viernes, 30 de mayo de 2014

DON ÁNGEL AZNÁREZ TOMA POSESIÓN COMO MAGISTRADO DE LA SALA DE LO CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ASTURIAS

Foto de "La Nueva España"
El nuevo magistrado de la Sala de Lo Civil y Penal del Tribunal Superio de Justicia de Asturias (TSJA), Ángel Aznárez, ha anunciado este viernes el mismo trato por su parte para los aforados que para cualquier presunto delincuente, "sin establecer categorías especiales".
Aznárez ha hecho esta declaración de intenciones a los medios de comunicación tras el acto de toma de posesión, celebrado en la sala de plenos del TSJA, donde ha sido nombrado oficialmente nuevo miembro del tribunal.
Aznárez fue elegido por el Consejo General del Poder Judicial en la terna elevada por la Junta General del Principado, para nombrar al sustituto de José Manuel Buján, fallecido en enero de 2012. La demora en la tramitación de la propuesta de sustituto por parte del parlamento asturiano provocó las protestas del presidente del TSJA, Ignacio Vidau.
Aznárez ha reivindicado este viernes precisamente su "procedencia parlamentaria" para destacar que "la justicia emana del pueblo" y por tanto "absolutamente todos los ciudadanos son iguales ante la ley", remitiéndose también a la Constitución española, que reafirma este extremo. Preguntado por su opinión sobre la posibilidad de juzgar a una cargo político aforado, misión que compete a la sala de la que ahora forma parte, ha señalado: "cualquier asunto lo trataré de la misma manera, sea quien sea el presunto delincuente y dedíquese a lo que se dedique. No establezco ninguna categoría especial para los aforados", ha señalado.
Don Ángel acompañado de su mujer y sus hijos (foto "La Nueva España")

DEJA SU "PLÁCIDA VIDA NOTARIAL"

Se ha referido a este viernes como "un día de emociones" pero que ha de ser "hoy excepcionalmente". A partir del lunes primarán "las razones y causalidad, no las emociones". Ha reconocido que llevaba una "plácida vida en su despacho notarial", pero ha decidido estar "en este otro lado, el lado de las complicaciones porque en general este país está viviendo momentos muy complicados".
En el acto, presidido por Igancio Vidau, han estado presentes representantes de la vida política asturiana, entre ellos el portavoz socialista en la Junta General, Fernando Lastra, el presidente de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, el diputado autonómico del PP, José Agustín Cuervas Mons, el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, o el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez. También ha estado Álvaro Cuesta, recientemente nombrado vocal en el Consejo General del Poder Judicial, y que había formado parte de una primera terna parlamentaria para ocupar el puesto que hoy ocupa Aznárez, aunque no salió adelante.
Foto de "La Nueva España"


En declaraciones a los medios, Cuesta se ha felicitado este viernes de que fuese rechazada aquella primera propuesta porque el de Aznárez ha sido "un acuerdo de amplísimo consenso en Consejo General del Poder Judicial para cubrir la vacante de Buján". "Aznárez es un gran jurista, con conocimientos profundos, con una trayectoria profesional de excelencia y un alto nivel y rigor jurídico", ha señalado.

jueves, 29 de mayo de 2014

"DE NUEVO ME HE QUEDADO HUÉRFANA", ("El Comercio", 29/5/2014)

