martes, 31 de enero de 2012

"GOBIERNO DE TÉCNICOS O DE LOS OTROS", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ

                                 
Un “técnico” como he sido llamado, puede libremente afirmar que la antipolítica y el antiparlamentarismo causan daños que con el tiempo pueden demostrase insidiosos.
Respuesta de Mario Monti a L´Osservatore Romano en la edición del jueves 19 de enero.



            El descrédito de las “agencias de calificación”, que avisan a sus clientes, que son prestamistas, de los riesgos de impagos de créditos por los Estados, es tal que, ni cuando aciertan, son creídas; un descrédito merecido como el de las agencias de tasaciones inmobiliarias o de la banca (se propone que las juntas generales venideras de algunos bancos o asambleas de cajas de ahorro se celebren en velatorios, con untos de maquillajes y productos de “tanato-estética”). Reitero, “ni cuando aciertan”, como ha sido el caso de la rebaja última en la calificación por Standard and Poor´s (13 de enero) a Italia, España y Francia. Sólo faltaría que estando esos tres países como están, muy mal, muy mal, y con una corrupción desmadrada, tuvieran notas de sobresaliente. Protestar frente a esas calificaciones, incluso haciendo trabajar a los fiscales, es patalear, que recuerda a los malos estudiantes que culpan de los suspensos al profesor por “por tenerles rabia o manía”.

            Un recorrido explicativo por Italia, España y Francia permitirá plantear cuestiones esenciales, no sólo para Europa --las “grandes corporaciones” ya están diseñando planes de actuación ante una situación de catástrofe--. Comencemos por Italia: Su Presidente de la República, onorevole Napolitano, sudó gotas gordas en noviembre último para convencer al “político” Berlusconi que dejara el Poder y lo entregara al “técnico” professore Mario Monti, resurgiendo (surgió primero en Grecia) lo del gobierno de técnicos o tecnócratas. El asunto de las relaciones entre tecnocracia y democracia, entre tecnocracia y dictadura, es, desde décadas, un clásico de la Ciencia Política (interesantes las recientes aportaciones del profesor Pier Paolo Portinaro de la Universidad de Turín y del profesor Jean-François Mattéi de la Universidad de Niza. Lo ocurrido en Italia, plantea la pregunta: ¿El actual Primer Ministro, Mario Monti, es un técnico o es un político, teniendo en cuenta que la tecnocracia “matrimonia” mejor con la dictadura que con la democracia? Muchos dicen que es un técnico, pues bien, eso yo lo dudo.

            Il professore Monti, de la Italia del Norte y no del Sur (dato importante), con prisa nombrado senatore a vita, tiene una biografía más de político que de técnico; más de afán de poder y de ejercitarlo con brillo que de gris de técnico. La habilidad con la que ejerce su actual cargo político, ese saber ser y estar en los medios de comunicación y en el Parlamento y desde el principio, no son los propios de un técnico, aprendiz de político, sino los de un político ya baqueteado, no novato --compárese con el técnico genuino, el español Ministro de Economía, de Guindos, que está el pobre con balbuceos y miedos de aprendiz, ¡qué camisas tan bonitas, qué largura de cuello como de cisne, qué rizos en la nuca!--. Pudiera ser, incluso, Monti un político nato, cuyo narcisismo y excelencia le hubiesen impedido rebajarse a apuntarse a un partido político o figurar en una lista electoral, lo cual está también muy desacreditado. Don Mario es ahora -esto es lo importante- un político muy singular: su cargo de Primer Ministro no lo debe a un resultado electoral, que es lo normal, sino a la anormalidad de un acuerdo, básicamente, de dos personas: el Presidente de la República italiana y Berlusconi, cavaliero y condottiero.

            Esa anormalidad hace de Monti un Primer Ministro FIDUCIARIO, con el significado que esa palabra tiene en el Derecho privado: el que, no siendo titular real, aparenta frente a todos una titularidad, que es formal; anomalía jurídica, que puede tener connotación muy negativa si al fiduciario se le denomina “testaferro”. Y quien deposita la confianza en un fiduciario no se podrá lamentar más tarde de quebraderos de cabeza. Es indudable que a Monti, intelectual y de excelencia, ser un “testaferro” nada, nada, le debe gustar. Por eso, don Mario, muy listo, en las complejas negociaciones para su nombramiento por dedazo y ratificado luego in Aula (terreno minato de la Cámara de Diputados), pidió que en su Gobierno entraran políticos; éstos, unos astutos y otros vengativos, no quisieron. Tuvo que escuchar cómo el onorevole Napolitano se justificaba:” El nombramiento de Monti responde a la exigencia de evitar un precipitado recurso a elecciones anticipadas”. La guinda la puso, cómo no, el otro, el Bunga-bunga (Berlusconi) justificando su renuncia: “Por sentido del Estado, para evitar a Italia un nuevo ataque de la especulación financiera”.

Lo real y verdaderamente técnico de don Mario no es su personalidad ni su sabiduría de manager, sino el mandato de su anormal elección: la actuación del Gobierno que preside estrictamente limitada a resolver problemas técnicos causados por la crisis económica, sin poder entrar en las restantes cuestiones, las políticas, y siempre a merced de los dirigentes de los partidos del arco parlamentario, entre los que está Berlusconi(las limitaciones son consustanciales de manera natural en las titularidades fiduciarias, aparentes y no reales). Podrá, por ejemplo, mandar la Guardia di Finanza a hacer inspecciones fiscales en la estación invernal de Cortina d´Ampezzo en la Nochevieja, pero no podrá enviarlos a los paraísos de San Marino o de la Isla de Malta para lo mismo. Con la Mafia y otras mafias se le recomendará tranquilidad y no alboroto. Acertado estuvo el Financial Times al calificar al actual Gobierno italiano de “Gobierno en la niebla”. Por eso en el análisis de rebaja de notas, Standard and Poor´s, dirigiéndose a sus clientes prestamistas, les advierte de la fragilidad del Gobierno italiano y de la división del Parlamento.

¿Cómo es posible que la Italia del humanismo cristiano, que parió el Mercato Comune, haya llegado a esto? La respuesta la deberían dar los italianos mismos, que no se cansaron de votar en elecciones a Berlusconi. La “cosa” empezó en 1994; en aquel entonces los italianos escogieron al cavaliero, no por ser político, no por ser técnico, sino por ser el hombre más rico de Italia. El resultado fue tan desastroso, que el Presidente de la República, onorevole Oscar Luigi Scalfaro, sudando también gotas gordas, dio un golpe de mano (o de Estado), convocándose elecciones anticipadas en 1996, que gano el Olivo de Prodi. No obstante eso, Berlusconi volvió a ser elegido en 2001 y en años siguientes reelegido. Fue muy bonito ver y oír tocar en las calles romanas el Gloria in excelsis Deo la noche de la última renuncia del Condottiero; acaso será igual de bonito, en las próximas elecciones, ver y oír tocar en las calle romanas el kyrie eleison por si acaso. Y un extraño recuerdo surge: el político Aldo Moro quiso resolver otra situación de excepción y de compromiso, las de Italia en 1978, con una transición llevando los comunistas al Poder (compromesso histórico), pero no le dejaron, y los guardianes, de varios tipos y pelajes, de la Guerra Fría, muy juntos, lo asesinaron.

