jueves, 26 de junio de 2014

"A VUELTAS CON EL CRONISTA OFICIAL", publicado en el diario "EL COMERCIO" (24/06/14)

El texto que sigue lo publicaba ayer "El Comercio", y era la segunda vez que yo incidía sobre la necesidad de nombrar un cronista oficial de la villa. La primera nadie me hizo caso, pero ésta  parece ser que el PP se hizo eco de mi petición. Leo con sorpresa, en el  mismo diario, que el próximo día 11 de julio dicho partido lo llevará al pleno. ¡Por fin!
Foto que ilustra un artículo publicado en este blog de José Luis Campal sobre Bonet 

                                "A VUELTAS CON EL CRONISTA OFICIAL"


Hace algunos meses en este mismo diario publicaba un suelto en el que reclamaba que en Gijón se nombrase un cronista oficial. Como cabía esperar, las personas que tienen en sus manos estas decisiones no me hicieron ningún caso; aunque otras, las que no tienen el poder, pero sí saben la importancia que tiene recopilar y recoger hechos históricos actuales para el acervo cultural gijonés, me manifestaron su total acuerdo con lo escrito. Pero tanto ellos, como yo, somos poca cosa –o nada- para quienes deben poner en funcionamiento el mecanismo para tal nombramiento. Decía entonces, que en Oviedo tenían a la escritora Carmen Ruiz Tilve, y ahora puedo añadir que en Avilés acaban de nombrar a la historiadora Josefa Sanz Fuertes cronista de la Villa del Adelantado. En medio quedamos nosotros. Cabe preguntarse si esta corporación que tantas actividades de cultura popular  organiza en la ciudad se irá dejándonos de nuevo sin un historiador que de fe de las mismas. Y de otras menos populares también, que de todo hay. Sin cronista, perderíamos esa honda tradición histórica que tan bien desempeñaron Joaquín Alonso Bonet,  y Patricio Adúriz -hasta su fallecimiento 1992-.  Por decir que no quede. 

martes, 24 de junio de 2014

PURIFICACIÓN MENÉNDEZ (PURI) SE NOS HA IDO

Así, sin despedirse, como lo hizo Gerardo -su marido- hace ahora un año. Ambos fueron para mí personas entrañables, los echaré de menos. Pero también sé que de alguna manera tenían que estar juntos. Puri sin Gerardo, me decía en nuestra última conversación, no era nada. Es como si me faltara un brazo, pero 
nos prometimos que cuando faltara uno de los dos el otro seguiría. Y eso hizo Puri durante un año. Ahora faltan los dos. Descansen en paz mis queridos amigos. 
Puri y Delia hace apenas 15 días en un crucero por los Países Bajos

lunes, 16 de junio de 2014

"ÁNGEL AZNÁREZ, NOTARIO, MAGISTRADO DE LA SALA CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ASTURIAS", entrevista de JOSÉ MARTÍNEZ CARRASCOSA publicada en "Escritura Pública" del Consejo General del Notariado de España

Tras casi cuarenta años ejerciendo de notario, Ángel Aznárez fue elegido el pasado marzo –en el turno de juristas de merecido prestigio– magistrado de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias por el pleno del Consejo General del Poder Judicial. El que fuera
miembro del Comité Editorial de esta revista durante muchos años, expone en esta entrevista cómo afronta este nuevo reto que le traslada “de la Fe a la Justicia”.


–Como jurista de reconocido prestigio, el pleno del Consejo General del Poder Judicial le eligió magistrado de la Sala Civil y Penal del TSJ de Asturias. ¿Qué supone para usted este nombramiento? ¿Cómo afronta esta nueva etapa?

–El nombramiento lo “sentí”, más que con contento, con preocupación.
Mi decisión de “pasar” a la Magistratura, que supone sacrificios respecto de mi anterior estado, así como la mucha confianza en mí depositada por el Parlamento (asturiano) y fundamentalmente por el Consejo General del Poder Judicial, me sobrepasaron en algunos momentos. Ahora estoy muy contento y convencido de que aquella decisión, en su origen emocional, fue acertada también desde lo racional. Tengo muchas ganas de trabajar en mi nueva tarea y trataré de aportar lo más y mejor que sepa y pueda, con serenidad, con mucha serenidad. Es para mi un honor integrarme en la Carrera Judicial, lo cual es demostración de la excelencia profesional que atribuyo a muchos, a muchos, jueces.
Pasé, pues, de la Fe a la Justicia, y esto –permítaseme el desahogo– es “la de Dios”. Acaso por eso, desde hace años y sin ser consciente, estudié Teología, y la sigo estudiando.

–¿Qué puede aportar un notario a la magistratura?

Creo que la función básica del notario, que consiste en escuchar a los demás para trasladar a papel –escritura– contenidos de voluntad, es muy importante, también para juzgar. Haber estado muchos años cercano a los otros, con los demás, “a pié de obra”, conociendo muy bien los problemas de la gente, facilitará –espero– la difícil función jurisdiccional, que presupone conocimientos técnicos y comprensión humana.

–¿Qué balance haría de sus 37 años ejerciendo como notario?

–He tratado siempre de resolver problemas y no crearlos. ¿Cómo es posible causar problemas a quienes confían ciegamente en uno, en el notario? Gracias a mi función, la de Notario, poco a poco, fui adquiriendo una madurez humana, a base de reflexión y de decisión, que me resultará fundamental para mantener la serenidad en mis juicios. Ese es mi balance, muy positivo: al Notariado debo y quiero mucho; jamás lo olvidaré, forma parte de mis entrañas, y nunca seré indiferente.

–En los últimos años, el Notariado ha ido asumiendo nuevas funciones como la prevención de delitos económicos, el arbitraje, la mediación, la jurisdicción voluntaria… ¿En qué medida pueden contribuir los notarios a la agilización y mejora de la Administración de Justicia?

–No hemos de distraernos con accesorios: lo principal sigue siendo la seguridad jurídica preventiva; aquello, ya antiguo y muy vigente, de “notaría abierta, juzgado cerrado”. El problema surgió en la primera década del actual siglo, cuando el peor de los “mercantilismos”, también, alcanzó al Notariado.
No son compatibles principios notariales básicos, como el de legalidad
y el de imparcialidad, con tácticas de un pseudo marketing para “atraer” clientelas, envenenando las relaciones personales entre los notarios. Y resuelto eso, podemos empezar a debatir y demandar nuevas competencias.

