martes, 21 de febrero de 2023

ESTRÉS E INSOMNIO CAUSADOS POR LA POLÍTICA, artículo de ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en LA VOZ DE ASTURIAS, 2 de febrero 2023)

Siempre se dijo que la Política era de razones, razonable, aunque, con frecuencia, degenere en guerra; ahora, como novedad, se dice que es emocionante por muchas emociones, innatas unas y cognitivas. Surge aquí un problema, pues la razón siempre tuvo “buena prensa” y la emoción mala, más de persas que de griegos, en lo individual y en lo colectivo. Razón y emoción, ambas, de mucha relación con los nervios y los nervios, a su vez, relacionados con el sexo y los aparatos reproductores, muy complicados según Freud, tal como en parte, sólo en parte, explican las biografías de los dictadores, siempre disminuidos.




Fue de halago o mérito, para presumir, la atribución a una persona de mucho usar la razón, y mucho menos, un demérito, considerarla emocional, incluso descerebrada si era gobernada por las emociones. Y ello a pesar de que un portugués, Antonio Damasio, especialista en nervios, escribiera un libro titulado La inteligencia emocional. De la misma manera, no era igual de prestigioso pronunciar la palabra Democracia, siempre elegante, que calificarla de “emocional”, “Democracia emocional”, que suena más a pachanga y cachondeos.

Y a usted, lector o lectora, pregunto: ¿Es más de las razones o de las emociones? ¿Cree que las emociones son más del fascismo o comunismo y que las razones son más de la democracia? Al contestar ahora mismo en la intimidad, podrá decir la verdad, al menos la verdad de su pensamiento, que siempre tiene también una parte de mentira (pues siempre piensa y miente). 




Los políticos, ansiosos de fama e idiotas, dirán que no hay emoción más intensa, que el pasar, cual travesía por el desierto, del zascandileo en palacios del Patrimonio Nacional o de Ayuntamientos, en tiempos fastos, a tener que ponerse a la cola, en tiempos nefastos, en una oficina del paro, incluso suplicar un “Avecrem” o un hueso de bistec en “Cocina Económica”. Eso y siempre, asunto importante, que no se dispongan de ahorros ilícitos, por causa de prevaricación, cohecho o de cosas aún peores, repartidos por las paredes del domicilio habitual, tan exclusivo, con muchos agujeros para instalar las llamadas “cajas fuertes”, o “de seguridad”, siempre un secreto de dos, antes de él y de ella, ahora de él y de él, o de ella y de ella.  



  

            Ahora, por ese efecto tan humano que es el “pendular”, como el de los relojes de pared con sus regulares tic y tac, todo es, según parece, una emoción emocionante en Política, donde triunfan audiencias y los “sagrados” votos a base de la magia y los magos, tramoyas, simulacros como de bomberos, de risa postiza como la de la Ministra Alegría, el azar de los dados y las trampas o mentiras. Política como el arte de “birlibirloque”, tan del gusto del republicano y barroco José Bergamín. Hasta los que están en el Gobierno proclaman que son demócratas, cuando esa proclamación es propia del estado de Oposición, pues en el Gobierno sólo se quiere el poder ilimitado. De la separación de poderes, ni oírse, deseándose todo el Poder al Ejecutivo, para el líder.  




Eso crea adicción y es contagioso. A muchos ciudadanos no les basta con oír y ver eso que se llama “Sesión de control al Gobierno”, que se televisa desde el Congreso de Diputados”, es que además y después, ya casi de noche y en la cama, quieren que unos tertulianos se lo expliquen en detalle. Y por eso, es natural enfermar mentalmente, dejar de dormir, o padecer hipertensión en las arterias, y mucho de la Política no se puede entender sin añadir a lo político no sé cuál ismo, si sadismo o masoquismo, tan de adictos.  




 Puestos a seguir siendo sesudos, ya no con razones sino con emociones, también las científicas, lo último es la llamada neuropolítica, que es mucho más complicada que la simple política neurótica o neurasténica, tan de Freud, el austríaco de la neurosis, el del sexo junto al Poder, y otra vez con los canijos.     

            El previo y largo exordio se trae en verdad a cuento por lo que leí en mi periódico de cabecera, siempre el mismo, que no diré cuál es por respeto a mí protección de datos. Al lector bastará saber que soy tan antiguo que compro al día diariamente un papel y lo leo. En ese diario, en la página 25 del mismo día 25 de enero de 2023, leí en letras gruesas: “Una investigación relaciona el consumo constante de información con un mayor estrés y deterioro emocional. El ruido político daña la salud mental”. 