Se demuestra una vez más la falsedad de la predicada igualdad de “Vox populi, vox dei”. Por todo ello, tiene razón el rebelde y  extravagante, don Beppe Gilo: “La politica é morta”. La culpa de ello no la tiene, esta vez, el Vaticano, que está muy contento con Monti por ser partidario de lo de las “raíces cristianas” de Europa, siendo el alocado Berlusconi más temible por su manejo de la otra Guardia, la de los segreti. Tampoco tiene la culpa el sugerente Carl Schmitt, jurista del Reich, teórico de la excepcionalidad política, muy seguido ahora por los extremos de derechas y de izquierdas, que se limitó a teorizar hace décadas del antiparlamentarismo, juzgando el parlamentarismo como una formalidad vacía, una incapacidad para tomar decisiones, para asumir con una decencia mínima la representación del pueblo. Los italianos ahora son los que se empeñan en dar la razón al jurista alemán, lo cual es muy grave, pues lo contrario, sobre la Democracia y el Parlamento, es lo que dispone la Constitución de la República de 1947.

Por ello, Monti, al periódico vaticano, al que nada respondió a las preguntas del periodista sobre la crisis ética y de valores, y sobre “las raíces cristianas” de Europa, se apresuró a advertir sobre los peligros de la antipolítica y el antiparlamentarismo. Sin duda, este don Mario promete como político -por ahora únicamente fiduciario-, siendo mucho más que un manager o técnico, propio de “dictados duros”.

(En siguientes colaboraciones, y siguiendo a Standard and Poor´s, nos detendremos en España, de burbujas varias, con miramiento en esa carísima y gigante muñeca rusa, que es la organización territorial del Estado. Luego iremos a Francia con el importante asunto de la extrema derecha, y concluiremos con el llamado nuevamente “problema Alemán”, recordando que, después del año 1929 vino el año 1933, y luego llegó la catástrofe máxima. El problema es que hay ya que preveer hasta lo imprevisible, incluso que los alemanes sufran trastornos de miedo o pánico, lo cual es muy peligroso. Por ello, fue muy intencionada la primera referencia a Carl Schmitt en el artículo que publicamos el 28 de agosto de 2011, que sorprendió a despistados y atolondrados. (Publicado en LA NUEVA ESPAÑA, 29/01/2012. Ilustraciones del autor)

AZNÁREZ: "LOS JUECES DEBEN TOMARSE EN SERIO LOS PROBLEMAS DE LA TERCERA EDAD"

Conferencia pronunciada en el club LA NUEVA ESPAÑA 

El notario acude a los casos de la duquesa de Alba y de L'Oréal para alertar de la complejidad legal a que aboca el mayor envejecimiento de la población





Público, ayer, antes del inicio de la conferencia.

Público, ayer, antes del inicio de la conferencia. marcos león

J. L. ARGÜELLES
Dos casos sonados, el de la muy rica heredera del imperio de la casa de cosméticos L'Oréal, la francesa Liliane Bettencourt, y el de las nupcias de la española Cayetana Fitz- James Stuart, duquesa de Alba, con Alfonso Díez Carabantes, plebeyo y mucho más joven que la popular aristócrata, fueron los hilos de los que tiró ayer el notario Ángel Aznárez para devanar un asunto complejo, de gran repercusión social porque afecta cada vez a mayor número de personas y en el que hay, sin embargo, amplias zonas de sombra, sociales y también legales. «Los jueces deben tomarse en serio los problemas de la tercera edad», aseguró el también articulista de este diario, para quien esa etapa postrera de la vida es en la que hay «mayor desigualdad».

Las historias de Liliane Bettencourt y la duquesa de Alba tuvieron y tienen un poderoso eco mediático. La primera, por las importantes derivaciones económicas; y no sólo porque está en juego la acusación de financiación irregular del partido de Sarkozy, sino porque afecta también al futuro de una marca que es uno de los emblemas comerciales de Francia. La segunda, por el debate que suscitó, más allá de la mera curiosidad pública sobre las implicaciones familiares o testamentarias, el deseo de una octogenaria por tener una activa vida amorosa. Pero más allá del amplio eco de estos dos casos, lo cierto es que el envejecimiento de la población (la edad media de vida de las mujeres alcanza los 84 años, y la de los hombres, los 77) aporta nuevos problemas legales ante los que, según subrayó Aznárez, «el derecho es una máquina impotente».

Son sólo algunos aspectos del minucioso panorama que el conocido notario tocó ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, donde, bajo el epígrafe «Combates en la tercera edad: ancianidad y dineros», pronunció una amena conferencia en la que, a diferencia de Nabokov, que se preciaba de no hablar en público sin un papel delante, optó por la vivacidad de la palabra hablada. Luis Miguel Piñera, director del Club, definió al conferenciante como un «humanista heterodoxo», además de persona «con un sentido del humor notable pese a ser notario». Y también como un «notario que escribe bien». Uno de sus últimos artículos, en el que cuestiona la reforma de la ley del aborto planteada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en lo tocante al consentimiento paterno, ha tenido amplias repercusiones por sus argumentaciones jurídicas. Su visión del mundo es cristiana; nació en Oviedo y es un gijonés más; igual cita a un oscuro teólogo que hace «ramonismo», de Gómez de la Serna y de Valle-Inclán. «Todo lo mío acaba siempre en mezcla; eso es bueno y malo, aunque tengo controlada mi identidad», confesó.

Aznárez dio un dato preocupante: sólo el 15 por ciento de los ancianos con incapacidades tiene reconocida, sin embargo, la incapacidad judicial. Un hecho que plantea numerosos conflictos en una sociedad envejecida en la que, paradójicamente, «se lucha contra la vejez» y la juventud se ha convertido en uno de los nuevos becerros de oro. El notario tiró de su dilatada experiencia profesional para poner el foco en un mundo del que se habla más bien poco: «Muchos ancianos son sometidos a abusos psíquicos o físicos que otros aprovechan para forrarse». Analizó el peso de enfermedades como el alzhéimer, el párkinson o el ictus cerebral en la población de mayor edad, así como sus secuelas de aislamiento e incapacidad en los ancianos. Y dejó clara su posición: «La dignidad de la persona subsiste, aun cuando desaparece la persona». Subrayó que el Código Penal español, a diferencia de lo que ocurre con el francés, no incluye el delito de abuso de debilidad con los ancianos.
(La NUEVA ESPAÑA, 31/01/2012)

domingo, 29 de enero de 2012

"COMBATES EN LA TERCERA EDAD", conferencia de ÁNGEL AZNÁREZ en el CLUB LA NUEVA ESPAÑA DE GIJÓN

CLUB LA NUEVA ESPAÑA DE GIJÓN, lunes 30 de enero a las 20 horas

Conferencia a cargo de Ángel Aznárez

El notario gijonés es un humanista con muchas preocupaciones, unas bien humanas y otras bien divinas. es muy serio, aunque se ríe mucho, y está en la ortodoxia como los bomberos, aunque le tienta la heterodoxia como a los pirómanos. Abordará Aznárez en su conferencia un problema actual y complejo: como la tercera edad, que debería ser de cielos, a veces es de infiernos. Un ejemplo es lo ocurrido a la francesa Liliane Bettencourt, heredera de la casa de consméticos L´Oreal. Anciana, muy rica y manipulada por su entorno. (Texto publicado en La Nueva España)



sábado, 28 de enero de 2012

"EL CONSENTIMIENTO PARA EL ABORTO DE MENORES", artículo del notario ÁNGEL ÁZNAREZ publicado en "RELIGIÓN DIGITAL"


  


            EL CONSENTIMIENTO PARA EL ABORTO DE MENORES


La consideración como bien de la personalidad, que se reconoce al cuerpo y a la integridad corporal, resulta del valor mismo reconocido a la vida.
“Temas de Derecho Civil” de don Federico de Castro y Bravo.