–A pesar de la demora actual –en la que un asunto en primera instancia tarda 272 días de media en resolverse–, España es el tercer país de Europa con más pleitos (por detrás de Rusia y la República Checa) ¿A qué cree que es debida esta situación?

–España es un país estructuralmente muy injusto. Eso explica muchas
cosas. Acudir a los jueces, con todos los inconvenientes, resulta que es el último recurso de millones de personas que se sienten atropelladas. ¡Qué muestra de atropellos la actual crisis plural ha destapado! Frente a abusos de las llamadas “élites económicas”, solo queda la Justicia. ¡Cómo no! Y la
Justicia ha de responder y con contundencia.

–En su calidad de colaborador asiduo en la prensa y miembro del Comité Editorial de esta publicación, es un observador privilegiado de los medios de comunicación ¿Cree que el tratamiento informativo de la Justicia es adecuado?


–Es muy complicado por la propia complejidad de las funciones de Justicia y de informar. Una cosa es la realidad y otra la apariencia, sufriendo muchas veces los jueces reproches que me parecen totalmente injustificados. En cualquier caso, una colaboración y relativa cercanía entre la Justicia y los medios de comunicación, me parece esencial, pero siempre con condiciones.
Por cierto, formé parte del Consejo Editorial de “Escritura Pública”
desde los años noventa del pasado siglo, a requerimiento del notario José Aristonico García, que recuerdo con afecto y cariño, y que extiendo
a los notarios decanos José María de Prada, Juan Bolás, Pepe Marqueño, Antonio Ojeda, Guerrero, con los que lealmente colaboré en mayor o menor medida, no habiendo sido jamás militante en ninguna guerra –de ello pongo de testigo a mi querida Ana Togores–.

–Cuentan que Stendhal releía todos los días el Código de Derecho Napoleónico antes de ponerse a escribir,‘para coger el tono’. ¿Siguen siendo los textos jurídicos –sentencias, leyes, resoluciones…– un modelo de
precisión?

–Vayamos por partes. Es ya un tópico en la Ciencia Jurídica lamentarse
de la mala calidad técnica de las leyes, pero hay que comprender que el legislador ha de actuar con premura, dando respuestas a grandes problemas coyunturales y económicos. Son los economistas los que han sustituido al legislador clásico. Hay que tener en cuenta, además, que la labor legislativa en sociedades complejas es muy difícil, y que la estética de los textos ha de pasar a segundos planos. Y hay que decir muy alto que se siguen encontrando sentencias, muchas, de gran calidad y sabiduría, así como resoluciones administrativas formidables –pienso en las de la Dirección General, la de los Registros y del Notariado–.

–Como miembro de la Comisión de Urbanismo y Ordenación y presidente del Jurado de Expropiación del Principado, ¿cómo ha vivido el desarrollo
inmobiliario producido en los últimos años?

–Pues como lo que fue: un arrebato y obcecación, una locura colectiva,
por avaricia y codicia que casi todo lo infectó. Es inexplicable que las llamadas “élites” económicas hayan hecho dejación de sus funciones y se hayan puesto, ciegas, a la cabeza de los despropósitos. Las élites económicas españolas deberían hacer un profundo examen de conciencia sobre lo ocurrido en este país.

–Ha sido profesor de la Escuela de Práctica Jurídica del Principado de Asturias y en las Universidades de Salamanca y Barcelona ¿Qué consejos daría a los futuros juristas?

–Primero: que en sus años mozos estudien mucho, mucho; hagan esfuerzos, ejercitando la memoria, tan esencial al entendimiento. Segundo: que aprendan lenguas extranjeras. Tercero: leer mucho y bueno para saber muy bien hablar
y escribir. Cuarto: la llamada por los clásicos subtilitas adplicandi, es decir,
aprender y practicar técnicas de lógica y argumentación jurídicas. Yquinto: nada vale todo lo anterior, si lo nuclear, lo más profundo, corresponde
a un cafre, incluso ilustrado; o sea, a una no Persona (con mayúscula),
desvalorada.

–Por último, una indiscreción: ¿cómo preferirá ser recordado: como notario o como magistrado?

–La pregunta no me parece indiscreta, sino optimista. La dimensión profesional y la afectiva o familiar son muy importantes, diría que fundamentales. No utilizar a los demás, no causarles daño, me parece
esencial para todo, incluso para el recuerdo. Los oropeles y adornillos,
para mí, forman parte de eso que reitera la Biblia (los libros sapienciales):“
Vanidad de vanidades y atrapar vientos”. Distraerse con fantasías muy efímeras me parecen distracciones para tontos, aunque se
consideren muy listos, y quedo indiferente. A todo eso, con una corneta
o cornetín de feria, canto el “¡a mi plín!”.


jueves, 12 de junio de 2014

DESDE MI ATALAYA

foto CITOULA, diario "EL COMERCIO"
Que, lógicamente no me pertenece -pero es el lugar en el que paso la mayor parte del día-, diviso el flamante puerto deportivo, que en su día lo fue pesquero.
Y cuando me asomo a esa privilegiada terraza, desde la que algunas veces percibo el olor a mar, me remonto en el tiempo a ese puertín pesquero al que cada tarde-noche llegaban lanchas variopintas, de mil colores y no menos nombres: La cariñosa, La caprichosa, la de Pepe Romero, La Juani,  La más bonita… Todas con su apodo  familiar, inseparable una cosa de la otra. Al aire del barrio pesquero: al “Aire de  Cimadevilla”, que escribió Víctor Labrada. Allí se hablaba de  “el mi hombre”,   “la mi muyer”, que si ya llegó La caprichosa, que si traería mucha o poca pesca, que…, si voy pa la Rula porque  si paguen poco tráigalo yo pa casa y véndolo mañana delante la plaza. Ellas eran, La Vizcaína, La Rebeca, La Larola, la Tarabica… De aquella saga de mujeres  sólo queda La Larola, a quien cruzo con cierta frecuencia al entrar en “Cimavilla”, que ella dice, como dicen todos los oriundos del barrio. En él nació Pachín de Melás, y  también Arturo Arias. Nadie como estos escritores supo captar la peculiar idiosincrasia de unos personajes cuya vida estaba vinculada a la mar –en femenino, para los pescadores lo es- y, por qué no decirlo, a muchas penurias que, por otra parte, agudizaban su ingenio hasta límites insospechados.
Hoy, desde mi atalaya veo un hermoso puerto deportivo y una escultura –o lo que quiera ser- de botellas de sidra. Cuando la colocaron en Navidad, pensé que se trataba de un árbol de ídem, porque esa forma tiene. Hoy sé que no lo es, ahí sigue ya muy cerca el verano. Pero da igual, ya se ha incorporado a mi paisaje y, además, me gusta.
Todo ha cambiado mucho en algunos años, atrás queda el primer reportaje que hice –si así se le puede llamar-, siendo estudiante en prácticas, en el que el redactor jefe de turno, supongo que para quitarme del medio, me encargó precisamente sobre los nombres de las lanchas de pesca. Hoy sería impensable que ese tema tuviese interés como para se publicado: los tiros van por otra parte. La política, el fútbol y algunos temas de más enjundia –que la que tenía el nombre de las lanchas-, copan las páginas de nuestros periódicos. Sin duda, así tiene que ser, pero la nostalgia, es la nostalgia.

