(Compilación exclusiva para el blog Las mil caras de mi ciudad)
José
Luis Campal
Camín, retratado por M. Ramos |
El cuarto volumen de versos del
poeta de La Peñuca ALFONSO CAMÍN MEANA (1890-1982)
que vio la luz fue La ruta, salido en 1916 del
madrileño Establecimiento Tipográfico de M. García y G. Sáez. A lo largo de 198
páginas, ofrece, además de un retrato del autor pintado por Max Ramos, un total
de 95 poemas, los cuales venían precedidos por dos composiciones que celebraban
el buen hacer de Camín: “Sinfonía cordial”,
de Emilio Carrere y “Tus versos”, de Juan Arana Torrol. Carrere
abrió su soneto así: «¡Bravo, Camín! Tu verso es
un bajel pirata, / con el velamen lírico preñado de armonía: / como un haz de
centellas, tu musa se desata / y vas como un sonámbulo ebrio de poesía».
Por su lado, Arana, desde Perú, brindó a los lectores caminianos una
encendida defensa de su arte literario: «Si te
dicen que tienen tus versos / errores y faltas; / diles tú que también la
pantera / en la piel tiene espléndidas manchas; / ¡y es por sólo esa piel que
los hombres, / contra ella esgrimen, / cobardes, sus armas!...».
Portada interior del cuarto poemario de Camín |
Entresacamos de esta cuarta
entrega poética de Camín (que el gijonés dedicó al
pintor Benjamín Palencia, «gran
corazón y grande amigo») la pieza
de orientación sentimental titulada “Página de álbum”, que ocupa la
página 38:
El verso que esta página desflora
no ha de saber acariciar tu oído;
él, como el potro de la pampa, ignora
la miel del beso y el calor del nido.
Verso como leopardo que a deshora
divagara por tu jardín florido,
hundiendo la mirada aterradora
sobre la yerba donde tú has dormido.
Mi verso, al contemplar que se perfila
tu cuerpo blanco de ideal sibila,
tomará forma varonil y humana,
y lo verás en el fragante huerto
como una esfinge de la edad arcana
que te contempla con un ojo abierto.
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