jueves, 16 de abril de 2020

"LA CRÍTICA ANTE EL CINE DE PASOLINI (4), por JOSÉ LUIS CAMPAL



16) La decimosexta colaboración cinematográfica de PPPasolini tuvo lugar en el filme colectivo Amor y rabia(1969), en el cual aportó el cortometraje de 12 minutos La secuencia de la flor de papel. Sería, además, su última participación en una película de estas características.

El analista Emiliano Fernández nos cuenta la sinopsis de este trabajo: «La premisa central es muy sencilla y gira en torno al errar de un caminante por las calles de Roma, un muchacho inocente y alegre que se topa y conversa con distintos trabajadores, entre ellos un anciano, un conductor, un barrendero y una chica con la que se besa; todo vía distintos travellings encarados desde la calle y condimentados con algo de música pop».

Para el crítico Jordi Batlle Caminal se trata de «un emblemático filme de episodios que debía ser la ilustración moderna de varias parábolas bíblicas, pero al final cambió su título por razones comerciales». En el segmento de Pasolini, «el cineasta hace su lectura del pasaje en que Cristo maldijo una higuera por, al ser marzo, no arrojar todavía sus frutos».




17) Pocilga(1969)fue un provocador drama simbólico sobre los tabúes que a España no llegó hasta 1976.

El crítico Enrique Morales escribió sobre ella que «no es una película, en el mismo sentido en el que la pocilga a la que hace alusión el título no es un lugar, sino un estado de la conciencia, de la historia y del lenguaje. Pocilga es un determinado estado de la mirada, una película-bisagra que proyecta una visión doble y de compleja diferenciación: aquella de quien observa secretamente tras la puerta y aquella otra de quien es observado. Dos miradas que se miran sin mirarse jamás, dos realidades que se escinden sin dejar nunca de ser una. Es meramente una película doble o doble película, pues narra dos historias. Dos historias, no obstante, independientes que no parecen llegar a imbricarse en momento alguno. No solo sus tramas son autónomas, sino que la realidad temporal de cada una de ellas hace imposible la citada imbricación».

Por su lado, Sofía Castaño reconoce en Replicante, acerca de este controvertido filme, que «es difícil hablar de Pocilgaporque implica hablar de las pasiones que han sido reprimidas en el fondo de nuestro inconsciente, enfrentarnos al temor de ser nosotros también capaces de matar a nuestro padre y abandonarnos a este deseo de devorarnos mutuamente y temblar de alegría».


18) En Medea(1969), PPPasolini procede a la reconstrucción de la tragedia griega de Eurípides, a cuyo papel estelar insufla vida la gran Maria Callas, si bien la primera opción había sido la actriz griega Irene Papas. Sin embargo, la elección fue la adecuada, pues cuando se estrenó en EE.UU., el crítico del New York Times aseveró que «bajo la dirección de Pasolini, Callas adquiere una presencia cinematográfica asombrosa, poseída por una fuerza que desafía a todos los enemigos, incluida la edad».

Acerca de la personalísima versión del mito, nos dice la profesora portuguesa Ana Flávia Ferraz que Pasolini está influido por «las experiencias políticas y estéticas que tuvo a lo largo de su vida», lo que le empuja a considerar a la antigua Grecia como «la cuna de los fundamentos poéticos, políticos y artísticos del mundo moderno». Y con respecto al rol femenino principal, afirma: «La Medea de Pasolini no parece querer denunciar la condición de restricción que las mujeres vivían en la polis griega, sino su naturaleza transgresora, revolucionaria y libertaria. La Medea pasoliniana apenas habla, no demuestra la fuerza de su ira y su capacidad vengativa; pero que es capaz de soltar amarras y resurgir, aunque sea de forma tan trágica».

19) Apuntes para una Orestiada africana(1970) es un trabajo de poco más de una hora de duración que el profesor João Sousa Cardoso define como un «ensayo político sobre la invención de la libertad». Su origen fue el encargo que una década atrás le hizo a Pasolini Vittorio Gassman para traducir la Orestiada de Esquilo, y que con Edipo Rey y Medeaconformaría su trilogía dedicada a los genios del teatro clásico griego.

Piensa Sousa Cardoso que nos encontramos ante «un falso estudio preparatorio, enfocado en los espacios y las gentes de África Oriental (Tanzania, Uganda y Tanganica), con vistas a una supuesta película que se realizaría posteriormente. Pero el interés de Pasolini es transformar este trabajo ficticio de búsqueda de paisajes y cuerpos en un ejercicio libre de collage que, teniendo como fondo una intención de película, encuentra en las notas, aparentemente inconexas, el objetivo último del proyecto. Los lugares del rodaje se volvieron en sí mismos el material inmediato para el trabajo de reflexión sobre la actual condición poscolonial de los recién independizados países africanos».

[Continuará]

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