                                               

viernes, 30 de mayo de 2014

DON ÁNGEL AZNÁREZ TOMA POSESIÓN COMO MAGISTRADO DE LA SALA DE LO CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ASTURIAS

Foto de "La Nueva España"
El nuevo magistrado de la Sala de Lo Civil y Penal del Tribunal Superio de Justicia de Asturias (TSJA), Ángel Aznárez, ha anunciado este viernes el mismo trato por su parte para los aforados que para cualquier presunto delincuente, "sin establecer categorías especiales".
Aznárez ha hecho esta declaración de intenciones a los medios de comunicación tras el acto de toma de posesión, celebrado en la sala de plenos del TSJA, donde ha sido nombrado oficialmente nuevo miembro del tribunal.
Aznárez fue elegido por el Consejo General del Poder Judicial en la terna elevada por la Junta General del Principado, para nombrar al sustituto de José Manuel Buján, fallecido en enero de 2012. La demora en la tramitación de la propuesta de sustituto por parte del parlamento asturiano provocó las protestas del presidente del TSJA, Ignacio Vidau.
Aznárez ha reivindicado este viernes precisamente su "procedencia parlamentaria" para destacar que "la justicia emana del pueblo" y por tanto "absolutamente todos los ciudadanos son iguales ante la ley", remitiéndose también a la Constitución española, que reafirma este extremo. Preguntado por su opinión sobre la posibilidad de juzgar a una cargo político aforado, misión que compete a la sala de la que ahora forma parte, ha señalado: "cualquier asunto lo trataré de la misma manera, sea quien sea el presunto delincuente y dedíquese a lo que se dedique. No establezco ninguna categoría especial para los aforados", ha señalado.
Don Ángel acompañado de su mujer y sus hijos (foto "La Nueva España")

DEJA SU "PLÁCIDA VIDA NOTARIAL"

Se ha referido a este viernes como "un día de emociones" pero que ha de ser "hoy excepcionalmente". A partir del lunes primarán "las razones y causalidad, no las emociones". Ha reconocido que llevaba una "plácida vida en su despacho notarial", pero ha decidido estar "en este otro lado, el lado de las complicaciones porque en general este país está viviendo momentos muy complicados".
En el acto, presidido por Igancio Vidau, han estado presentes representantes de la vida política asturiana, entre ellos el portavoz socialista en la Junta General, Fernando Lastra, el presidente de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, el diputado autonómico del PP, José Agustín Cuervas Mons, el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, o el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez. También ha estado Álvaro Cuesta, recientemente nombrado vocal en el Consejo General del Poder Judicial, y que había formado parte de una primera terna parlamentaria para ocupar el puesto que hoy ocupa Aznárez, aunque no salió adelante.
Foto de "La Nueva España"


En declaraciones a los medios, Cuesta se ha felicitado este viernes de que fuese rechazada aquella primera propuesta porque el de Aznárez ha sido "un acuerdo de amplísimo consenso en Consejo General del Poder Judicial para cubrir la vacante de Buján". "Aznárez es un gran jurista, con conocimientos profundos, con una trayectoria profesional de excelencia y un alto nivel y rigor jurídico", ha señalado.

jueves, 29 de mayo de 2014

"DE NUEVO ME HE QUEDADO HUÉRFANA", ("El Comercio", 29/5/2014)

Hay días aciagos, tristes, en los que la desolación se instala en el alma,  en los que no logras levantar cabeza. Hoy es uno de ellos. Además sabes que tus amigos, aquellos más próximos, comparten contigo el dolor: el que siento desde que ayer a las diez de la noche me comunicaron que había muerto Gonzalo -el nuestro- Gonzalo Mieres.
Cuando me lo comunicaron lo primero que hice fue negarlo, acababa de recibir un correo suyo. Abrí el ordenador precipitadamente y justo, el día 26 a las 17,45 h. me había puesto un mensaje para invitarme a uno de los eventos que él organizaba. Murió, como últimamente paradójicamente me sucede con mis  amigos más cercanos, con las botas puestas. El último, o más bien el penúltimo, fue Juan José Plans. También se fue sin avisar, sin ninguna señal que me dijera que debería haber aprovechado más nuestra última conversación pocas horas antes de su fallecimiento. No diré en este pequeño reconocimiento quién era Gonzalo, todo Gijón lo sabe y sé que otros lo harán por mí. Hoy tengo la sensación de haberme quedado otra vez huérfana, porque cuando se fue mi padre me dejó a Gonzalo para sustituirlo. Y él siempre me lo recordaba con su cariño, con su bondad, con las cosas que hacía por todos nosotros. Voy guardando en mi almario a esas personas que tanto quise y que ya no están, son las reservas que acumulo cuando las cosas se ponen feas. Hoy lo están.

