"ME INTERESÓ JOVELLANOS COMO PERSONA"
Pone su poesía al servicio de una cantata. Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) firma la letra de 'Oda a Jovellanos' que mañana se presenta en el Ateneo Jovellanos. Un trabajo por encargo, en equipo, diferente a los que acostumbra pero que le tiene encantado. Dice que la música de Jorge Muñiz impulsa sus palabras y las agranda.
-¿Cómo se metió en este lío?
-La idea promotora es de Joaquín Pixán. Él se dirigió a mí proponiéndome que hiciera la letra para la cantata a la que pondría música Jorge Muñiz. Yo en principio no me sentía muy animado, no por la naturaleza del proyecto, sino porque no suelo escribir de encargo y sobre un tema dado.
-¿Le costó decir que sí?
-Lo que pasó fue que, aún sin haber dicho que me comprometía a hacer esa escritura, empecé a hojear a Jovellanos. Con independencia de que ya tenía antigua noticia de la personalidad de Jovellanos, sus diarios y algunas partes de su correspondencia me dibujaron una personalidad realmente atractiva. No solo eso, sino también, de alguna manera, cercana al que puede ser mi pensamiento. Estaba ya muy cerca de hacer mía la idea de la cantata y dije que sí.
-Sí, fue un trabajo que hubo de hacerse en comunicación con el compositor, porque naturalmente en ocasiones él tenía que adecuar la música a la rítmica de mi escritura y viceversa, también yo debía procurar la rítmica de la palabra a la música. Pero esas dificultades fueron, por tanto, mejor o peor superadas. Después el trabajo continuó en la grabación del disco ya con actuación de orquesta y coro además del tenor. Porque incluso en el acto definitivo de la grabación también se dio alguna pequeña ocasión en la que conviniese todavía alguna modificación por una u otra parte. Fue una experiencia muy interesante para mí la de advertir la técnica de los músicos para incorporar la palabra a su trabajo.
-¿Cómo suenan sus palabras?
-El cómo yo no puedo decirlo porque necesitaría de unos conceptos musicales de los que no dispongo, pero lo que sí puedo advertir es que hay una adecuación y una potenciación de la palabra por parte de la música que la hace mucho más sensible y significativa de lo que imaginaba.
-Dígame, ¿qué imaginaba y qué ha resultado ser?
-La incorporación de la música es siempre una sorpresa, pero como le he dicho yo hice mi letra procurándole una estructura rítmica, y posteriormente advertí que tanto en su aspecto sensorial como significativo mi escritura dejaba de ser escritura para ser algo mucho más directo, intenso en relación con el sentido de la audición, en el orden de las significaciones, es decir, mi letra resultaba potenciada a extremos imprevistos por mí y potenciada por la música. Todo ello ha sido una satisfacción grande. Me alegra mucho haber aceptado la propuesta y ahora estoy en la situación de confiar en que los oyentes, principalmente asturianos, porque además esta es una obra de asturianía, le den el visto bueno. Tanto los ejecutantes como los autores, todos somos asturianos y esta asturianía plenaria es un hecho que me gratifica.
-La escritura es un acto de soledad y sin embargo en esta ocasión usted ha tenido que trabajar de una manera muy diferente.
-Pues sí. Hemos hecho todo tipo de comunicación incluso una conversación a tres voces en Madrid, Nueva York y León por esos medios que yo no entiendo.
-¿Le ha resultado difícil abandonar esa soledad?
-Digamos que yo he tenido que crear mi soledad. Otra cosa es que después hubiera aspectos que teníamos que conjuntar y hacer compatibles y armoniosos entre sí. Es cierto que esas modificaciones, que no fueron muchas, en alguna ocasión se vieron instantáneamente y en otras tuve que llevarlas a mi soledad. En la poesía siempre hay que llegar a una situación de plenitud solitaria incluso cuando se trata de una escritura no solitaria en sus fines y en su espíritu, sino solidaria.
-¿Ha descubierto a otro Jovellanos al abordar este proyecto?
-Me interesaron particularmente los diarios. Con independencia de las ideas sociales, del sentido de la ideología ilustrada y generosa, en los diarios aparecen las pequeñas cosas de cada día. Este aspecto traslada al ideólogo, al hombre de acción, al político, al pensador social, a un espacio de humanidad, del nivel de la que podemos tener cada uno de nosotros en las cosas de cada día. Esta humanización me hizo más sensible no ya a la personalidad sino a la persona.
-¿Y su retrato va por ahí? ¿Cómo es el Jovellanos de la cantata?
-Sí, pero la poesía no debe ser explicada porque a veces explicándola se la destruye. También me refiero a aspectos relacionados con su sentimentalidad, su manera de contemplar la cercanía de otros seres humanos y quizá también sea significativa su relación estética con la naturaleza. Por tanto, mi trabajo atañe más a la persona que a la personalidad, me interesó sentir a Jovellanos como persona.
-¿En qué proyectos anda metido?
-Ando metido en demasiados asuntos. Y digo demasiados pensando en que no pueda ser bueno estar en tanto. En los últimos cinco o seis años he viajado muchísimo y mi escritura se ha resentido, no había tiempo para ella. Pero ahora estoy tratando de avanzar tres libros simultáneamente. Uno de ellos está finalizándose, el otro sobrepasada la mitad y el tercero apenas está empezando.
-¿Nos puede adelantar algo más?
-Uno de ellos es 'Canción errónea', que ya lleva dos años de retraso en relación con mi promesa al editor. El que está mediado es un libro que me atrae mucho, pero quizá por eso va más despacito, en el que trabajo con el poeta y pintor Juan Carlos Mestre. Es un libro en el que yo he de escribir sobre sus dibujos, pero encima, yo pongo la pluma encima de sus dibujos y escribo. Será un libro de tirada corta. En poesía estoy con esas dos cosas. Y lo que apenas tengo iniciado es el segundo tomo de mis memorias, que abarcaría desde el día después de cumplir los 14 años hasta el 31 de agosto de 1959.
-¿Cuándo se publicará el primero de ellos?
-Voy a procurar en diez o doce días irme a una isla para atar los cabos de 'Canción errónea' para poder dárselo antes de finalizar primer semestre de este año al editor.
-¿Se publicará este año?
-Yo espero que sí.
(Entrevista de Mari Fé Antuña publicada en EL COMERCIO, (7/02/2012)
(Entrevista de Mari Fé Antuña publicada en EL COMERCIO, (7/02/2012)
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