                       

            La declaración del Ministro de Justicia, ayer mismo y en sede parlamentaria, anunciando que en futura norma jurídica se exigirá el consentimiento o permiso de padres o tutores para el aborto de las menores de edad (a partir de los 16 años), ha replanteado un asunto especialmente delicado y complejo. Por ello, muy al principio, para que quede claro, manifiesto lo siguiente: la condición de católico -que es mi condición-impone obligaciones y deberes específicos, que, por ser asumidos con libertad, me vinculan, ligan o “atan”. Precisamente, por ejercicio de esa libertad, con responsabilidad, unas veces se acierta y otras se yerra. En consecuencia, no puedo ser -no soy- de los partidarios del aborto.

            Gracias a los escritos jurídicos de dos sabios del Derecho Civil, uno don Federico de Castro y otro don Luis Díez-Picazo, he reflexionado, con reiteración, sobre los conceptos de “Bienes de la personalidad”, “Derechos personalísimos” y sobre la “Representación”, confrontándolos con la realidad por exigencias del quehacer profesional. Es apasionante, por lo que implica y complica, determinar qué actos de una persona humana, mayor o menor de edad, han de llevar el consentimiento (de con-sentire) de otras o qué actos se pueden realizar o no por medio de representantes. El llamado sentido común suele ser una buena pista, pero no es suficiente, pues “lo común” a veces simplifica demasiado, sobre todo cuando los hechos son muy complejos.

            En cuanto padre de una hija menor de edad, ante una decisión de ésta de abortar, el sentido común (de buen padre) hace natural la demanda o petición de intervenir ante una decisión de ella, tan importante. Acaso el “sentido común” ya fuere excesivo si mi intervención llegara hasta el punto de ser yo un co-decisor de su aborto dando el consentimiento, o de que no aborte denegándolo.

            No quiero en este artículo breve agobiar o cansar al lector o a la lectora con farragosos comentarios jurídicos, cita de sentencias o referencias exhaustivas al Derecho español o al Comparado. Deseo que el mensaje sea breve, claro y que propicie la reflexión con tranquilidad y sin alborotos. Mi planteamiento es que ante situaciones y derechos, que atañen a lo más íntimo de la personalidad, que son fundamentales e inalienables, trátese de mayores o de menores de edad, no cabe consentimiento o con-sentire de otros, incluidos padres o tutores. Cuestión esencial y unida a la anterior es que el Legislador ha de dar soluciones realistas y adecuadas, para que la persona menor de edad tome su decisión, ayudada por consejos y consejeros varios, naturalmente, el de sus padres o tutores.
           
Y voy al Código Civil, para examinar cómo trata el problema de la minoría de edad en dos instituciones básicas y personalísimas, (ciertamente diferentes del caso que nos ocupa, pero que sirve a modo de pista o aviso): el caso del matrimonio y del testamento.
           
A.- El matrimonio: No pueden contraer matrimonio, dice el Código Civil, los menores de edad no emancipados, luego se puede contraer a partir de los 18 años (mayoría de edad) o desde los 16 años (si ha habido emancipación). Más adelante, es el artículo 48 el que permite contraer matrimonio a partir de los 14 años, pero con dispensa del Juez de Primera Instancia, debiendo ser oídos, el menor, sus padres o guardadores.
           
Si acudimos a la legislación de la Iglesia Católica, el canón 1083 prohibe el matrimonio al varón antes de los 16 años cumplidos y a la mujer antes de los 14 cumplidos (facultándose a las Conferencias Episcopales para establecer una edad superior). Es el de la edad un impedimento dirimente, de derecho humano y susceptible de dispensa por el Ordinario.
           
De lo expuesto sobre el matrimonio, civil o canónico, resulta, en primer lugar, que no cabe que los padres o tutores del menor contrayente, de ninguna manera, tengan que consentir el matrimonio, pues al final resultaría que el matrimonio se contraería o no según que el novia o la novia guste a los papás. El Derecho musulmán sí lo admite, pero claro, el Derecho musulmán admite muchas instituciones consideradas aquí, en nuestra cultura, aberrantes. En segundo lugar es aparentemente chocante que el Derecho Canónico rebaje la edad de la mujer (14) respecto al varón (16). Explicar esa diferencia nos llevaría muy lejos; aquí y ahora sólo señalaré que el Cristianismo primitivo contribuyó, acaso con razón, a fragmentar la clásica y tradicional familia romana, dando una autonomía desconocida a sus miembros, de la que carecían con arreglo al tradicional Derecho Romano (muy interesante esto de la familia romano y cristianismo promitivo).

            B.- El testamento: El Código Civil, desde la redacción de 1899, incapacita para testar a los menores de 14 años de uno u otro sexo. O sea, que un menor, cumplidos 14 años, él solo, puede testar. Añadiré, a efectos informativos, que en los testamentos de menores de edad, a partir de los 14 años, suelo, antes de autorizarlos, hacer lo mismo si vienen acompañados de sus padres o de alguno de ellos: ruego a éstos que sigan en la sala de espera, pues quiero reunirme con el testador a solas con su hijo, para poder así captar y cerciorarme de su real voluntad testamentaria, no manipulada.

            En esos dos actos muy personales e íntimos, contraer matrimonio u otorgar testamento, el legislador coloca a cada cual en su sitio; desde luego no a los padres o tutores prestando consentimiento alguno. La Constitución española vigente lo deja muy claro en el artículo 10: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden jurídico y de la paz social”. Según el profesor Ruiz-Rico y la profesora García Alguacil (Libro Homenaje a don Luis Díez-Picazo V.III), el artículo 10 establece “la preponderancia absoluta del libre desarrollo de la personalidad de los menores como principio general”, añadiendo los dos civilistas que la Constitución española no eleva el poder paterno a rango constitucional.

Es evidente que la palabra “persona” engloba a los mayores y a los menores de edad, estos últimos con plena capacidad jurídica y con límites a su capacidad de obrar, límites que han de interpretarse restrictivamente, teniendo en cuenta, además, la evolución social ocurrida “a favor de una mayor autonomía del menor de edad”, tal como se escribe en una magnífica Resolución de la Dirección General de los Registros, la de 14 de mayo de 2010.

            Nada me impide advertir que, exigir el consentimiento de los padres o tutores al aborto de una menor de edad, puede ser disparatado y, a mi juicio, inconstitucional. Es deseable, eso sí, una buena ley sobre el aborto, en la que se prevea la asistencia a la menor de personas cualificadas para que su decisión, muy trascendente, sea fruto de la madurez. Entre los asistentes, naturalmente, los padres y guardadores.