Comparto el dolor de su mujer y sus hijos, sé que han perdido un gran tesoro. Pero cuando la tristeza deje paso al recuerdo, se darán cuenta de que durante el resto de sus vidas disfrutarán de la inmensa  herencia que les ha dejado, esa que no se compra en ninguna parte y que nace en el corazón de las buenas personas. Lo que Gonzalo era en grado superlativo. 

martes, 27 de mayo de 2014

GONZALO MIERES SE HA IDO

Así, sin avisar. Me resulta difícil asimilarlo. En mi ordenador está el correo que me envió el lunes a las cinco de la tarde. Ningún mal presagio, todo lo contrario, me invitaba a uno de los eventos por él organizados. He vuelto a él una y mil veces, y sí fue enviado el 26 de mayo, exactamente a las 17,24 h. Pocas horas después me avisaban de su fallecimiento. ¿Cómo asimilarlo? No lo consigo, porque con él se va una parte de mi historia, de mi pasado y de este presente que era aún ayer. Descansa en paz, amigo. 

Colocando la placa a mi padre en el Pueblo de Asturias EN EL MES DE SPETIEMBRE, acto organizado por GONZALO

miércoles, 21 de mayo de 2014

MIS CITAS SEMANALES

Supongo que a casi nadie interesarán mis citas semanales, aunque estoy segura que muchas personas las comparten conmigo. Tienen lugar cada mañana, frente al primer chute de café de la jornada.  Los lunes me cito con el escritor José Antonio Mases, los martes –aunque no es muy fijo el día- con Luis Arias Argüelles- Meres, los miércoles con José Marcelino García,  también con Luis Díez Tejón y con Virginia Álvarez Buylla, los jueves con Joaquín Fuertes, los sábados con Arturo Arias. Hay más,  pero no acabo de ubicarlos en un día concreto: Janel Cuesta, Pedro Antonio Curto…, y algún otro que surge esporádicamente. Seguro que ya han adivinado que me estoy refiriendo a los  colaboradores habituales del periódico.  Tengo  la certeza de que muchas personas en Gijón tienen las mismas citas. Mis amigos, que así los considero a todos -pese a que nos veamos de pascuas a ramos- ejercen de notario, cada uno a su manera, de cuanto acontece en la villa que con orgullo llamamos de Jovellanos. A falta de un  cronista oficial, bien están varios. Ellos dan fe de la vidilla de esti pueblín –que diría Luis Argüelles o mi propio padre- en el que tenemos la suerte de estar afincados. De momento, y hasta que la Corporación Municipal –demasiado ocupada en otros menesteres- decida nombrar uno –o varios- cronistas oficiales, es lo que hay.
                                                

martes, 13 de mayo de 2014

LOS NIÑOS PRIMERO

 Nadie cuestiona la premisa que encabeza. Es más, cualquier consideración contraria nos convertiría en monstruos. Ahora bien, ¿los niños primero y de cualquier manera? Puede que no, salvo casos de emergencia extrema en la que nada importaría más allá de conservar la propia vida. Excluido esto, no podemos proteger a la infancia no importa como. ¿Por qué? Pues porque precisamente  de cómo nosotros lo hagamos ahora va  a depender, en gran medida su formación, su forma de entender la vida, su manera de integrarse en la sociedad, su débil o fuerte personalidad. Ya ningún pedagogo pone en duda que los primeros años de nuestra vida la marcan para siempre. Una infancia feliz no garantiza una vida ídem, pero sí la ancla sobre unos cimientos sólidos. Y por ello, considero que es muy importante preservar a la infancia de las calamidades que acechan hoy a los mayores, de las dificultades que encontramos muchas veces para algo que puede ser sobrevivir. Un niño no es un adulto pequeño, tiene otras características muy diferentes, por suerte para él. No podría explicarlo yo mejor a cómo lo hace la oscarizada película de Roberto Benigni “La vida es bella” –que recomiendo-, en la que en la más extrema y terrible de las situaciones, Guido, el padre de la criatura, hace que todo parezca un juego. No es nada fácil, lo comprendo, pero es importante que los niños no sean conscientes de su pobreza. Al menos hay que intentarlo.
Hace algunos años siendo colaboradora de  UNICEF, tardé en comprender cómo una organización mundial, que vela por la supervivencia de unos niños que mueren del orden de diez millones anuales por falta de alimentos, o por una vacuna que cuesta un euro, podía rechazar la oferta de una marca comercial de limpieza que quería anunciarse diciendo algo así como  que  por cada paquete que usted compre de nuestro producto (no mencionaré la marca) le daremos un plato de comida a un niño. Recuerdo que pillé un rebote de mil demonios, porque me parecía una buena campaña recaudatoria para, al menos, paliar el hambre de algunos niños condenados a morir. Hasta tal punto llegó mi indignación que a punto estuve de abandonar la organización. Con el tiempo y después de profundizar en el tema, comprendí que las cosas estaban cambiando, que ya no se trataba de hacer caridad, que estábamos ante una nueva era para la infancia, que por todos los medios había que conseguir sacarla adelante sin hacer uso de esa lástima que en nosotros produce un niño desasistido, que tan importante como darle de comer era crear los cauces que garantizasen que el día que nuestra caridad no les enviase ese plato de comida él, o su familia, podrían tenerlo.  No se trata, por supuesto, de no paliar sus necesidades, eso es primordial. Se trata de ayudarles a salir adelante, a encontrar caminos que no atenten contra su dignidad de personas, aunque pongan a salvo la nuestra.  Y ahí entrarían los gobiernos, tema arduo y complicado, porque suelen mirar hacia otro lado. ¿Qué nos queda entonces a los ciudadanos de buena fe que desearíamos ayudar? Pues nada distinto a la presión a los organismos que deben de intervenir, a los que deben de canalizar la caridad hacia una justicia social.  Ni es fácil, ni es cómodo, ni tan siquiera están garantizados los resultados a corto plazo, pero hay que intentarlo, cosas más difíciles se lograron. La infancia es nuestro mayor tesoro, ellos son el futuro, de nosotros depende que se conviertan en adultos socialmente integrados, sin baja autoestima, sin complejos adquiridos en los primeros años de vida por una estigmatización que debemos de evitar por todos los medios. Lo dicho: los niños primero, pero no de cualquier manera sino protegiéndolos, para que nunca tengan que oír que son pobres, para que no se  sientan diferentes a los demás. Y eso está sólo en manos de los adultos.


lunes, 5 de mayo de 2014

PERIODISMO DE CALLE: "LA COMARCA", "EL FIELATO", EL ORIENTE DE ASTURIAS...

