GONZALO, artículo de Virginia Álvarez Buylla
Nuestro quinto nieto, pero no por ello menos deseado, nació felizmente el pasado miércoles. Su madre, Ainhoa, atendida estupendamente por todo el personal de partos del Hospital de Cabueñes, y su marido, Gabri, están felices. Yo, como siempre, me he sumido en ese estado de amor, ensoñación, alegría y hechizo que me llevarían a dar la vida por él, a desear cuidarle, mimarle, protegerle hasta el fin de sus días. Ya sé que es completamente imposible, pues mis días están contados, pero es lo que yo siento e, incluso, ya de antemano siento un odio asesino hacia cualquiera que intente hacerle daño en el futuro. Ya sé que soy un poco excesiva, pero no quiero ni puedo cambiar. Después de esta última temporada, llena de terremotos, desastres nucleares, guerras fratricidas y tiranos descontrolados, Gonzalo representa la llegada de la primavera, el júbilo, el optimismo, la esperanza, la belleza. Gonzalo es bello como un ángel, de aquellos tan hermosos pintados por Rafael. Su carita redonda y esas facciones tan perfectas inspirarían a los mejores pintores y a los mejores poetas. Siento no pertenecer a ninguna de esas categorías. Como al resto de mis nietos, no le deseo que acumule honores y riquezas; le deseo que sea un hombre de bien, que acumule buenas obras, buenos amigos, que reparta paz, tranquilidad, amor y sosiego. Le deseo que siga la senda de sus antepasados, que defendieron la justicia, la educación, la sanidad y la cultura contra viento y marea. Que sea honesto, trabajador, eficiente, que se responsabilice de sus actos, que. Me gustaría tener fe en la humanidad que encontrarán mis nietos, pero he perdido mucha de esa fe. Espero con toda mi alma que las cosas mejoren, que los hombres y mujeres del futuro aprendan de los errores del pasado. Mientras tanto, Gonzalo mi corazón y mi alma están contigo.
(Publicado en el diario El Comercio, 6/04/2011)
Enhorabuena, Viki. Ellos son el futuro, a las abuelas nos queda hacer lo posible por transmitir lo poco que hemos aprendido. Un gran abrazo y mis mejores deseos para el niño y sus papás.
ResponderEliminarAurora
Nos animas a felicitarla. Lo hice en Faceebok, en El Comercio Digital y ¿porque no ahora? para una abuelona como Viki nada es demasiado, está tan entusiasmada cómo cuando se es abuela por primera vez y se entrega de tal forma.....
ResponderEliminar¡Afortunados sus nietos!
Un abrazo