¡Bendito seas Tú,
Oooh Creador de toda clase de perfumes!
(El Talmud de Babilonia)
Es la Literatura, la ficción, la que,
como siempre fue, nos descubre los secretos de la verdad, de la verdad de la
vida y de los sueños, que distraídos andamos por los laberintos de cada día, y
que tanto nos equivocamos llegando a tomar por genios a los más tontos del
vecindario. Robert Musil escribió que eso en su ciudad, Viena, nunca ocurrió,
pero en España, más de los Borbones que de Austrias, es frecuente y aquí, en
Asturias, lo más vienés que tuvimos, hace décadas, fue, en Oviedo, el bombonero
del Peñalva. De ese trastorno selectivo, las responsabilidades se reparten y
que cada cual apunte lo que considere, los llamados “medios” también; que yo,
por educación, no debo señalar más.
Un patriota y una matriota |
El sexo de la amapola |
Por la perfección de los colores, más
sentí con emoción que pensé, y eso que tampoco soy poeta (“ingenio lego” que
llamó Cervantes), y sentí cavilando sobre lo de Kundera: sobre las traiciones.
La palabra traición nada me gusta; en sí lleva la máxima perfidia, la
exageración de lo desleal total a todo, incluso al Estado. Suele ser palabra
–traición- de uso por llamados “patriotas”, de mostachos enhiestos y con
bigotera encamados, muy a gusto con decorados a base de hojalaterías y ojales,
y casi siempre teniendo entre sus amantes los dineros –por eso, alguien
escribió que, cuando se cruza con un “patriota” mete las manos en el bolsillo
para evitar ser robado. Las “matriotas” son, afortunadamente, escasas. ¡ Más
inteligentes que son ellas!
La autoridad |
Con bigotes y por la noche con bigotera |
Los prebostes de la llamada “sociedad
civil”, los mismos que desde tribunas de casino de pueblo piden que el Estado
no intervenga en sus asuntos, vieron la ocasión propicia para aumentar
geométricamente sus dineros, y ser así ricos de verdad –el llamando Estado de
las Autonomías a esos efectos fue estupendo para cacicatos y monsergas de las
“élites” locales-. El mismo Estado se prestó a ello aceptando -por ejemplo y
muy resumido- una legislación autonómica, fraudulenta en asunto de Cajas de
Ahorros, consiguiendo que dirigentes de esas entidades permanecieran en su
cargo “ad aeternum”, en contra de la temporalidad fijada en la básica
legislación estatal. He ahí un factor determinante para la ruina, corrupción,
saqueo y crisis financiera de las Cajas, que ahora pagamos los españoles, y
cuyo patrimonio –del pueblo- está pasando a manos de … (aquí el lector puede
escribir lo que quiera, desde tahúres a Hijas de la Caridad).
Un enrejado o cerrojazo para los de atar |
Y ello será así mientras las piezas del
“rompecabezas” no se coloquen debidamente en su sitio. El Estado, que a todos
representa, habrá de recuperar la “auctoritas” y la razón, sin dejarse menear
por mangantes. Una clase política democrática, no de petardistas, chulapones y
sablistas, habrá de temer hacer cosas sucias, compartiendo juego con unos
funcionarios, neutrales, con cultura de la imparcialidad, con sentido de su
función pública, teniendo claro que no se pueden discutir recetas de cocina con
antropófagos.
¿Y el Estado autonómico, qué? Quién
conozca la Historia de España, la Medieval y la Moderna (reinos de la
monarquía), ha de saber que España no puede ser un Estado unitario, de ahí la
necesaria defensa de las Autonomías; pero no unas Autonomías “chollo” que nos
hagan volver a lo peor, privilegios y caciquismos del siglo XIX. No puede ser
contrario al Estado de las Autonomías el que esto escribe, que gusta sin
vanagloria al haber sido propuesto por un Parlamento para ejercer su actual
servicio público de Justicia. ¡Qué más puede pedir quién, además de la legitimación cotidiana (por oficio) y no
democrática –la basada en la motivación
ajustada a Derecho de sus resoluciones-
tiene la legitimación de origen, la de haber sido propuesto por un
Parlamento democrático (autonómico)! Y siempre, en el origen de los
nombramientos de las cúpulas judiciales, hay un acto político –los que esto
duden que estudien, por ejemplo, la Corte Suprema de EE.UU. o el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
Las traiciones y sus derivados nunca
hubiesen ocurrido si la sociedad a la que el Estado ha de servir, fuera
intolerante ante la corrupción; está muy lejos de ello, lo cual tiene
explicación histórica de enjundia. La pena es que los años transcurridos desde 1977 a hoy, a esos efectos,
han sido inútiles, pues la sociedad española sigue siendo arcaica, sumisa a los
privilegios y propensa a la “devotio” visigótica al poderoso, del que quiere
estar cerca y hasta tocarlo. ¡Lamentable!
Si Kundera escribió de tristes
traiciones –es sabido que estos centroeuropeos son como su clima- concluyamos
con soles, como los de Tierra de Campos o Creta, o sea, que volvemos al
principio. Cuenta el escritor cretense, Nico Kazantzakis -coterráneo del pintor
de santos y muertos (Doménikos Theotokópoulos)- que, subiendo por el Monte
Athos, un monje le contó que, en una ocasión, se acercó a un almendro y le dijo
así: “Háblame de Dios, hermano almendro, y el almendro se cubrió de flores”. O
sea, casi como lo de los judíos de Babilonia. Lo otro, las traiciones también,
y eso oliendo los perfumes, hijos de las flores, genitales de plantas, también.
Y Mayo, es el mes de las flores.
Las fotografias fueron realizadas por el autor en Roales de Campos (Valladolid), Ribadeo (Luego), Berlín y Benavente (Zamora).
Las fotografias fueron realizadas por el autor en Roales de Campos (Valladolid), Ribadeo (Luego), Berlín y Benavente (Zamora).
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