Periodismo de calle, ¿versus cotilleo? En parte, puede. Ya me respondo yo misma, anteponiendo un “puede” por aquello de que los propios periodistas no se me mosqueen, que dicen ahora los jóvenes.  Lo primero, creo que habría que saber quién es periodista, ¿todo el que escribe en un periódico, tal vez? ¿Es médico todo el que trabaja en un hospital?... Por curiosidad he revisado, sin mala intención por supuesto, las colaboraciones que en un periódico local se hacen a diario y, o todos son periodistas y estoy desinformada, o los ídem se pueden contar con los dedos de una mano. Bonito está el panorama para  los jóvenes que salen de esa flamante  Facultad de Ciencias de la Información en la que algunos estudiamos. Yo les recomendaría a esos ilusionados chicos y chicas que se dedicasen a cualquier otra cosa y practicasen el periodismo por afición, les saldría más rentable. 
No tengo ninguna duda respecto a que el periodismo requiere, ahora más que nunca, una especialización y que con ella, ciertamente, no se sale de la facultad. Así que, en cierta manera, estarían justificadas esas colaboraciones de quienes tienen otras profesiones. Hasta ahí, correctísimo. Ahora bien, ¿qué le queda para el periodista de facultad? Por mi parte, lo tengo claro: el periodismo de calle. Ese que recoge todo lo que sucede en la ciudad y que va más allá de la pura información –aunque debe de ser, por supuesto,  informativo antes de nada-. Cabe preguntarse qué es el periodismo de calle y si puede interesarle a los lectores. Sin ser ninguna lumbrera, ni echar mano de las estadísticas, uno se da cuenta  de que los lectores suelen pasar de puntillas por la mayor parte de la información. Digamos que los titulares y poco más. ¿Por qué? Pues sencillamente porque casi todas  las noticias ya nos la ha servido con el desayuno bien la televisión, bien la radio. Y respecto a  los artículos de fondo –más interesantes cuanto más breves y concisos- y de  esas con frecuencia largas colaboraciones de los ilustradísimos -que no viven de escribir pero que practican esa gratificante y fructífera actividad como  medio como ocio- tienen un público tan reducido como selecto, para beneficio de la cultura.
Hay otro tipo de periodismo que interesa prácticamente a todo el mundo y que, como indicaba al comienzo, puede considerarse hasta de un poco de cotilleo. Casi nadie pasa por alto lo que le sucede al vecino, cómo vive, qué hace, cuáles son sus penas, si ha tenido algún percance… Porque no hay que olvidar que, por suerte, vivimos en provincias, en ciudades pequeñas en las que aún nos conocemos todos. Esa es precisamente nuestra  calidad de vida. Disfrutamos de privilegios que no tienen las grandes ciudades –tienen otros, por supuesto-, y probablemente el más importante sea ese contacto humano, esa comunicación que nos permite relacionarnos  con el vecino, viva en nuestra calle o unas cuantas más arriba. Y nada colabora más a esa unión que aquello que se dice el periódico del día. Cualquier sucedido publicado en un medio de comunicación, corre como la pólvora por la ciudad. A eso es a lo que yo llamo periodismo de calle.
Hay periódicos que se publican en los pueblos, casi todos de  distribución gratuita, que recogen todo aquello que acontece en su zona y esos sí hacen lo que yo llamo periodismo de calle. Me refiero a LA COMARCA”, el periódico de Salas y Pravia, que lleva más de ocho años publicándose mensualmente gracias a un periodista de raza jubilado, José Manuel Rodríguez, o José de Arango que es como se le conoce, que conoce muy bien lo que es periodismo de calle. Otro tanto sucede con “EL FIELATO” el periódico del Oriente de Asturias que dirige Javier Peruyera y el decano de la prensa asturiana “EL ORIENTE DE ASTURIAS”, bajo la batuta de Manuel Maya Conde. Y seguro que habrá alguno más, aunque no tengan la entidad de los que menciono, pero no estaría de más que los diarios relevantes de nuestra comunidad tomasen nota y destinarán algunos de sus periodistas a ese periodismo cercano que nos une a todos.

miércoles, 30 de abril de 2014

ENTRAÑABLES AMIGOS, GRACIAS POR SERLO

En los tiempos que corren, en lo que casi todo vale y en los que parece que lo más importante es trabajar para tener, yo estoy descubriendo un montón de amigos que, aunque me consta que siempre lo fueron, en estos momentos en los que ya me me hice mayor -no diré que lo soy, porque me viene mejor el eufemismo para mi autoestima-, en los que la vida me ha enseñado tantas cosas, fundamentalmente aquello que tiene valor y lo que no, me estoy dando cuenta del importantísimo caudal de amigos/as que tengo. Algunas veces me pregunto dónde estaba yo para no prestarles la atención que se merecían. Pues al hilo del homenaje que Gonzalo Mieres organizó para recordar a mi padre, se han instalado en mi vida una serie de personas entrañables que me demuestran en cada momento que me quieren bien. Probablemente  lo que más me sorprende es que nunca me han perdido de vista, y no lo han hecho porque yo era la hija de... Ni que decir tiene lo orgullosa que me siento de que así haya sido. 
Hoy he recibido este recorte del obituario que en su día escribió el inolvidable cura párroco de Sotiello, Ángel Eladio Argüelles, "alma mater" de tantas cosas en la Abadía de Cenero.  Y lo de "alma mater" no es cosa mía -aunque también podría serlo porque opino lo mismo-viene de Ángel Salas Blanco, que es quien me lo envió. Otro amigo que siempre estuvo ahí, pero que ahora incorporo a mi elenco particular de "entrañables". En ese sitio especial donde tengo a Gonzalo Mieres, a Joaquín Fuertes, a Belén Encinas, a Luis Argüelles, a José Marcelino García, a  Luis Fernández Roces, a José de Arango, a... tantos:  cada vez más. Y a otros muchos que ya no están, pero que siempre tendrán  un sitio en mi "almario". 
Gracias amigos, sin vosotros no sé qué sería de mí. 