Lo novedoso está en que por primera vez se investigó ello, no en lo del resultado, pues ese, lo de que el “ruido político” afecta a la salud mental, al incremento del estrés y a dificultar el sueño, ya era muy sabido. En España se empezó a decir, a principio de los años noventa del pasado siglo, que las tertulias radiofónicas sobre Política eran desaconsejables por ser dañinas a los nervios, y eso que en aquel tiempo los tertulianos, nuevos, eran menos ignorantes que los actuales, más viejos.

No hace mucho a un colega mío, muy de derechas y consumidor de Lexatin, ante su malestar nocturno y emparejado, al preguntarle si escuchaba alguna tertulia radiofónica o de televisión, y al decirme que sí, le advertí de los muchos peligros que corría, no sólo para dormir, sino también para descontrol crónico de su hipertensión arterial. Por tanto, el resultado investigador de los de la Universidad de Toronto, aquí ya lo sabíamos.




            Y mucho antes, ya en 2016, José Luis Pardo escribió el libro Estudios sobre el malestar, políticas de la autenticidad en las sociedades contemporáneas. El libro, por ser de un filósofo cínico, es complicado de leer; se refiere a otra cosa, a otra caricatura, pero también vale para la nuestra, la de estas hojas. A él, próximamente, por ser muy sagaz, regresaremos. Ahora quedémonos con la pregunta básica, de la física y de la metafísica, de la página 20, en la que el confesor pregunta al confesante: “¿Joven, te tocas?”. 

La actual política española, muy de la neuropolítica, y de quitar el sueño a muchos, está encabezada por Pedro Sánchez, que él es toda la Política, un genio para pactos, incluidos los satánicos sin necesidad de exorcista, al que ya muchos consideran un nuevo genio como fue en su día Fernando el Católico para Maquiavelo y Gracián. ¿Y los anteriores? preguntará usted? y respondo que ya no me importan por pasados. Vayamos por partes: 

I.- Una cierta Política

 No me interesan las claves científicas de la Política de don Pedro Sánchez. Nada quiero saber de las llamadas “Políticas de Caín”, de excitar rivalidades fratricidas, tan de psicoanálisis, como las de Caín y Abel, hijos de Adán y Eva, habitantes de ese extraño Paraíso, y extraño por tener hasta una serpiente. Tampoco deseo saber las llamadas “Patologías del Poder” o de la Cratología (de Kratos o poder) clínica, entre la paranoia, la perversión del gran líder y su dominación a muchos, que empieza con suavidad y que puede terminar en guerra. Quedo con lo político teatral y lo del teatro de máscaras, que es de lo falso y lo manchego o quijotesco, fabricado por Paco Nieva, el de Valdepeñas, que transitó de lo unisexual a lo bisexual; que primero fue señorona y luego (en la Academia de la Lengua) señorón, en tiempos de sexos claros decretado por el General




Me estoy refiriendo al llamado Teatro Furioso”, también llamado de “farsa y de calamidad”, siendo la “rapidez en la acción, sorpresa, retórica burlona y énfasis satírico”. Es pues, como la Política misma y ahora. Y siempre imaginé a Pedro Sánchez subido a La Carroza de plomo candentesiendo Él la carroza y el plomo, juntos. ¿Y quién es la Coronada y el toro? Lo dijo todo el personaje de don Frasquito: “¡La Monarquía ideal! Reinar sobre cuatro gatos”. A ello responde el otro personaje de don Luis: “¡Si sólo fuera eso! Pero la gata Dominga es fecundativa como ella sola”. 

Y mucho cuidado, pues donde hay farsa hay mentira, y donde hay mentira hay fascismo. Trastornos de las instituciones políticas escribió y advirtió en 2007 Luciano Vandelli. 

II.- Que causa malestar, especialmente a algunos:

Ese teatrino de la Política, de “farsa y de calamidad” afecta a muchos por inauténtico, haciendo imposible su frágil bienestar, y sabiendo, a mayor razón, que los españoles, según John Elliott, somos propensos al pesimismo, al estar siempre esperando lo peor, estando continuamente en procesión o cortejo “como de flagelantes”. Y con una peculiaridad: esos mismos españoles a los que tanto el “ruido político” estresa y quita el sueño, son los mismos que experimentan atracción fatal por los cambios de Régimen político y las guerras civiles. El llamado guerra/civilismo es el estado permanente de bastantes españoles, tal como escribiera el filósofo Pardo, y esa es la hybris de algunos políticos, que siempre quieren ganar la próxima Guerra, aunque hayan perdido todas las anteriores, pues las guerras siempre las ganan los malos.    

