sábado, 31 de marzo de 2012

BAUTIZO FUTBOLERO

Aunque parezca increíble he ido por primera vez al Molinón. Lo pasé muy bien, probablemente por la compañía: un joven treinta años más joven que yo. Desgraciadamente perdimos, y probablemente -según  mi acompañante- he visto el último de los partidos del Sporting en primera. ¡Qué se le va a hacer! Nunca pensé verme en el Molinón: no soy futbolera. Pero mira por donde puede que me aficione. Desconocía que algo tan sencillo como un balón pudiera aglutinar tanta gente: lleno total. Más de treinta mil ciudadanos de todas las edades entregados a su equipo. De "crisis", ni rastro. Por cierto,  los chicos unos "mataos", que decimos en Asturias. No dieron ni una y  era previsible por  cómo jugaron, perder. El ambiente de fiesta inicial fue virando hacia el cabreo. Sí, he dicho cabreo. Los comentarios, no los repito. Más vale, por aquello del respeto. Haré una excepción con el  reiterativo de mi vecino del asiento de atrás, que era, por otra parte la generalidad: "Cab..., que soy unos cab..., sacái a los guajes de la cantera que seguro lo faen mejor que vosotros. Ca... mecago en... que ellos parecen 20 y vosotros paecéis dos( eso se lo decía a  su propio equipo, tela cuando los destinatarios eran los contrarios). Árbrito, hijo de... que esi hijo de... pegói un emburrión a...". Con disimulo miré hacia atrás por ver la pinta del individuo: un tío normal. Pero bueno, supongo que no hay que darle demasiada importancia, al menos nadie se la daba, así que no voy a ser yo quien censure. Eso sí, si vuelvo, procuraré que sea a la tribuna de autoridades, más que nada por ver cómo se comportan. 



2 comentarios:

  1. Bienvenida al club de los sufridores

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  2. ¡Vaya bautizo el tuyo, Isabel! Yo fui muchos años socia del Sporting, luego me cansé y dejé de ir al fútbol. Mi sportinguismo revivió cuando volvimos a primera y llevo tres años de sufridora, siguiendo los partidos por la tele o la radio. El año pasado fui al Molinón principalmente para ver lo precioso que había quedado el estadio, el caso es que tuve suerte ,aquel partido se ganó y regresé feliz a casa. Este año, llevo mucho sufrimiento acumulado, así que hace tres jornadas que decidí desengancharme. No resisto más, creo que los gijoneses no nos merecemos esto...

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