viernes, 25 de abril de 2014

"RELATO DE UN NÁUFRAGO", GABRIEL GARCÍA MARQUEZ

El fallecimiento de García Márquez invita a redescubrirlo de nuevo. Yo he leído algunas de sus obras -no todas para desgracia de mi intelecto- hace ya bastantes años. Buscando en la reducida biblioteca que tengo, en la que no conservo demasiados libros de actualidad, porque una de mis mayores aficiones es regalar el libro ya leído a aquella persona para la que me parece apropiado; pues si disfruto comprándolo , no es menor el placer de regalarlo. Manías que una tiene y que con los años se agudizan. Creo que me he desviado de lo que quería contar, que no es otra cosa que buscando, que decía, encontré este opúsculo - por tamaño, que no científico- de lectura fácil, amena y, como corresponde a su autor, de gran calidad. Se trata, copio porque no se lee muy bien en la imagen, del " Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre". 
El texto fue publicado en un diario local por entregas, parece ser que fue un encargo periodístico, escrito en sus comienzos literarios. Merece la pena leerlo, el relato es una delicia y te envuelve desde el primer momento. Son pocas páginas, de hecho yo le he leído en un aeropuerto mientras esperaba un vuelo, y ahí lo compré.
Me permito recomendaros su lectura. Por cierto, va por la 60 edición. 

martes, 22 de abril de 2014

A PROPÓSITO DE UN ARTÍCULO QUE HE PUBLICADO EN EL DIARIO "EL COMERCIO" (SIN ÁNIMO DE POLÉMICA)

He regresado de vacaciones y mientras estuve fuera se publicó en "EL COMERCIO", el artículo que sigue y que cuelgo en el blog para -fundamentalmente en esta ocasión- someterlo a vuestro juicio, dado los insultos que por él me han hecho en Facebook. Lo he vuelto a leer con detenimiento y, la verdad, no me parece que atente contra nadie o insulte,  y menos contra la solidaridad, pero no todos pensamos igual. Por mi parte respeto profundamente a quien de mi discrepe. Y si quien me insulta considera que lo hace bien, pues... nada que objetar. No obstante sí quiero que el artículo se lea y sin ningún ánimo de polémica y si es que os apetece lo censuréis, dejando claro que no es más que mi personal opinión. 
Al final os pongo lo que ha aparecido en Facebook. 


LA  BUENA VOLUNTAD NO ES SUFICIENTE PARA FUNDAR UNA  ONG

Hace unos días los medios de comunicación se hicieron amplio eco de  una noticia que bajo el lema “Ni un niño sin cenar”, ofrecía alimentos gratuitos a los pequeños que lo necesiten. La iniciativa, que tuvo buena acogida pública, partía de dos personas que con excelente voluntad ejercían de ONG particular. Faltó tiempo para la solidaridad se desatase y llegasen aportaciones particulares en forma de alimentos. Desgraciadamente eso no puede funcionar así, y quienes colaboramos con cierta frecuencia en las entidades que se dedican a ello de forma profesional -por decirlo de alguna manera, pues casi todos son voluntarios- sabemos muy bien que sin una organización muy precisa no se puede ejercer de forma individual  esa solidaridad asistencial,  y menos la del reparto de alimentos.
Cuando esto escribo soy consciente del rechazo que puede producir lo que digo en algunas personas que lo lean, a las que yo les aconsejaría que se asomasen un poquito a las entidades que de forma oficial ejercitan esa solidaridad, tan necesaria  en estos momentos, para conocer de primera mano cuál es su funcionamiento.
Probablemente lo que afirmo necesite una explicación, pues tal parece dicho así que atento contra ese valor tan importante que es la solidaridad,  que, por otra parte,  deberíamos potenciar ahora  más que nunca ante esta brutal crisis que nos afecta. No tiene una explicación: tiene varias. Trataré de esbozar alguna.
Lo primero que yo me permitiría decir –y creo que no estoy desinformada-, nadie y recalco lo de nadie, en Gijón pasa hambre mientras esté funcionando la Cocina Económica,  la Cruz Roja, el Albergue Covadonga o Cáritas, por dar algún  ejemplo. En alguna  colaboré durante un tiempo y fui testigo de que hay comida para todo el que la necesite. También sé que los servicios sociales de la ciudad que funcionan bien, hasta donde les es posible, no dejan desasistido a quien de verdad necesita ayuda, máxime si por medio hay niños, al canalizar las ayudas hacia donde corresponda.  
Es decir, gestionar la pobreza –paliarla- tiene sus cauces. No podemos convertirnos en ONGS particulares por mucho que nos lo pida el corazón. Hacerlo generaría un tremendo caos que perjudicaría a los más necesitados. Lo que sí debemos es colaborar con ellas, aportando trabajo, alimentos, algo de dinero… Porque, por desgracia, hay mucho fraude en los intermediarios. Pero líbreme dios de referirme a el caso de “Ni un niño sin cenar” en ese sentido: no tengo la menor duda de la buena voluntad de quienes la están poniendo en práctica.

A lo anterior, añadiría que  en el caso concreto de dar de cenar a los niños, la cosa es más complicada. No se trata, en mi modesta opinión, de facilitarles unas galletas o un plato de comida sin más, porque los alimentos han de estar controlados.  Aquellos establecimientos que las sirven -Cocina Económica, entre otros-, tienen unas exhaustivas revisiones sanitarias. Un coche particular no es el medio adecuado de transportar alimentos . También las instalaciones han de ser las adecuadas, no se puede recibir a unos niños en un local que no tenga las mínimas condiciones para la función que se piensa desarrollar en él. Esta forma de ayuda, sin que se entienda en lo que digo ningún ánimo ofensivo hacia  quien puso toda su buena voluntad en este proyecto, recuerda más a una caridad de pos guerra. Los tiempos han cambiado y la dignidad de quien nada tiene es algo que hay que salvaguardar con mucho celo. Personalmente me aterra pensar en esos niños que acudirían, si esta sui géneris ONG prospera, a recoger su plato de comida como “niños pobres”. Los estaríamos, sin ninguna duda, estigmatizando. Nuestros niños no pueden –no deben- de ser consciente de que son pobres, no podemos truncarles su infancia dándoles de comer en lugares de beneficencia. Tienen que ser como los demás, y las ayudas necesarias han de ser realizadas por los cauces adecuados, aquellos que los organismos estatales o privados  les ofrezcan; allí donde personas especializadas ejerzan más que la pura y dura caridad, una justicia social. Y aquí apelo a quien competa esa función, al defensor del menor tal vez, que espero ya  haya puesto en funcionamiento el sistema para averiguar en primer lugar,  si es verdad que en Gijón hay niños que pasan hambre; y  si así fuera, espero que esté trabajando para subsanarlo. Nosotros, los ciudadanos de a pie debemos de colaborar con esos organismos que tanto bien hacen a la sociedad, pero no constituirnos en ONGS.  Animo a quien esto lea a darse una vuelta por la Cocina Económica o por Cáritas, y a depositar allí su ayuda. La información que le faciliten  de primera mano, lo que vea in situ, les aclarará muchas dudas que yo por este medio no puedo explicar 
                               ESTE ES EL TEXTO APARECIDO EN FACEBOOK