            Y aprovechando la oportunidad, dos recomendaciones. Es urgente, ante lo que está ocurriendo con muchos ancianos, llevar al Código Penal un tipo delictivo semejante al ya incorporado al Código Penal francés, denominado “Abuso de debilidad”, pues que no se abuse de la debilidad, especialmente de los ancianos, ha de ser un bien protegido penalmente. Es igualmente necesaria una reforma radical de la denominada en el Código Civil “Incapacitación”, debiendo de empezarse por eliminar esa carpetovetónica terminología.



            


            

jueves, 26 de enero de 2012

VIRGINIA ÁLVAREZ - BUYLLA aterriza en LA NUEVA ESPAÑA

Una distinción más que merecida

La importancia del Real Instituto Jovellanos, medalla de oro de Gijón


Una distinción más que merecida

VIRGINIA ÁLVAREZ-BUYLLA El Instituto Jovellanos ha sido distinguido con la medalla de oro de Gijón, decisión acordada por los cuatro grupos municipales de nuestra ciudad. Este instituto es descendencia directa de aquel Real Instituto de Náutica y Mineralogía fundado por Gaspar Melchor de Jovellanos y que a partir de 1865 pasó a llamarse Instituto de Jovellanos.

Este premio me parece merecidísimo porque el Instituto Jovellanos ha intentado durante estos años seguir las pautas del prócer en la excelencia y siempre ha sido un ejemplo de la importancia de la enseñanza y de la adecuación de ésta a la sociedad del momento. Porque la enseñanza no puede ser estática, deben de producirse los cambios necesarios en los planes de estudios de educación para que responda a las necesidades que demanda una sociedad cambiante. Primero fue enseñanza de Náutica y Mineralogía, porque es lo que hacía falta. La lucha de Jovellanos contra todo y contra todos -contra personajes como el fiscal Andrés Lasaúca, que consideraba a los asturianos personas poco aficionadas a estudiar y que se contentaban con las escasas noticias adquiridas de sus mayores, por lo que no necesitaban una escuela, ya que no la aprovecharían-, contra el Ayuntamiento y la Universidad de Oviedo, cuyo claustro vierte vitriolo para desacreditar a Jovellanos y la escuela. Si se leen la cantidad de dislates que escriben los ilustres representantes del claustro de entonces para justificar que el Real Instituto sea construido en Oviedo, a cualquier asturiano de pro se le cae el alma a los pies y se avergüenza de aquella Universidad. Afortunadamente, el instituto se construye en Gijón y aquí sigue como bastión de la importancia de la educación, a veces luchando contra nefastos planes de estudios o nefastas corrientes políticas y a veces disfrutando de un merecido homenaje como ahora, pero siempre en la misma línea. Jovellanos se sentiría orgulloso de su obra.

A mí este premio me ha colmado de satisfacción porque siento que una pequeñísima parte me corresponde. Yo fui profesora de Inglés durante muchos años en este centro y antes que yo comenzara mi singladura allí mi padre me precedió en el cargo.

Para mí fueron años entrañables, mientras recorría aquellas aulas, intentando imbuir a los alumnos mi admiración por la cultura inglesa, nacieron mis cinco hijos, seguí estudiando, ocupándome de la casa, de los hijos, de los alumnos y aprendiendo a enseñar, porque, aunque sepas una materia, saber enseñarla no es lo mismo. Soy consciente de que no siempre estuve a la altura de las circunstancias y hubiera querido hacerlo mejor. Durante años estuve enseñando y aprendiendo y cuando creí haber llegado al punto en que entendía qué necesitaban los alumnos, de qué manera se podía mejorar la enseñanza del inglés, llegaron nuevos planes de estudios, que quiero suponer empezaron con buena voluntad, pero que fueron un desastre. Se enseñó a los estudiantes que todo se puede conseguir con el mínimo esfuerzo. Se privó a los profesores del menor atisbo de autoridad, se les perdió el respeto. Se dio todo el protagonismo a padres y alumnos. Se aseguró que se había acabado el fracaso escolar, a base de obligar a los profesores a aprobar a todo el mundo, de permitir pasar de curso con tres asignaturas suspendidas, de permitir el mal comportamiento en las clases sin poder hacer nada con la excusa de que el alumno tiene el derecho de recibir la clase, aunque no haga más que molestar e impedir que los alumnos que quieran estudiar puedan hacerlo. Se disfrazó todo de un progresismo falso.

A pesar de todo ello, yo seguí luchando, esperando que los alumnos comprendieran que sólo quería lo mejor para ellos. Espero haber conseguido abrirles horizontes y entender que las personas somos parecidas en los sentimientos. Amor, odio, ambición, entrega se encuentran en todas las razas y en todos los países. Lo importante es ser persona. La tolerancia y la flexibilidad deben de ser nuestro lema y creo que eso se sigue enseñando en el Real Instituto Jovellanos. Felicidades a todos. (Publicado en LA NUEVA ESPAÑA, 24-01-2012)

Todos estábamos muy preocupados porque nuestra amiga Viky ya no escribía su artículo quincenal en el diario local, que no menciono para evitar complicaciones. Muchos de sus lectores habituales me preguntaron si yo sabía algo. Y en cuanto tuve la oportunidad le pregunté. Simplemente me dijo que había dejado de hacerlo porque se había sentido mal tratada (así separado). Esa fue su única explicación. Aunque sí añadió que había pasado a ver a su director para manifestarle su malestar: Virginia siempre da la cara. Tardaron muy poco en tirarle los tejos desde LA NUEVA ESPAÑA y voilà el artículo.

miércoles, 25 de enero de 2012

HOY, VIERNES, RECITAL DE ÁNGEL CUESTA Y ARMANDO VEGA


El viernes día 27 de enero a las 21,00 horas en el Café Gijón, Ángel Cuesta y Armando Vega, tendremos el placer de compartir contigo "Pequeñas historias, del alma a la mesa".
Un acto en el que la magia de la palabra y la imagen junto a tres inserciones musicales, van a crear una atmósfera especial que actuará como una caricia para los sentidos.
Esperamos contar con tu presencia y apoyo en este recital que consideramos muy especial.

martes, 24 de enero de 2012

"JOSÉ LUIS MARTÍN VIGIL, OPUS FINITUM", artículo de JOSÉ LUIS CAMPAL


(Artículo exclusivo para el blog Las mil caras de mi ciudad)

El conocimiento, hace unas semanas, de la muerte el año pasado del ex jesuita ovetense José Luis Martín Vigil (1919-2011) cierra una trayectoria a la que sus lectores ya le habían dado cerrojazo en los escaparates de las librerías, quién sabe si condicionados por la ¿descarriada? peripecia vital del narrador que salió a flote en un momento dado.

En las despedidas definitivas se abre la senda a la recapitulación exhaustiva de cuanto dio de sí el trabajo de los escritores (otro cantar son los manuscritos inéditos o las ediciones póstumas, sobre las que no tiene poder el finado) y se despeja la incógnita del rigor con que van a ser tratados por la posteridad, esa esquiva lotería en la que tan pocas veces se acierta.