Hay días aciagos, tristes, en los que la desolación se instala en el alma,  en los que no logras levantar cabeza. Hoy es uno de ellos. Además sabes que tus amigos, aquellos más próximos, comparten contigo el dolor: el que siento desde que ayer a las diez de la noche me comunicaron que había muerto Gonzalo -el nuestro- Gonzalo Mieres.
Cuando me lo comunicaron lo primero que hice fue negarlo, acababa de recibir un correo suyo. Abrí el ordenador precipitadamente y justo, el día 26 a las 17,45 h. me había puesto un mensaje para invitarme a uno de los eventos que él organizaba. Murió, como últimamente paradójicamente me sucede con mis  amigos más cercanos, con las botas puestas. El último, o más bien el penúltimo, fue Juan José Plans. También se fue sin avisar, sin ninguna señal que me dijera que debería haber aprovechado más nuestra última conversación pocas horas antes de su fallecimiento. No diré en este pequeño reconocimiento quién era Gonzalo, todo Gijón lo sabe y sé que otros lo harán por mí. Hoy tengo la sensación de haberme quedado otra vez huérfana, porque cuando se fue mi padre me dejó a Gonzalo para sustituirlo. Y él siempre me lo recordaba con su cariño, con su bondad, con las cosas que hacía por todos nosotros. Voy guardando en mi almario a esas personas que tanto quise y que ya no están, son las reservas que acumulo cuando las cosas se ponen feas. Hoy lo están.

Comparto el dolor de su mujer y sus hijos, sé que han perdido un gran tesoro. Pero cuando la tristeza deje paso al recuerdo, se darán cuenta de que durante el resto de sus vidas disfrutarán de la inmensa  herencia que les ha dejado, esa que no se compra en ninguna parte y que nace en el corazón de las buenas personas. Lo que Gonzalo era en grado superlativo. 

martes, 27 de mayo de 2014

GONZALO MIERES SE HA IDO

Así, sin avisar. Me resulta difícil asimilarlo. En mi ordenador está el correo que me envió el lunes a las cinco de la tarde. Ningún mal presagio, todo lo contrario, me invitaba a uno de los eventos por él organizados. He vuelto a él una y mil veces, y sí fue enviado el 26 de mayo, exactamente a las 17,24 h. Pocas horas después me avisaban de su fallecimiento. ¿Cómo asimilarlo? No lo consigo, porque con él se va una parte de mi historia, de mi pasado y de este presente que era aún ayer. Descansa en paz, amigo. 

Colocando la placa a mi padre en el Pueblo de Asturias EN EL MES DE SPETIEMBRE, acto organizado por GONZALO

miércoles, 21 de mayo de 2014

MIS CITAS SEMANALES

Supongo que a casi nadie interesarán mis citas semanales, aunque estoy segura que muchas personas las comparten conmigo. Tienen lugar cada mañana, frente al primer chute de café de la jornada.  Los lunes me cito con el escritor José Antonio Mases, los martes –aunque no es muy fijo el día- con Luis Arias Argüelles- Meres, los miércoles con José Marcelino García,  también con Luis Díez Tejón y con Virginia Álvarez Buylla, los jueves con Joaquín Fuertes, los sábados con Arturo Arias. Hay más,  pero no acabo de ubicarlos en un día concreto: Janel Cuesta, Pedro Antonio Curto…, y algún otro que surge esporádicamente. Seguro que ya han adivinado que me estoy refiriendo a los  colaboradores habituales del periódico.  Tengo  la certeza de que muchas personas en Gijón tienen las mismas citas. Mis amigos, que así los considero a todos -pese a que nos veamos de pascuas a ramos- ejercen de notario, cada uno a su manera, de cuanto acontece en la villa que con orgullo llamamos de Jovellanos. A falta de un  cronista oficial, bien están varios. Ellos dan fe de la vidilla de esti pueblín –que diría Luis Argüelles o mi propio padre- en el que tenemos la suerte de estar afincados. De momento, y hasta que la Corporación Municipal –demasiado ocupada en otros menesteres- decida nombrar uno –o varios- cronistas oficiales, es lo que hay.
                                                