Bueno hoy despierto con un escrito en El Comercio de una que dice llamarse Isabel Moró y, que si es periodista, la Ética no la estudio.
No se detrás de ella quien esta, pero ella es mentirosa, cínica y demás. Que sabrá de La Cocina Económica? Yo estoy allí casi todos los días, trabajando, voluntariamente y feliz, desde las nueve de la mañana hasta las dos que se cierra el comedor, ella lo del voluntariado lo vio en algún programa de la tele.
Con personajes como ella, en este País, así nos va. No sabe nada, pero lo inventa y lo hace para hacer daño y lo único que consigue que hoy recibí llamadas de muchísima gente, involucrados en el proyecto y que dirigen otros muy importantes, desacreditando las mentiras de esta escritora de pacotilla.
Entérate Isabel y cuando sepas la verdad del proyecto, si te apetece lo plasmas, pero mentiras sobre tu trabajo, pero sobre el mío no, porque no te lo voy a consentir.
Con lo que hiciste se ve que no eres nadie.
 Blanca.

Nota: De los insultos puedo pasar tranquilamente, puede que me los merezca, pero sí he estado trabajando bastante en la Cocina Económica, como voluntaria e incluso cubriendo alguna baja contratada. Sor Mari sela, Sor Moris, sor Franca... saben muy bien quién es Isabel Moro. Añado más: durante dos año he estado atendiendo el albergue (que ahora ya no existe, pues lo han transformado en pisos) y he participado en un grupo que crearon para la formación del voluntariado. Basta con preguntar en la institución para informarse. De voluntariado sé algo...


jueves, 10 de abril de 2014

ME VOY UNOS DÍAS POR VACACIONES







Ese es exactamente mi destino. Lo de "La deliciosa aventura de una muchacha de sangre real"... tengo mis dudas. No obstante, aunque la sangre no sea real y lo de muchacha menos, trataré de que sea una deliciosa aventura. 
Felices vacaciones, amigos blogueros. 

jueves, 3 de abril de 2014

ENCUENTROS POÉTICOS EN EL ANTIGUO INSTITUTO MAÑANA, VIERNES, 4 DE ABRIL DE 2014

Agustín Delgado

(In memoriam)

Mañana, viernes, 4 de abril de 2014, a las 20:00 h

Foto

Agustín Delgado (Rioseco de Tapia, León, 1941- Madrid, 2012)
Licenciado en Filosofía Pura y doctor en Filología Románica, ejerció como profesor de Literatura en diferentes institutos de bachillerato de España y en el INBAD de Toulouse (Francia).
Fue consejero de Educación de la Embajada de España en París y en Bruselas, e inspector central de Educación en el Ministerio, en Madrid.

Libros de poesía

- De la diversidad (Poesía 1965-80). Editorial Hiperión. Madrid, 1983. Recopilación  antológica de seis libros de poemas, cinco de ellos editados anteriormente: El  Silencio, Nueve rayas de tiza, Aurora boreal, Cancionero civil, Espíritu áspero, y uno más inédito: Discanto. 
- Sansirolés. Editorial Endymión, Madrid, 1989. 2ª Edición, 1993.
- Mol (Primer premio internacional Eugenio de Nora.) Ed. Endymión, 1998. 
- Las coplas de Fidelio. Ed. Breviarios de la calle del Pez. León. 1998.
            - Zas. Ed. Trama Editorial. Madrid. 1999.
-  Espíritu áspero. Antología. Junta de Castilla y León. 2001
-  Discanto. Colección Visor de Poesía. Madrid. 2005
-  Grupo Claraboya. Teoría y poemas. En colaboración con Luis Mateo Díez, Angel Fierro y José Antonio LLamas. Editorial El Bardo. Barcelona, 1975.
- Parnasillo provincial de poetas apócrifos. En colaboración con Luis Mateo Diez y José María Merino. Madrid, 1975. 2ª Edición. Ed. Endymión, 1988.
- ¿Y? , Badajoz, Los libros del Oeste, 2007.
- Mazos de luz en vilo de guadaña (Antología poética), “Diario de León”, 2007.
- Espíritu áspero. Poesía reunida (1965-2007), Madrid, 2010.
                      
Revistas de poesía 
- Miembro fundador y responsable, con Luis Mateo Díez, Angel Fierro, y José Antonio Llamas, de la revista de poesía "Claraboya". 19 números. León, 1963-68. (Véase monografía reciente de Juan José Lanz -461 páginas- sobre esta revista , libro publicado por Ediciones de la UNED)
- Fundador con otros escritores de la revista "Camp de l´Arpa". Barcelona. 1970.
-  Colaborador de la revista de poesía "Trece de nieve". Madrid. Segunda época.
                   
Poesía traducida 
- El libro "De la diversidad" ha sido traducido al chino, por el catedrático Chen Kaixian, de la Universidad de Nanjín. Publicado en la Editorial de Lenguas Extranjeras de dicha    Universidad, en 1998.
-   Antología "Poésie espagnole", preparada y prologada por Pedro Provencio. Editorial "Presses Universitaires de Lyon". 1994. Páginas 101-111.
                  
Estudios sobre poesía 
- "La poética de Luis Cernuda". Editora Nacional. Madrid. 1975. 275 páginas.
-   Crítico de poesía en la revista LEER , Madrid, desde 1998.
                   

Presencia en antologías de poesía 

Sus poemas han sido recogidos,  entre otras, en las antologías editadas por E. Martín Pardo, (1967),  M. García Posada (1980), J. Rodríguez Padrón, (1986), Santos Alonso (1986), Mari Pepa Palomero (1987), Miguel Díez Rodríguez, (1992),  Juan José Lanz (1997), Carlos Lomas (2002),  Pedro Provencio (2003).

