Portada del número 100 de "LA COMARCA" |
Si tenemos en cuenta que es una edición mensual y que en un año se publican doce ejemplares... salen unos cuantos años. Pues todos ellos he recibido puntualmente la publicación, como sus cada vez más numerosos suscriptores. Siempre he pensado que este "periodiquín", como gusta llamarlo a su redactor, director y editor, José Manuel, era un lujo periodístico que él -José Manuel- regala cada mes a sus vecinos, vivan o no en la zona, porque me consta que traspasa fronteras, que al otro lado del océano también tiene lectores.
Nació casi siendo poco más que una hoja parroquial, porque ningún apoyo tenía José Manuel. Es más, le costaba dinero de su bolsillo; pero poco a poco han ido incorporándose suscriptores y anunciantes, y con ello más páginas. Hoy tiene ya entidad de periódico, o revista, que poco más da. Y en este número cien se ha incorporado el color. En tiempo de crisis esto puede considerarse un milagro, aunque yo no creo en los milagros. O sí creo, pero siempre que vengan avalados por el trabajo de quien los consigue, en este caso de José Manuel.
Probablemente en este momento yo debería de escribir que es fantástico, que... Pero no lo haré, no quiero caer en la trampa del halago: no es necesario. Hay cosas que hablan por sí mismas, que no necesitan voceros para cantar sus bondades. Este es el caso. José Manuel -mi maestro periodístico- sabe perfectamente lo que opino de la publicación sin que se lo diga. Únicamente añadiré: ánimo amiguín. Él conoce perfectamente su significado.
Queda claro el trabajo en equipo |
Ya lo creo que acertaste "amiguín" |
Pues también yo he participado en este número 100 |
Yo llamo a La
Comarca el “Hola”, porque es un fiel reflejo de la vida
social de eso, de La Comarca. Nada
se escapa al ojo periodístico de quien lo es. Quienes conocemos la publicación
sabemos que todo lo que suceda en la zona será fielmente reflejado en el
próximo número. Y que una persona, sin ganar nada con lo que hace, me temo que
en algún momento poniendo dinero de su bolsillo, se preocupe y ocupe de la vida
de unos pueblos que van desapareciendo por el abandono en que los han ido
sumiendo, demuestra querer mucho a sus
gentes y amar también mucho una
profesión que escogió libremente y que me consta le ha hecho feliz a lo largo
de su vida.
Cuando hace
tiempo José Manuel, o Arango, como se le quiera llamar, me comentó la idea de
publicar una revista para su “comarca”, le animé, siempre estuve convencida que
sería un éxito y que lo haría magistralmente. No me equivoqué.
Quisiera, aunque
tal vez aquí no proceda, pero lo diré, hablar un poco de este director de
periodiquín de pueblo, como solemos llamarlo él y yo familiarmente. José Manuel
ha sido para mí un maestro de periodistas. Me ha enseñado a olfatear la
noticia, pero no sólo eso, también a ver a la persona que hay detrás de cada
acontecimiento, detrás de cada suceso. No hay que narrar los hechos fríamente,
eso no es suficiente nenita –me decía-, hay que captar la esencia, no olvidarse
que detrás de todo siempre hay personas, con penas y alegrías, todo debe de ir en función de esas personas. Y esa
enseñanza no la he podido olvidar nunca. Él la practicó siempre, por eso hoy
con su “Comarca” está tan cerca del pueblo y así le quieren. Es una suerte para
Pravia, Salas y alrededores que un paisano, que es lo que es de los pies a la
cabeza, recorra los pueblos, casa por casa y se interese por lo que a cada uno
le sucede y luego, de fe, como si de un notario se tratase de cuanto acontece
en “La Comarca ”.
Yo ya espero por el número 200, que está ahí a la vuelta de la esquina. Mi más
sincera enhorabuena al director y a los lectores que son, en suma, la razón de
este “Hola” de Salas y Pravia.
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