martes, 13 de mayo de 2014

LOS NIÑOS PRIMERO

 Nadie cuestiona la premisa que encabeza. Es más, cualquier consideración contraria nos convertiría en monstruos. Ahora bien, ¿los niños primero y de cualquier manera? Puede que no, salvo casos de emergencia extrema en la que nada importaría más allá de conservar la propia vida. Excluido esto, no podemos proteger a la infancia no importa como. ¿Por qué? Pues porque precisamente  de cómo nosotros lo hagamos ahora va  a depender, en gran medida su formación, su forma de entender la vida, su manera de integrarse en la sociedad, su débil o fuerte personalidad. Ya ningún pedagogo pone en duda que los primeros años de nuestra vida la marcan para siempre. Una infancia feliz no garantiza una vida ídem, pero sí la ancla sobre unos cimientos sólidos. Y por ello, considero que es muy importante preservar a la infancia de las calamidades que acechan hoy a los mayores, de las dificultades que encontramos muchas veces para algo que puede ser sobrevivir. Un niño no es un adulto pequeño, tiene otras características muy diferentes, por suerte para él. No podría explicarlo yo mejor a cómo lo hace la oscarizada película de Roberto Benigni “La vida es bella” –que recomiendo-, en la que en la más extrema y terrible de las situaciones, Guido, el padre de la criatura, hace que todo parezca un juego. No es nada fácil, lo comprendo, pero es importante que los niños no sean conscientes de su pobreza. Al menos hay que intentarlo.
Hace algunos años siendo colaboradora de  UNICEF, tardé en comprender cómo una organización mundial, que vela por la supervivencia de unos niños que mueren del orden de diez millones anuales por falta de alimentos, o por una vacuna que cuesta un euro, podía rechazar la oferta de una marca comercial de limpieza que quería anunciarse diciendo algo así como  que  por cada paquete que usted compre de nuestro producto (no mencionaré la marca) le daremos un plato de comida a un niño. Recuerdo que pillé un rebote de mil demonios, porque me parecía una buena campaña recaudatoria para, al menos, paliar el hambre de algunos niños condenados a morir. Hasta tal punto llegó mi indignación que a punto estuve de abandonar la organización. Con el tiempo y después de profundizar en el tema, comprendí que las cosas estaban cambiando, que ya no se trataba de hacer caridad, que estábamos ante una nueva era para la infancia, que por todos los medios había que conseguir sacarla adelante sin hacer uso de esa lástima que en nosotros produce un niño desasistido, que tan importante como darle de comer era crear los cauces que garantizasen que el día que nuestra caridad no les enviase ese plato de comida él, o su familia, podrían tenerlo.  No se trata, por supuesto, de no paliar sus necesidades, eso es primordial. Se trata de ayudarles a salir adelante, a encontrar caminos que no atenten contra su dignidad de personas, aunque pongan a salvo la nuestra.  Y ahí entrarían los gobiernos, tema arduo y complicado, porque suelen mirar hacia otro lado. ¿Qué nos queda entonces a los ciudadanos de buena fe que desearíamos ayudar? Pues nada distinto a la presión a los organismos que deben de intervenir, a los que deben de canalizar la caridad hacia una justicia social.  Ni es fácil, ni es cómodo, ni tan siquiera están garantizados los resultados a corto plazo, pero hay que intentarlo, cosas más difíciles se lograron. La infancia es nuestro mayor tesoro, ellos son el futuro, de nosotros depende que se conviertan en adultos socialmente integrados, sin baja autoestima, sin complejos adquiridos en los primeros años de vida por una estigmatización que debemos de evitar por todos los medios. Lo dicho: los niños primero, pero no de cualquier manera sino protegiéndolos, para que nunca tengan que oír que son pobres, para que no se  sientan diferentes a los demás. Y eso está sólo en manos de los adultos.


lunes, 5 de mayo de 2014

PERIODISMO DE CALLE: "LA COMARCA", "EL FIELATO", EL ORIENTE DE ASTURIAS...