Intervienen:

Francisco Álvarez Velasco

Ángel Fierro

Publio Lorenzana

Antonio Merayo
.
Música:

Grupo Gijón de Pulso y Púa

Organizan:
Asociaciones culturales “Versos Libres” y “Encadenados”


Dirección C/Jovellanos, 21. 33201 Gijón

"LOS POBRES DE MI CIUDAD", publicado en el diario "EL COMERCIO" (1/04/2014)

Muchas veces me pregunto si ser pobre será exclusivamente no tener recursos. Creo que esa es una manera de serlo, probablemente la más dura. Pero uno puede ser pobre de muchas formas, porque como reza el dicho popular, no sólo de pan vive el hombre. Esta última es una cuestión en la que no voy a entrar: doctores –o filósofos- tiene la iglesia. En este caso me voy a referir a aquellos que encuentro en el trayecto que va desde mi casa hasta el trabajo: los que llamo  de solemnidad, porque no tienen nada. Los tengo contabilizados hasta tal punto que  cuando me falta alguno lo hecho de menos.
En la calle 17 de agosto, en la puerta de un supermercado, sentada en cartones y tapada con mil mantas viejas y raídas, una mujer anciana –por no llamarla vieja que pude sonar despectivo-, coloca su puesto de recaudación. Llega acompañada por el que se supone es su marido, cargada de bolsas, poco después de que se abra el supermercado. Me consta que tiene donantes fijos, que le dan una barra de pan, algo de fruta, aceite… de ahí que venga con bolsas: para poder llevárselo después. Ni que decir tiene que es rumana.
Sigo por  Begoña, al lado de los Carmelitas. Ahí suele haber dos, algunas veces tres. A pie de escalera está Juan, esperando la beneficencia de quienes a primera hora acuden a rezar. A cambio de unas monedas les da los buenos días y les abre la puerta. Es un sitio bueno para pedir, me confesó un día bajando la cabeza y sin mirarme. No me extraña pues si algo nos enseñó Jesucristo es la práctica de la caridad. Estaría mal acercarse al templo y no dejar unas monedas en la mano que nos las pide…
 En el banco de enfrente –el primero del paseo-  está casi siempre que no llueve Joaquina, ella lo tiene más difícil, es alcohólica y se le nota. Fundamentalmente porque siempre está pegada a un cartón de vino perronero. Yo creo que no es un buen sitio para mendigar en esas condiciones, me consta que para algunos feligreses es una perdida. En cierta manera dan en el clavo: fue prostituta en el Llano. Pero ya no sirve para el oficio, es vieja, fea y le faltan los dientes. Personalmente considero que es la que más  lo necesita, pero se trata únicamente una apreciación mía.
A pocos metros una casi niña aún de ojos muy azules  estira la mano vestida de princesa, de princesa repudiada más bien. En un español apenas entendible se dirige a los viandantes pidiendo caridad. Es rumana y cada mañana su padre, o lo que sea, la lleva a ese “puesto de trabajo” en el que pasa casi todo el día. Supongo que el lugar le será rentable. Nunca he conseguido cruzar una palabra con ella, y lo intenté. Posiblemente una de las órdenes de quienes la explotan sea la de no hablar con nadie: lo cumple al pie de la letra.
A medio paseo un hombre de unos cincuenta años pide sentado en las escalerillas de una entidad bancaria, de ese lugar donde se supone está el dinero. Tiene como reclamo un letrero que dice que es español y que no tiene trabajo. Está claro que la mayor competencia está en los extranjeros. Utiliza para recaudar una caja de zapatos de cartón, no estira la mano como los otros. También debe de compensarle, porque lleva muchos meses en el mismo sitio.
Al final del paseo Alberto toca la guitarra y… por supuesto también pide. No importa que llueva, ni que haga un día de perros, él ahí está con su guitarra; ahora eléctrica, la ilusión de su vida me dijo. Le pagaron los atrasos de la ayuda social y se compró un instrumento de trabajo mejor –eso considera él que es-. Quería ser músico, lo intentó, pero terminó en la calle, como empezó Sabina, me apostilla cuando le expongo mis dudas de que pueda ser un buen oficio para su futuro.
En la cuesta de Begoña curiosamente no hay nadie implorando caridad. Pero apenas torcemos hacia la calle de los Moros, frente al kiosco de la ONCE, un señor bien vestido, de unos sesenta años solicita ayuda; se acompaña de un cartel  que dice que mejor es pedir que robar. Tiene razón. Y allí está un día tras otro, y de cuando en cuando pega la hebra con el vendedor del cupón. Es como de la familia, familia de la  calle, claro.
A cuatro pasos, en la misma calle de los Moros, a la puerta de un supermercado, idéntica escena a la primera que mencioné: una rumana muy mayor, entre harapos y bolsas estira la mano y, curiosamente, da los buenos días a todo el que pasa por su lado. No encuentro en el camino  más supermercados, pero la impresión que tengo  es que se trata de un grupo organizado de señoras mayores colocadas estratégicamente a las puertas de los puntos de venta de alimentación. Todas responden al mismo perfil: ancianas, rumanas, sentadas en cartones y cargadas de bolsas.
Concluyo mi periplo de pobres en el café del Instituto, donde tomo el café que me ayudará a sobrellevar la mañana. Por allí pasa siempre Luis, que no pide limosna, trabaja: intenta vender pañuelos de papel, balletas, bolígrafos, lo que cuadre. Y a este es al único que socorro, si así se puede llamar a mi exigua limosna. Le invito a un café con leche que él agradece más que unas monedas, porque entre sorbo y sorbo aprovecha para contarme sus pequeñas cosas, sus dificultades y alguna alegría que también tiene. De él sé que vive en Somió “con las hermanitas” –que dice-, que le tratan muy bien, pero considera que tiene que ganar algo y por eso después de desayunar se lanza a la calle a vender aquello que pueda comprar muy barato.  El último día que coincidimos me contó que estaba triste, porque antes tenía una habitación para él sólo y que ahora le habían puesto un compañero y que, claro, había perdido su intimidad. Y es que todos, hasta los más pobres tienen su dignidad. Cuesta dársela, lo reconozco, porque no siempre despiertan lástima, muchas veces –y a muchas personas que se dicen de bien- les repele tanta miseria. Todo forma parte de esta ciudad que es Gijón, y que, además, es la mía. Reconozco que soy bastante rara, y que más entretenido es pasar mirando escaparates que contando pobres. Pero, qué quieren que les diga, no puedo ser indiferente a nada de lo que sucede en la villa de Jovellanos.


                                                                           ISABEL MORO