Llegaron las tan esperadas vacaciones. Pero me pillan un poco a la baja. Me han dado un nuevo palo de esos que duelen y nunca crees merecer. Aunque puede que merezca: por imbécil, como mínimo. En lo tocante a cosas del alma nunca termino de espabilar, siempre me pillan con la guardia baja. Es lo que tiene ser una pringada, que te utilizan y luego te dan puerta. Pero no escarmiento, siempre confío en la bondad de quienes me rodean, no suelo ver sus fauces de lobo. Sé que si tuviese cierto abolengo y algún poderío las cosas serían distintas. Pero no es así, soy Isabel a secas. No luzco en sociedad, o como me dijeron en su día soy como un diamante en bruto, y ya hay que gastarme así. Un poco mayor para someterme a cambios. Pero bueno, espero que las vacaciones hagan milagros, espero que quienes me quieren de verdad me echen esa manita que necesito para remontar de nuevo. Sé que lo harán, más con hechos que con palabras, como debe de ser. Pero tranquilos, seguro que en mi próxima entrada, desde cualquier parte, os diré que estoy bien. Feliz verano a todos, incluso a quienes me hicieron daño.
Espero isabel que no haya sido yo el cusante de tu reves. Por aqui en Alicante todo bien, hago muchos paseos, comida bien y descanso lo que quieras, me hubiera gustado que estuvieras aqui, se que echas de menos esos paseos por la playa que tanto te gustan, espero que no dejes pasar el mes de agosto sin acercate por aqui, pronto te vere en gijon. Un beso
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