El titular no es noticia. Estos
pequeños -menores de cinco años- no son corruptos, no generan actualidad, no
van de una televisión a otra a contar sus miserias -o las
de otros-, no tienen interés en esta
nuestra avanzada sociedad. Ellos sólo se mueren cada día, las más de las
veces de hambre. Y todos tan tranquilos.
Hoy, me he encontrado en el
diario local con un
hermoso faldón solidario. En realidad es un anuncio en colaboración con UNICEF,
esa organización que vela por los derechos de quienes no los tienen, para pedir
una pequeña ayuda. Yo añadiría que, además de esa petición, intentan
concienciarnos de la situación. Pero, ¿Cuántos lectores habrán reparado en él?
No habrá estadísticas, que parece ser son las que dan las respuestas válidas a todas nuestras intenciones. Probablemente muy pocos se habrán detenido a
leerlo completo. Pero ahí está, casi que para nuestra vergüenza. En realidad
para la de los gobiernos –si es que alguna les queda- que son los que debieran
de tomar conciencia de la penosa situación. Se publican las listas Forbes con los más ricos del mundo, y hasta
despiertan admiración. Y en alguna parte he leído que algunos millonarios
gastando un millón de dólares diario su fortuna les duraría 220 años. De momento, que se sepa, nadie vive
tanto. Y me reitero en el titular aún sabiendo que no es noticia: 17.000 niños
podrían vivir con menos de dos euros diarios.