto, y agradece reverencioso el homenaje que unos y otros, convocados por la asociación L'Arribada, le tributan.

Atrás queda la batalla que libró con el Ayuntamiento cuando, en los años ochenta, prescindieron de sus servicios como pionero y primer director de lo que ahora es el Muséu del Pueblu d'Asturies y el Muséu de la Gaita. Xuan Xosé Sánchez Vicente, escritor y presidente del PAS, reivindicó ayer la figura y la labor de Luis Argüelles como las de un insólito adelantado, un puente y un nexo entre las figuras históricas del asturianismo cultural y la generación que surgió a mediados de los años setenta en torno a Conceyu Bable. «Pero había que acabar con aquello, así que los bárbaros lo echaron a la calle, y lo hicieron, además, de mala manera y con malos modos», subrayó, en referencia al enfrentamiento con el Ayuntamiento socialista.

Sánchez Vicente señaló que, aun cuando la visión de Luis Argüelles y la de los nuevos asturianistas diferían, el autor de «Indumentaria popular en Asturias» -un libro imprescindible en cualquier bibliografía seria sobre cultura asturiana- tenía un trabajo a sus espaldas que ha sido fundamental para conservar unas tradiciones siempre al borde del escarnio o del olvido.

«Aguantó la antorcha en condiciones de frío y agua; gracias por la aportación a la cultura asturiana», subrayóSánchez Vicente, elegido por L'Arribada para hacer la semblanza de un «entusiasta» que, pese al silenciamiento oficial, «llevó su destino con honor». Tras el litigio con el Ayuntamiento cuando prescindieron de sus servicios en el Muséu del Pueblu d'Asturies, Luis Argüelles acabó su vida laboral en la biblioteca de El Coto. Fueron Luis Adaro y Daniel Palacios quienes le alentaron, a partir de 1967, a poner en marcha la colección etnográfica.

El concejal gijonés de Cultura, Carlos Rubiera, de Foro Asturias, hizo suyos algunos de los planteamientos deSánchez Vicente, aunque antes, como suele ser habitual en sus intervenciones, optó por la clave autobiográfica: «Conocí a Luis cuando iba por La Aldea, el chigre que mis padres tenían en Cabueñes». «Los asturianos le debemos mucho como pueblo», añadió, antes de abrazar un tono ligeramente apocalíptico: «Hasta épocas recientes, los bárbaros trataban de exterminar todo lo que significaba Asturias». ¿Una referencia a las políticas culturales de la izquierda? Hubo quien lo entendió así. Discretamente sentada entre el público estabaCarmen Veiga, concejala socialista y ex gerente del teatro Jovellanos.

Alberto Álvarez Peña, representante de L'Arribada, relató diversos episodios de su infancia, relacionados con las instituciones que dirigió Luis Argüelles, para mostrar cómo los trabajos de éste fueron importantes para despertar la conciencia personal sobre el valor de la cultura asturiana. También se sumó espontáneamente al turno de oradores Luis Redondo, histórico sindicalista y primer secretario general de la CSI: «Mucha gente trató de ridiculizarlo y lo echaron por místico; es bueno en el buen sentido de la palabra». Dani García de la Cuesta puso, con bandurria y gaita, la música de la tierra.

(Artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA, 25/01/2012)


1 comentario:

  1. Y gracias a ti, amiguiña, por publicarlas. José Luis no merece menos. Un abrazo. AGR

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