domingo, 23 de agosto de 2009

¿Y TÚ QUE OPINAS?



Con frecuencia me pregunto si algún día yo fui adolescente. La respuesta es obvia, todos lo fuimos en algún momento de nuestra vida, pero me queda ya tan lejos que me cuesta trabajo situarme en ella. Tal vez haya ido olvidando, por esos mecanismos de defensa –que diría un psicólogo- que van aparcando las experiencias que no nos interesa recordar; y si apuro un poco más, por olvidar la época más estúpida de mi vida. Pero el caso es que aquello que yo hacía en mi adolescencia me cuesta actualizarlo. Supongo que serían muchas tonterías, pero no las mismas que ahora veo en los adolescentes de turno. De eso sí estoy segura. Vivo muy cerca de los lugares considerados de “moda” por las niñas y los niños –pongamos los dos géneros, no nos tachen de sexistas- que no llegan a los 20 años, y en algunos casos no pasan de los doce o trece. Esos chicos/as hacen “su” compra los sábados por la tarde en el mismo supermercado que yo adquiero los olvidos de última hora. Acarrean cestas llenas de botellas de alcohol de la más alta graduación, entre risas, empujones y algunas mal sonantes palabras que no suelen venir a cuento. A la hora de pagar, uno de ellos saca orgulloso su carnet de identidad, que lo único que dice es que tiene 16 años; mientras el resto –los que no pasan de doce o trece- jalean y celebran la compra. Suben las escaleras saltando y brincando como haría un niño –que es lo que son-, y ya en la calle se disponen a hacer sus mezclas. Esto sucede más o menos a las siete de la tarde, un par de horas después esos niños/as dejan de serlo, y ya no se les puede llamar ni siquiera adolescentes, dejan de ser personas para convertirse en vulgares borrachines, que te empujan al pasar, te insultan si se tercia, se pelean, se morrean no importan con quien, se meten mano sin ningún pudor, abandonan las botellas vacías –muchas veces rotas- en cualquier parte de la calle, se mean en los portales, vomitan, y un largo etcétera que cualquier persona que frecuente laz zonas de moda puede comprobar. Algunas veces –más de las que se piensa, sino que pregunten en urgencias- tiene que acudir la ambulancia a recoger a muchachos/as pasados de revoluciones que a duras penas se tiene de pié. Cuando –desde mi ventana- veo tal cosa, siempre se me vienen a la mente los padres de la criatura. Trato de entender cómo se puede sobrellevar el deterioro de un hijo/a que está en lo mejor de la vida. Cómo puede uno aceptar que cada fin de semana los hijos jueguen a ver quien coge “el pedo mayor” (es su lenguaje). ¿Tienen los padres alguna opción ante tal desvarío? ¿Si -aquellos a quienes corresponda- prohibiesen el “botellón” en la vía pública no estaríamos protegiendo a nuestra juventud? ¿De verdad que no se puede hacer nada?
¿Y tú que opinas?

1 comentario:

  1. QUE OPINO YO.

    ¡Que una cosa es predicar y otra dar trigo! Claro que se deberían prohibir esos botellones. Pondría en marcha alternativas de ocio para esas edades de 13 a 16/17 años., no esos ciclos que se hacen en la verano sino de una forma continuada, pero mientras tanto habría que vigilarlos un poco más. Para recoger el trigo primero hay que sembrarlo y seguir cuidándolo. En este cuidado aparecen las tormentas, las plagas, las malas hierbas etc., prohibiendo el botellón también aparecerían, intereses económicos en contra, la propia juventud que ve cortada lo que ellos creen es la libertad etc. Por comodidad, por miedo a estas cosas no se enfrenta el problema, podemos estar cambiando de modelo de enseñanza cada dos años, podemos regalar un PC a cada alumno, podemos tener las mejores universidades, pero no cuidamos el niño o el adolescente PERSONA. ¿Qué clase de trigo espero recoger?

    Que opino yo. Que soy el malo, yo soy el que no entiendo nada, el que me veo engullido por vida que lleva nuestra sociedad, nuestra Política Nacional se encarga de que me vean como el malo. Se puede difamar públicamente, se pueden sacar cosas intimas de otras personas a la luz, no se quien me dice la verdad, si un ministro o un portavoz parlamentario, ¿Cómo intento educar en valores de responsabilidad y respeto?

    En este verano me he cansado de decir a mi nieta de 10 años, ese programa no lo puedes ver, (Hombres y mujeres, o viceversa) Abuelito son las doce de la mañana así que si lo echan no será malo, Ese canal la 3 tampoco. Ese canal la 5 tampoco, Abuelito son las 4 de la tarde. Soy el malo, o no, no todo el mundo puede pagar Tele cable o poner DDT en su casa etc. Independientemente de todo ello las autoridades deber ser las garantes de esta educación, ¿Qué hizo ese comité de sabios que se formo hace 4 años? Seguramente quedaría asombrado si viera el costo de esa comisión, pero no veo los resultados. Aquí estamos a lo que vende es lo que da dinero. Hace unos días creo era José Maria Iñigo en la radio decía, en la Televisión no hay programas buenos o malos, malos son los que no tienen audiencia y buenos los que la tienen. Y en esta batalla estoy yo

    Seguiré siendo el malo para mis nietos, hasta que alguien de los que pueden inviertan en sembrar para recoger a medio plazo, por que la realidad la estamos viendo.

    Amiga del blog y los que lo compartís perdonar me haya extendido, pero uno a veces se siente tan impotente…. Muchas gracias. pedro

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