No resulta raro que un país como España, tan aficionado a la tortilla, con tortillas de muy diferentes tipos o clases, desde la de Betanzos arriba a las sevillanas abajo, unas blandas como nubes y otras compactas como piedras, tenga al mismo tiempo en un país como España dos pulsiones, la del mantenimiento del statu quo y la del cambio, de tortilla, lo cual genera estrés, desazón y un continuo “vuelta a empezar”. Y dejémonos de gaitas, que los españoles tenemos muy escasos momentos de bienestar, un numerus clausus,con la siempre esperanza de un premio de la Lotería Nacional

Y ¿qué es la llamada democracia simulativa? Lo explica Eloy García en el Estudio Preliminar al libro Poder de Guglielmo Ferraro. Quizá haya que explicarla teniendo en cuenta que hay mucho miedo, y que desacreditado lo patriarcal, ahora todo es madre, incluso la masa para hacer bollos preñados.

Fotos del autor    

 

jueves, 2 de febrero de 2023

MONJAS EN DONOSTIA Y EL NUNCIO INADVERTIDO, artículo de ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en Religión Digital, 28 de enero de 2023


                                                           (5ª Parte)

            

I.- Introducción sobre Isabel La Católica

            Las noticias corren imparables, luego los de Religión Digital también corremos imparables. Uno de los últimos acontecimientos noticiosos fue la decisión de monseñor Argüello, Excelentísimo y Reverendísimo arzobispo de Valladolid, de relanzar los trabajos de la Comisión para la Causa de Beatificación de Isabel La Católica. A este Monseñor, por acumulación de tantos y tan grandes empeños, los del Gobierno, según me informan, ya le llaman “El Monte de Piedad”. El que los empeños sean de imposibles, no tiene importancia, que eso da igual.  


Y es que los judíos, a su pesar, siguen siendo de actualidad. Y no sólo por lo de Monseñor, que tanto está haciendo recordar al bárbaro y pecador “Edicto de expulsión” de los judíos, en España, en 1942, en tiempo de la Reina Católica e inmediatamente después de la conquista de Granada a los otros, a los moros. Sabido es que los monarcas españoles siempre juntaron a los moros con los judíos hasta que llegó Franco, más o menos monarca, y los separó, haciendo a unos de su guarda y diciendo que los otros eran muy masones. Y no sólo de actualidad por lo anterior, también por otros dos hechos próximos: 

a): Por la publicación en español del libro de Delphine Horvilleur,  rabina y muy locuaz, titulado Reflexiones sobre la cuestión antisemita, editado por Libros del Zorzal.

b): Por la extravagancia que supone el artículo 146 de la C.A. Praedicate Evangelium, por el que las Relaciones Religiosas con el Judaísmo fueron a parar al Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, procedentes del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso. ¡Qué interesantes son de análisis las denominaciones de ambos Dicasterios! Pregunté en el Oriente Medio qué pensaban de eso y, en respuesta felina, de micifú, me respondieron con desdén y subida de hombros: “ni  ni  


Todo eso, lo de los judío y lo de Isabel 1ª, muy interesante, lo dejaremos para el siguiente artículo, pues ya prometimos que en el presente analizaríamos lo de San Sebastián y el nuncio filipino, yendo a ello por obligación de pública promesa y sin pretensión de recompensa. 

II.- Mujeres vascas, también en la ordenación episcopal 

Siempre se dijo, incluso los antropólogos lo escribieron, que las mujeres vascas, también las navarras, son muy importantes, poderosas y matriarcales, y por eso, se dice, que los varones vascos, también los navarros, “tiran tanto al monte” con esos alardes de virilidad llamativos. Me consta, por vivencia directa, del mando indiscutible de las mujeres navarras en mi familia, con los varones en fila, como indios. 

Por eso no me llamó la atención la numerosa y poderosa presencia de tantas mujeres en la ordenación episcopal de don Fernando Pardo (Gotzain Ordenazioa), en Donosti, el 17 de diciembre de 2022. A las 10,15 eran muy numerosas las mujeres, que situadas rodeando la Catedral, en la Plaza del Buen Pastor, seguían el paseíllo de don Fernando, en compañía del ordenante principal, el cardenal Bocos, y del otro ordenante, don Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona, hasta el acceso a la Catedral, escuchando el concierto a cuatro manos de la Txalaparta en las puertas de la Catedral (eso lo conté en mi crónica, aquí, en Religión Digital, el mismo día 17). Faltó en el paseíllo el otro ordenante, el Nuncio.