Sobre la fortuna que le depararán los años venideros nada podemos añadir que enmiende la sentencia inapelable que sólo el paso del tiempo se ocupará de dictar, incluso contraviniendo al propio autor, dado que Martín Vigil tenía un alto concepto de sus criaturas de ficción. Sin embargo, en lo que atañe a la otra consecuencia derivada del fallecimiento, sí nos es dado confeccionar una relación de los libros que, con una regularidad digna de recordatorio, fue proporcionándoles a los numerosos seguidores de que en su día dispuso, pues hubo una época en la que sus novedades acaparaban el mercado y eran traducidas con auténtica fruición a otros idiomas, lo que le reportó, sin duda, sus buenos dineros –a la vez que ponía los dientes largos a sus colegas de profesión con las enormes colas que se formaban cuando presentaba sus volúmenes en la Feria del Libro–, gracias a las cuales tal vez pudo sobrellevar en su vejez un declive cada vez más acentuado, que lo condujo al ostracismo generalizado (se dice que las malas lenguas lo escarnecían llamándole “Curín Tellado”).

El secreto del éxito de las historias de Martín Vigil es más que probable que radicase en la elección, primero, de un tema punzante y de rabiosa actualidad, en la cresta de la ola sociológica; luego, se condimenta el conflicto con mucho diálogo, aunque sea superficial o banal, y una exploración superficial de los caracteres de los personajes, arrastrándolo, por medio de un desarrollo lineal y sin honduras, hasta una tesis final o moraleja que ya aparecía resuelta desde el planteamiento inicial de la novela.

Contemplada en conjunto, la obra del escritor ovetense –ininterrumpida durante cuarenta años– tuvo tres editores principales: Richard Grandío, que le publicó, en primera edición, 20 libros; Editorial Juventud, que hizo lo propio con 15 títulos, y Editorial Planeta, que dio a la luz un total de 22 libros. He aquí, ordenado cronológicamente, el elenco narrativo debido a la pluma de José Luis Martín Vigil:

1) La vida sale al encuentro, Madrid, Escelicer, 1953.

2) Destino, Dios, Santander, Sal Terrae, 1956.

3) La muerte está en el camino, Barcelona, Editorial Juventud, 1956.

4)¡Listos para resucitar!, Santander, Sal Terrae, 1958.

5) Tierra brava, Barcelona, Editorial Juventud, 1959.

6)¡En marcha, cristianos!, Barcelona, Editorial Juventud, 1960.

7) Una chabola en Bilbao, Barcelona, Editorial Juventud, 1960.

8) La brújula marca el Norte, Barcelona, Editorial Juventud, 1961.

9) Sexta galería, Oviedo, Richard Grandío, 1962.

10) Cierto olor a podrido, Barcelona, Editorial Juventud, 1962.

11) Réquiem a cinco voces, Oviedo, Richard Grandío, 1963.

12) Cincuenta amigos, Bilbao, Vigil Editor, 1963.

13) Hablan los hijos, Barcelona, Editorial Juventud, 1963.

14) Alguien debe morir, Oviedo, Richard Grandío, 1964.

15) Los curas “comunistas”, Oviedo, Richard Grandío, 1965.

16) La sociedad contra Miguel Jalón, Oviedo, Richard Grandío, 1966.

17) Un sexo llamado débil, Oviedo, Richard Grandío, 1967.

18) Muerte a los curas, Oviedo, Richard Grandío, 1968.

19) Los tallos verdes. Un hombre, una memoria, Oviedo, Richard Grandío, 1969.

20) Noche de aparecidos, Oviedo, Richard Grandío, 1969.

21) Sentencia para un menor, Oviedo, Richard Grandío, 1970.

22) Bajo el mismo techo (3 tomos), Barcelona, Editorial Juventud, 1970-1971.

23) Del amor y del mar, Oviedo, Richard Grandío, 1971.

24) Primer amor, primer dolor, Oviedo, Richard Grandío, 1972.

25) Nación de muchachos, Oviedo, Richard Grandío, 1973.

26) No hay lugar para inocentes, Oviedo, Richard Grandío, 1974.

27) Carta abierta a un adolescente, Madrid, Ediciones 99, 1974.

28) Y ahora qué, señor fiscal, Oviedo, Richard Grandío, 1975.

29) Una comuna en Madrid, Oviedo, Richard Grandío, 1976.

30) Las flechas de mi haz, Oviedo, Richard Grandío, 1977.

31) La droga es joven, Oviedo, Richard Grandío, 1978.

32) Secuestro de estado, Oviedo, Richard Grandío, 1979.

33) Los hijos de Sira López, Oviedo, Richard Grandío, 1980.

34) Una noche, un puñal, Barcelona, Editorial Planeta, 1980.

35) El misterio del “Almak”, Barcelona, Editorial Juventud, 1980.

36) El gran Hiram, Barcelona, Editorial Planeta, 1981.

37) Doce indeseables, Barcelona, Editorial Juventud, 1981.

38) El rollo de mis padres, Barcelona, Editorial Planeta, 1981.

39) Los niños bandidos, Barcelona, Editorial Planeta, 1982.

40) La navaja y el báculo, Barcelona, Editorial Juventud, 1982.

41) La España adolescente, Barcelona, Editorial Planeta, 1982.

42) Se oyó cantar al cisne, Barcelona, Editorial Planeta, 1982.

43) El faro de Barlovento, Barcelona, Editorial Juventud, 1983.

44) Día “D”. Golpe de Estado, Barcelona, Editorial Planeta, 1983.

45) El delito es ser mujer, Barcelona, Editorial Planeta, 1983.

46) Mi nieto Jaime, Barcelona, Editorial Planeta, 1984.

47) The boy’s war. La guerra de los chicos, Barcelona, Editorial Planeta, 1984.

48) Un tal Marcos, Barcelona, Editorial Juventud, 1985.

49) Jaque mate a un hombre honrado, Barcelona, Editorial Planeta, 1985.

50) El precio de ser distinto, Barcelona, Editorial Planeta, 1985.

51) En defensa propia, Barcelona, Editorial Planeta, 1985.

52) Beatriz. Un caso aparte, Barcelona, Editorial Juventud, 1986.

53) ¡Viva la República! El adiós de un “histórico”, Barcelona, Editorial Planeta, 1986.

54) La vida a una carta, Barcelona, Editorial Planeta, 1986.

55) Habla mi viejo, Madrid, SM Ediciones, 1986.

56) El sexo de los ángeles, Barcelona, Editorial Planeta, 1987.

57) El enigma Figueroa, Barcelona, Editorial Planeta, 1988.

58) Ganimedes en Manhattan o La condición sexual del joven Townes, Barcelona, Editorial Planeta, 1988.

59) Tres primos entre sí, Barcelona, Edebé,1988.

60) Los veranos de Peter, Barcelona, Editorial Planeta, 1989.

61) Yo, Ignacio de Loyola, Barcelona, Editorial Planeta, 1989.

62) Porvenir para un hijo, Barcelona, Editorial Planeta, 1990.

63) Iba para figura, Barcelona, Editorial Juventud, 1990.

64) DC-9, destino Bilbao, Barcelona, Editorial Planeta, 1990.

65) Los moldes del sexo, La Coruña, Century Literaria, 1993.

66) Los días contados, Barcelona, Plaza & Janés, 1993.

67) Me llamo Tolo / Mi amigo Brassa, La Coruña, Century Literaria, 1993.

68) La gestión de un líder, Arteixo, Century Literaria, 1994.

