El fin de semana pasado tuve la suerte de pasarlo en Fuente Dé. Incluso hice una travesía hasta Áliva, que me costó lo mío. Una no está ya para esas aventuras. De hecho, tuve agujetas toda la semana. Pero lo pase tan bien, estuve tan cerca del cielo, tan en contacto con la naturaleza, que no me importaría repetirlo; aunque volvieran las agujetas. Pero...tendré que conformarme con mi paseo -si es que el tiempo acompaña- por mi playina de San Lorenzo. Que también es una maravilla.
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