¿Qué tiene de especial esa fecha? Nada. A no ser que
es lunes y que no tengo muchas ganas, o ninguna, de trabajar. Tampoco de
escribir, pero lo intento. Es un ejercicio que no me viene nada mal, incluso
aunque nadie se interese por mis tonterías, que eso sería lo más normal. Pero
como tengo muchos amigos/as que me quieren bien, o que por lo menos no me
ignoran, lo intento. Y sé que así es porque cuando tardo un poco –cada vez más
- en escribir algo en el blog, me lo recriminan. Si me querrán bien –eso ya lo
dije- para aguantar mis rollos.
Escribo, lo sé, de nada. Pero de no mucho más lo
hacen algunos –no todos- de los prebostes
que llenan a diario los periódicos.
Unos, porque se empeñan en emponzoñarnos, más de lo que estamos, con temas
políticos; otros, porque sueltan unos rollos imposibles de tragar sobre algún
tema que les parece de interés –que lo es para ellos- y que a la mayor parte de los lectores ni nos va,
ni nos viene; y quedan los terceros –raza en extinción- que son los que se
acercan a la vida de los ciudadanos, los que hacen periodismo de proximidad,
los que nos cuentan historias que nos interesan, porque forman parte de nuestra
vida. Curiosamente la nueva generación de periodista menosprecia, a su manera,
ese periodismo de calle que hasta hace no muchos años se practicaba en pequeñas
ciudades como ésta de las mil caras. Y son precisamente esas
mil caras que tiene la villa las que a nosotros, lectores de a pie, nos
interesan. De la ciudad nos gustan sus
gentes, sus rincones, las anécdotas que protagonizan algunos ciudadanos
geniales, nuestros héroes –que también los tenemos- y un largo etcétera que
pasa desapercibido a quienes manejan los medios y tiene el poder de la
comunicación en sus manos. Pero qué queréis que os diga, cada vez están más
lejos de nosotros. Que sí, que nos interesa lo que pasa en la casa
consistorial, que nos interesa saber si fulano o mengano metió la mano en la
caja pública, todo eso está muy bien, pero lo único que consiguen es ponernos
de al humor ya con el ojeo que damos a la prensa con el desayuno. Y cada vez
con más frecuencia oyes decir que es que el periódico dice siempre lo mismo.
Que no es cierto, lo sé. Pero los nuevos periodistas, los de la
Facultad de Ciencias de la Información – que yo
también lo soy, aunque de las primeras promociones- deberían de darse cuenta
que repetir las noticias que ya ha dado a primera hora de la mañana la radio y
la televisión no tiene ninguna ciencia. Que quienes comprar el diario quieren
encontrarse con temas diferentes y, fundamentalmente, próximos, aquellos
temas que nos tocan directamente.
Creo que acabo de escribir para nadie, pero dicho
queda.
Isabelita: Artículo redondo. Perfecto. Precisamente por lo que dices es por lo que escribo todos los meses las veinte páginas de "La Comarca", el periódico de Pravia y Salas,ya sabes el "Hola" que espero sigas recibiendo porque se te envía puntualmente, gentileza de la casa que en La Arquera,señora, somos así. Un abrazo de oso, como diría Pablo. José de arango.
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