En Asturias, de justicia es recordarlo, José Luis Martín Vigil recibió un tempranero reconocimiento con el homenaje que la tertulia El Ventanal le brindó en octubre de 1961 en diferentes localidades (Oviedo, Gijón, Mieres y Avilés) con conferencias, firmas de ejemplares, cafés literarios y reunión con la sección cultural de Fábrica de Mieres, publicándose al efecto en esta villa minera un cuadernillo dirigido por Víctor Alperi. Por esas fechas, concretamente en 1963, el escritor gijonés, recientemente desaparecido, Mauro Muñiz declaraba en El Español que Martín Vigil era un «novelista que domina a la perfección los recursos, trucos y engatusamientos diversos de la técnica narrativa». Soplaban, evidentemente, otros vientos en las letras hispánicas.

FOTOS DEL HOMENAJE A LUIS ARGÜELLES, REALIZADAS POR BELÉN ENCINAS




Mi hermana, que repito una vez más no lo es de padre ni madre pero como si lo fuera, hizo estas fotos del homenaje a Luis. Me cuenta que ha sido muy emotivo, que allí estaban algunos de sus amigos-el horario impidió que muchos pudiéramos asistir-, y que Luis estaba como siempre, sonriente, agradecido, dispuesto a recibir con alegría tanta visita. Y así queda reflejado en las fotos. Gracias, Belén, por el testimonio.

Luis Argüelles: «Tuve que sufrir a los malvados, pero ya no lo recuerdo bien»

Sánchez Vicente reivindica la figura del pionero del Muséu del Pueblu d'Asturies, «al que los bárbaros decidieron que debían echar a la calle»

10:22

Gijón, J. L. A. (La NUEVA ESPAÑA)

A sus 82 años, Luis Argüelles Sánchez pone todo su empeño en que las palabras y las imágenes no se pierdan en la niebla del tiempo. El mismo con el que evita la sombra del rencor, el puño de los reproches, el palo del resentimiento. «Tuve que sufrir a los malvados, pero ya no lo recuerdo», afirma, mientras sonríe a sus compañeros del Centro Gerontológico Jovellanos, allí por lo cimero de El Coto, y agradece reverencioso el homenaje que unos y otros, convocados por la asociación L'Arribada, le tributan.

Atrás queda la batalla que libró con el Ayuntamiento cuando, en los años ochenta, prescindieron de sus servicios como pionero y primer director de lo que ahora es el Muséu del Pueblu d'Asturies y el Muséu de la Gaita. Xuan Xosé Sánchez Vicente, escritor y presidente del PAS, reivindicó ayer la figura y la labor de Luis Argüelles como las de un insólito adelantado, un puente y un nexo entre las figuras históricas del asturianismo cultural y la generación que surgió a mediados de los años setenta en torno a Conceyu Bable. «Pero había que acabar con aquello, así que los bárbaros lo echaron a la calle, y lo hicieron, además, de mala manera y con malos modos», subrayó, en referencia al enfrentamiento con el Ayuntamiento socialista.

Sánchez Vicente señaló que, aun cuando la visión de Luis Argüelles y la de los nuevos asturianistas diferían, el autor de «Indumentaria popular en Asturias» -un libro imprescindible en cualquier bibliografía seria sobre cultura asturiana- tenía un trabajo a sus espaldas que ha sido fundamental para conservar unas tradiciones siempre al borde del escarnio o del olvido.

«Aguantó la antorcha en condiciones de frío y agua; gracias por la aportación a la cultura asturiana», subrayóSánchez Vicente, elegido por L'Arribada para hacer la semblanza de un «entusiasta» que, pese al silenciamiento oficial, «llevó su destino con honor». Tras el litigio con el Ayuntamiento cuando prescindieron de sus servicios en el Muséu del Pueblu d'Asturies, Luis Argüelles acabó su vida laboral en la biblioteca de El Coto. Fueron Luis Adaro y Daniel Palacios quienes le alentaron, a partir de 1967, a poner en marcha la colección etnográfica.

El concejal gijonés de Cultura, Carlos Rubiera, de Foro Asturias, hizo suyos algunos de los planteamientos deSánchez Vicente, aunque antes, como suele ser habitual en sus intervenciones, optó por la clave autobiográfica: «Conocí a Luis cuando iba por La Aldea, el chigre que mis padres tenían en Cabueñes». «Los asturianos le debemos mucho como pueblo», añadió, antes de abrazar un tono ligeramente apocalíptico: «Hasta épocas recientes, los bárbaros trataban de exterminar todo lo que significaba Asturias». ¿Una referencia a las políticas culturales de la izquierda? Hubo quien lo entendió así. Discretamente sentada entre el público estabaCarmen Veiga, concejala socialista y ex gerente del teatro Jovellanos.

Alberto Álvarez Peña, representante de L'Arribada, relató diversos episodios de su infancia, relacionados con las instituciones que dirigió Luis Argüelles, para mostrar cómo los trabajos de éste fueron importantes para despertar la conciencia personal sobre el valor de la cultura asturiana. También se sumó espontáneamente al turno de oradores Luis Redondo, histórico sindicalista y primer secretario general de la CSI: «Mucha gente trató de ridiculizarlo y lo echaron por místico; es bueno en el buen sentido de la palabra». Dani García de la Cuesta puso, con bandurria y gaita, la música de la tierra.

(Artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA, 25/01/2012)


lunes, 23 de enero de 2012

LUIS ARGÜELLES RECIBIRÁ UN HOMENAJE

El próximo martes día 24, a las 4,30 de la tarde, en el Centro Gerontológico Jovellanos, en la calle Muros de Galicia, número 3, en El Coto, Xixón, se celebrará un acto de homenaje y reconocimiento a Don Luis Argüelles Sánchez por la labor realizada en torno al estudio, recuperación y difusión de la cultura asturiana a lo largo de su vida y como responsable durante varios años del Muséu del Pueblu d’Asturies y Muséu de la Gaita.
El acto, organizado por la asociación L’Arribada,http://arribada.wordpress.com/quien-somos/
contará, además, con la representación de los responsables de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Xixón, la Fundación Municipal de Cultura y del Muséu del Pueblu d’Asturies, que rendirán un tributo con la entrega de una placa conmemorativa, al igual que hará la asociación convocante con el nombramiento a Don Luis Argüelles de miembro honorífico de la misma. El Centro Gerontológico Jovellanos, del que también estarán presentes sus responsables, pone los locales al servicio de este acto con el que se quiere hacer acordanza del homenajeado.
El acto, que está abierto al público, contará con una presentación del Académico de LLingua Asturiana, Xuan Xosé Sánchez Vicente, y con la participación del músico tradicional Dani García de la Cuesta.
Estáis invitados.