Periodismo de calle, ¿versus cotilleo? En parte, puede. Ya me respondo yo misma, anteponiendo un “puede” por aquello de que los propios periodistas no se me mosqueen, que dicen ahora los jóvenes.  Lo primero, creo que habría que saber quién es periodista, ¿todo el que escribe en un periódico, tal vez? ¿Es médico todo el que trabaja en un hospital?... Por curiosidad he revisado, sin mala intención por supuesto, las colaboraciones que en un periódico local se hacen a diario y, o todos son periodistas y estoy desinformada, o los ídem se pueden contar con los dedos de una mano. Bonito está el panorama para  los jóvenes que salen de esa flamante  Facultad de Ciencias de la Información en la que algunos estudiamos. Yo les recomendaría a esos ilusionados chicos y chicas que se dedicasen a cualquier otra cosa y practicasen el periodismo por afición, les saldría más rentable. 
No tengo ninguna duda respecto a que el periodismo requiere, ahora más que nunca, una especialización y que con ella, ciertamente, no se sale de la facultad. Así que, en cierta manera, estarían justificadas esas colaboraciones de quienes tienen otras profesiones. Hasta ahí, correctísimo. Ahora bien, ¿qué le queda para el periodista de facultad? Por mi parte, lo tengo claro: el periodismo de calle. Ese que recoge todo lo que sucede en la ciudad y que va más allá de la pura información –aunque debe de ser, por supuesto,  informativo antes de nada-. Cabe preguntarse qué es el periodismo de calle y si puede interesarle a los lectores. Sin ser ninguna lumbrera, ni echar mano de las estadísticas, uno se da cuenta  de que los lectores suelen pasar de puntillas por la mayor parte de la información. Digamos que los titulares y poco más. ¿Por qué? Pues sencillamente porque casi todas  las noticias ya nos la ha servido con el desayuno bien la televisión, bien la radio. Y respecto a  los artículos de fondo –más interesantes cuanto más breves y concisos- y de  esas con frecuencia largas colaboraciones de los ilustradísimos -que no viven de escribir pero que practican esa gratificante y fructífera actividad como  medio como ocio- tienen un público tan reducido como selecto, para beneficio de la cultura.
Hay otro tipo de periodismo que interesa prácticamente a todo el mundo y que, como indicaba al comienzo, puede considerarse hasta de un poco de cotilleo. Casi nadie pasa por alto lo que le sucede al vecino, cómo vive, qué hace, cuáles son sus penas, si ha tenido algún percance… Porque no hay que olvidar que, por suerte, vivimos en provincias, en ciudades pequeñas en las que aún nos conocemos todos. Esa es precisamente nuestra  calidad de vida. Disfrutamos de privilegios que no tienen las grandes ciudades –tienen otros, por supuesto-, y probablemente el más importante sea ese contacto humano, esa comunicación que nos permite relacionarnos  con el vecino, viva en nuestra calle o unas cuantas más arriba. Y nada colabora más a esa unión que aquello que se dice el periódico del día. Cualquier sucedido publicado en un medio de comunicación, corre como la pólvora por la ciudad. A eso es a lo que yo llamo periodismo de calle.
Hay periódicos que se publican en los pueblos, casi todos de  distribución gratuita, que recogen todo aquello que acontece en su zona y esos sí hacen lo que yo llamo periodismo de calle. Me refiero a LA COMARCA”, el periódico de Salas y Pravia, que lleva más de ocho años publicándose mensualmente gracias a un periodista de raza jubilado, José Manuel Rodríguez, o José de Arango que es como se le conoce, que conoce muy bien lo que es periodismo de calle. Otro tanto sucede con “EL FIELATO” el periódico del Oriente de Asturias que dirige Javier Peruyera y el decano de la prensa asturiana “EL ORIENTE DE ASTURIAS”, bajo la batuta de Manuel Maya Conde. Y seguro que habrá alguno más, aunque no tengan la entidad de los que menciono, pero no estaría de más que los diarios relevantes de nuestra comunidad tomasen nota y destinarán algunos de sus periodistas a ese periodismo cercano que nos une a todos.