Con Encinas, Marola, Tejerina y amigos (foto que me envió Belén Encinas)


SEMBLANZA DE LUIS ARGÜELLES por EVA MONTES (Publicada en EL COMERCIO 13/08/2011)

Fue un abogado efímero. Las leyes, humanas y divinas, siempre fueron de obligado cumplimiento para un hombre religioso como él, pero lo cierto es que nunca le apasionó hacérselas cumplir a los demás, así que su trabajo en ese despacho de Oviedo duró poco. El entonces joven Luis Argüelles para lo que quería las leyes que había estudiado era para investigar los fueros, para comprobar hasta qué punto las disposiciones legales habían determinado las costumbres de Asturias. Por eso su ámbito, aquél en el que era realmente feliz, fue siempre cerrado, solitario, perdido entre miles de libros amontonados en bibliotecas propias y ajenas, de los que extraía los mundos antiguos para, haciéndolos suyos, darlos a conocer.
Hoy sería un asturianista. Un profundo y apasionado conocedor de las tradiciones más ancestrales de Asturias. Pero entonces, por la mitad del siglo pasado, la apatía ciudadana hacia las raíces de la indumentaria, de los bailes, de los instrumentos, de los utensilios o de la vivienda asturiana no tenía ningún valor. Sin embargo, ello no limitó las ansiedades de aquel hombre afable, erudito y enfrascado en su propio pasado que nunca se resignaba al olvido. Por eso allá por los años 50, ante la falta de grupos folklóricos en Asturias, creó uno propio en Torrecerredo que le sirvió para estudiar y hasta para aprender a bailar sones astures. ¿Y de qué sirve el conocimiento si no lo compartes?, debió de pensar Argüelles antes de divulgar a través de este periódico sus crecientes descubrimientos de los mitos y las costumbres de nuestros antepasados.
Pero nada hubiera sido igual en su vida si su amigo Daniel Palacios no le hubiera hecho partícipe de aquella ambiciosa idea que dibujaba un museo etnográfico en Gijón. Y mucho menos sin el atrevimiento de Luis Adaro, allá por 1967, cuando, durante la clausura de la Feria de Muestras planteó oficialmente dar cuerpo al aire libre a aquella idea etnográfica que nunca hubiera podido ser sin todas las aportaciones, sin aquellos numerosos utensilios que Argüelles y su amigo Moro, redactor de este periódico, recopilaron merced a la generosidad de tantos y tantos aldeanos.
No fue comprendido entonces Luis Argüelles. Durante años apenas unos pocos valoraron su trabajo. Pero era inasequible al desaliento y encandilaba a la tertulia que compartía con Marola, con Tejerina, con el Padre Patac, con amigos que disfrutaban con el poder transmisor de aquel hombre apasionado y curioso, que fue haciendo crecer aquel Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias hasta convertirlo en algo propio, en algo sobre lo que ejercer autoridad y conocimiento desde su atalaya de director. Veinte años vivió ese sueño.
Hasta que le despertaron. Fue el Ayuntamiento. Quiso darle otro enfoque al conjunto por él levantado y prescindió de sus servicios. En contra de su voluntad. Y recurrió a la Justicia. Y ganó. Pero ya nunca volvió a su museo. Fue destinado a otro de sus mundos. Una biblioteca. La de El Coto. Y allí consumió sus años laborales acunado por el agradecimiento de los vecinos de Ceares, a los que recuperó su Cruz. O de los muchos asturianistas que conocen los trajes tradicionales de sus ancestros gracias a sus aportaciones en 'Indumentaria popular en Asturias'. O por sus incansables buceos periodísticos a través de El Viejo Gijón de EL COMERCIO.
Hoy roza los 82 años y ya no tiene a su Margaritina. La mujer que supo comprender su alma delicada y su educación femenina. La que le dio el hijo que podría haber retratado Gabriel y Galán y la que completó una vida desproporcionada. Entre lo dado y lo recibido. Entre el tiempo y la mente. Entre la Asturias que nadie quería descubrir y la que hoy, conocedora de sí misma, ve pasar bajo su ventana.

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ENTRADA PUBLICADA EN EL BLOG EN AGOSTO DE 2011

A ver si soy capaz a decir lo que quiero que se entienda, no me gustaría enlazar palabras que sólo sirvieran para contar una historia -aunque, en parte, también-, porque lo que pretendo es hablar de gentes humildes, que pasaron tan desapercibidas que aquello que hicieron- bastante- o bien se las atribuyeron otras personas o tal parece que todo fue fruto de la casualidad. Quiero hablar de Luis Argüelles -amigo y compañero de mi padre-, que me dice Gonzalo Mieres, ese amigo al que tengo tanto cariño y que de no haber sido hija de Moro, no hubiese tenido inconveniente en serlo suya (ya sé que por edad no podría), dejémoslo en hermana. Pues como contaba, me dice que Luis desde que murió su mujer, Margarita, está mal y en una residencia -trataré de averiguar la dirección-. Acompaña a la información que me envía por correo electrónico el texto que sigue que, si no me equivoco pertenece a Joaquín Fuertes, otro hombre incombustible al desaliento y de ese mismo clan de gente buena que da la impresión de no tener más que una mano, porque la derecha nunca sabe lo que hace la izquierda. Y me consta que hace mucho por todos, y también que es de los que no se olvida con facilidad de sus amigos. El texto, del que al final haré un breve comentario, dice así:

Luis Argüelles recorrió media Asturias buscando contenidos para el Pueblo de Asturias. Moro y él fueron los las primeras ideas de formarlo, y el trabajo de mover a las instituciones, convenciendo incluso a los que no creían en ello. En la propia redacción de El Comercio almacenaban objetos diversos para ir integrándolos en el Pueblo.
En los primeros tiempos, a través de las amistades de la aldea conseguían gratis que les prestaran animales, objetos de labranza, ristras depanoyas, etc. Yo colaboré modestamente, para que llevaran dos varas de hierba del prado de Castiello. Trabajaron como negros para ir enriqueciendo el Pueblo, costándoles tiempo y dinero, y en una ocasión siendo acusados públicamente en el panfleto Voluntad de "llenar la Feria de Muestras de porquerías..."
Luis Argüelles no es que haya sido director, si no, que no existiría el Pueblo de Asturias sin su empeño y tesón.

Luego vinieron estos y se lo arrebataron, como le quitaron a Isaac delRivero el Festival de Cine e intentaron hacer lo propio con la Feria de Muestras, pero la Cámara de Comercio les dijo que si los políticos querían dirigirla que puesieran también el dinero, y ahí no pudieron entrar.
Luis Argüelles fue un valedor desinteresado para ayudar a gente con iniciativa en el mundo del arte y de la cultura. Moro y él, por ejemplo, consiguieron que Urbano Cortina hicera la primera exposición individual de pintura. Ayudaron a muchos grupos folklóricos y algunas otras iniciativas que no recuerdo.
Siento mucho que esté mal, y aunque no me encuentro en un buen momento estos dias, cuenta conmigo para lo que sea.Luis Argüelles se merece un reconocimiento, por lo que ha aportado, y por el inmenso daño que le hiceron. Un abrazo. Joaquín

Y efectivamente así empezó el Museo Etnográfico Pueblo de Asturias. Fui testigo directo de cuanto dice Joaquín Fuertes. Por mi casa pasaron cientos de piezas, que mi padre ponía a mi hermana Marta y a mí a limpiar antes de catalogarlas. Recuerdo a Moro -como todos le llamaban, y yo un poco puñetera le decía con sorna Anda morito que ya está limpio bastante-, digo que lo recuerdo entrando en casa a escondidas, con algún artilugio oxidado y viejo debajo de la gabardina, porque Julia -la señora de 100 años que se murió la semana pasada y por cuyas manos pasó el orden y la limpieza de la casa durante... toda la vida, creo- eso, Julia le recriminabacon un, Señor, no traiga esas mierdas a casa, tírelas a la basura mire cómo están. Y desaparecía por el pasillo murmurando algo así como ¡Dios, que buen señor ye, pero que poco sabe de coses de valor... ye que parez un gitanu! Mientras tanto mi padre nos concitaba a todos en la cocina para admirar las nuevas piezas, que podían ser unas tréberes mugrientas, un cencerro de una vaca , una jarra de cerámica del Rayu sin asa... o cualquier otro artilugio rústico susceptible de limpieza y restauración. Luego, ya en el Comercio, Vegafer hacía las fotos que al día siguiente se publicaban con titulares como Manín el de Sotiello, regala al Pueblo de Asturias... y así un día y otro el Pueblo se fue llenando de contenido. Y Luis Argüelles, que era un gran etnógrafo, iba datando piezas, catalogando, situándolas en los lugares más adecuados. Llegó la Panerona procedente del desmantelamiento de la zona rural para dar paso a Ensidesa, la Casa de Los Valdés, las cabañas de los pastores de no recuerdo dónde (¿tal vez de Aristébano?). LLegaron gaitas, las del museo creado por Meré, -otro gran olvidado- y mucha cerámica de todas las procedencias, creo que era la parte preferida de mi padre. Hasta tal extremo que unos meses después de fallecer Luis Adaro -o su hijo Fernando- descubrieron una placa en una de las salas con el nombre de mi padre (supongo que en agradecimiento al mucho trabajo realizado, agradecimiento que duró nada, porque al poco tiempo la colocaron detrás de la puerta y... luego supongo que la tiraron a la basura). Pero no pasó nada, él ya se había ido y lo único fue el cabreo que se pilló mi hermana Marta, tenía entonces 17 años y aún no sabía nada de desagradecimientos. A mí, la verdad, que me afectó poco. Viví el tiempo suficiente con mi padre para quitarle importancia a esas cosas, sé que nunca hacía nada pensando en que se lo agradeciesen, sino porque le salía de dentro hacerlo, simplemente por el placer de las cosas que sirven para uso de la comunidad, sea cual sea la mano ejecutora. De él aprendí que nada es más hermoso que concluir un trabajo y luego mirarlo de lejos, como si no hubiese sido cosa tuya, pero comprobando la felicidad o satisfacción de aquellas personas a las que iba destinado. Lo demás no importa, es pura parafernalia. Todo fue bien en aquella década en que nació el Pueblo de Asturias, hasta que llegaron los socialistas. Para ellos todo lo anterior no servía, ellos eran mejores, se necesitaba un cambio y bla, bla, bla. Lo primero que hicieron -mi padre ya había fallecido- fue destituir a Luis Argüelles como director, hasta entonces un director muy humilde con un sueldo más humilde todavía -simbólico diría yo- fue necesario cocolcar un socialista al frente, con un sueldo decente. Y ¿Qué hacer con Luis? Someterlo a un martirio, eso fue lo que hicieron. Un eterno juicio laboral que finalmente lo catapultó a bibliotecario de Contrueces, creo. Pero Luis no pedió el tiempo, escribió una magnífica obra, magistralmente ilustrada, sobre el traje regional en Asturias, algunas conferecias y poco más. Gijón fue injusto con Luis, Joaquín Fuertes lo dice. Y yo me sumo a esas personas que hoy se quieren acordar de él, olvidarlo es injusto. Todos estos hombres: Luis, Moro, Encinas, Fuertes, Fernando Adaro... y bastantes más hoy catapultados por venir de una época franquista hicieron, primero lo que les permitían las circunstancias y segundo lo que hubiesen hecho en cualquier época. Y apostillo, que en más de una ocasión a mi padre por escribir en bable en el periódico Cartas a Pepín el Concejal se le llamaba "aldeano"; y cómo son las cosas, ahora la "Llingua" está de moda. Aunque no la del aldeanu de mi padre, que aquella era la que se hablaba en la calle, la de ahora hay que aprendela nes escueles.¡A ver si no se va a escribir así...!

Y AHORA LOS COMENTARIOS
  1. AnónimoAug 7, 2011 08:30 AM
    Tuve el privilegio de haber tratado a Luis (y también a su querida Margarita). No fue una relación de amistad pero sí de reconocimiento sincero por mi parte hacía su gran labor. Lo traté como concejal, primero en el gobierno y después en la oposición y, en ambas étapas me pareció un ser humano excepcional. Efectivamente, como dice Isabel en su blog, el gran trabajo que Luis llevo a cabo en el Pueblo de Asturias, no le ha sido en absoluto reconocido y, va siendo hora ya que alguien tome la iniciativa y se organice el homenaje que merece. Luis González Fernández

  2. AnónimoAug 15, 2011 10:09 AM
    He tenido la suerte de conocer a Don Luis , y me ha dado el privilegio de dedicarme unas pinuras . Si es cierto que está en una residencia que yó le he ido a visitat , no sé la calle , pero es cerca de el sanatorio de el Carmen , mas o menos detrás

  3. AnónimoAug 15, 2011 10:26 AM
    Si quieres saber más ,entra en feisbul que su hijo publica varias cosas sobre ciclismo y montañismo
    ResponderSuprimir
  4. Luis ArgüellesAug 19, 2011 11:03 AM
    Muchas gracias Isabel (Luis Argüelles Tamargo, hijo) Le hice un prefil de facebook:
    http://www.facebook.com/profile.php?id=100000731789193
    El mio:
    http://www.facebook.com/arguellestamargo

    Sus cuadros
    http://www.flickr.com/photos/27106615@N07/
    ResponderSuprimir
  5. LUIS A.T.Aug 19, 2011 11:47 AM
    Luis precisa unos cuidados que se los dan en el Insituto Gerontológico Jovellanos
    C/. Muros de Galicia, 3
    33204 Gijón -Asturias
    Detrás del Sanatorio Covadonga, en El Coto.

  6. Orlando Moratinos OteroAug 23, 2011 02:26 PM
    He visitado algunas veces durante los últimos meses a Luis. Como podreis imaginar su lucidez ya no es la que era,aunque mantiene su encanto bonachon, de buen paisano y jovial sonrisa, aunque, en ocasiones, saca un poco el genio con las auxiliares a su cuidado -que, dicho sea de paso, son muy cariñosas con él-. No quiero ni recordar los años que tengo la suerte y el privilegio de contar a Luis como amigo. Siempre se ha dedicado a ayudar a todo aquel que se lo solicitaba. Consejo o dato que estuviera en su mano nunca te fallaba. Allí estaba siempre. Desde el Pueblo de Asturias, pasando por la pequeña Biblioteca de El Coto en aquel pequeño bajo de la calle Leopoldo Alas, 50, hasta el año que lo jubilaron. Muchos de sus amigos ya asistimos a un homenaje creo que organizado por aquellos más íntimos. Recuerdo que se le obsequío con una edición facsimilar de El Libro del caballero Zifar ¡le encantó! Creo que aquel día debió de dormir con aquella preciosa edición. Merece un reconocimiento popular con apoyo institucional del Ayuntamiento. Inolvidable Luisín, entrañable como persona cuya biografía está unida a su querido Gijón sin la menor duda. Alguien tiene que tomar nota.

  7. Belen EncinasNov 3, 2011 01:10 PM
    Que buenos recuerdos tengo de mi adolescencia con todos ellos eran tiempos dificiles pero felices, siempre habia algo que festejar, que limpiar o arreglar eramos una familia muy grande