Como dije había muchas mujeres y muchas monjas viendo el “paseíllo”, entre los ruidos de una tamborrada y los vítores de unos forofos, “Los Mensajeros” y los pobres de San Antón de Madrid, del querido Padre Ángel. Me acerqué a un grupo de monjas, unas siete, vestidas a lo antiguo, hábito y capa negra, con una medalla en la que se veía el Corazón de María, sostenida por una fina cadena de alpaca, a un lado y otro de la medalla. Pregunté a una de las Hermanas a qué Congregación pertenecían y con el arrojo de muy vasca, me dijo: “Somos Hermanas de la Congregación Obra Misionera de Jesús y Maríacon Casa en Pasaia (Pasajes de San Pedro), dedicada a Guardería y Escuela infantil, y con otra Casa también aquí, en San Sebastián, dedicada a espiritualidad y retiros, la “Casa Villa Puyo” que llaman. Me precisó que las Hermanas a la vista eran todas de la Casa de Pasaia. 

Por mi curiosidad me contó la Hermana de Jesús y María parte de la vida y milagros de la Fundadora del Instituto religioso, la ya Beata, María del Pilar Izquierdo, fallecida jovencísima en San Sebastián, en 1939. Esas “monjitas” me animaron a rezar para que la Fundadora pronto sea Santa, prometiendo yo así hacerlo, aunque estoy muy quejoso. Y lo estoy porque mi monja preferida, Sor María de Agreda, que falleció en el siglo XVII, y que fue mística, que está de cuerpo incorrupto en el que fue su Monasterio de la Inmaculada Concepción en Agreda, que al bobo de Felipe IV recomendó no tener Validos, a pesar de todo lo cual -añadí- sólo, únicamente, es Venerableni beata tan siquiera. Y suspiré: ¡La culpa la tiene el obispo de Burgo de Osma que es un dormilón y que sólo piensa en llegar a ser arzobispo escapando de Soria, sea quien sea, y con lo bueno que está el chorizo de allí!

Y añado aquí algo muy importante, tratándose como se trata éste, de un artículo relacionado con el Nuncio o Representante del Papa: Mi Sor María de Agreda hizo posible lo que es el fundamento mismo de la teoría de la representación, pues de ella, de Sor María de Agreda, se habla, de que sólo ella, hizo posible la bilocación, pues al mismo tiempo la vieron en Agreda, Villa soriana al pie del Moncayo, y en las Américas del Nuevo México. 

Muchas monjas, pues, en Donostia, las de lo de Jesús y María, también Las Siervas en diferentes modalidades o ramas, Las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús. No vi a la pareja de Hermanitas de los Pobres, tan visibles las dos, en la primera Misa de don Fernando G. Cadiñanos como Obispo de Mondoñedo-Ferrol, en la Con/Catedral de El Ferrol el 5 de septiembre de 2021. 


III.- El Nuncio, ordenante no principal, en la Ordenación episcopal y toma de posesión de don Fernando Pardo:

            El señor nuncio o representante del Papa en España, también obispo o clérigo diplomático de la Santa Sede, al llegar a la Catedral minutos antes del comienzo, a las 11 horas, de la celebración litúrgica, no pudo participar, como dijimos, en el paseíllo previo (a las 10,15 horas), junto al ordenado y a los otros dos ordenantes, por la Plaza del Buen Pastor. Lo cual fue muy comentado, pues unos lo atribuían a simple retraso y otros a añagaza diplomática, pues lo de nuncio en España no era exhibible en lugar tan abertzale como es San Sebastián, que no son lugares tan nacionales (españoles) como Astorga, Zamora o Mondoñedo. Y la llegada apresurada del señor Nuncio impidió que viera allí la presencia de don Fernando G. Barriocanal, el de la COPE, que es mucho no ver. 

            En esa ceremonia tampoco se vio la presencia, frecuente en otras ordenaciones, de autoridades militares o de la Guardia Civil, si bien -ha de contarse casi todo- don Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y ordenante, con anterioridad fue arzobispo castrense, estando presente en la comitiva episcopal también el navarro, actual castrense, designado por el Papa, previa terna Real de hace unos meses, justo como en tiempos de Franco y de antes del Concilio. 

            El señor nuncio al no ser el ordenante principal y no pronunciar la Homilía, dijo unas breves palabras de saludo, muy al principio de la ceremonia, “en nombre del Papa Francisco”. Y eso fue todo, pues el peso de la ceremonia fue del ordenante principal, un miembro del Sacro Colegio, llegándose a escribir en el “Libro de la Ceremonia” entregado a los asistentes, para la toma de posesión de monseñor Pardo, lo siguiente: “Se levantan todos, el Obispo ordenante principal invita al nuevo Obispo a sentarse en la cátedra, sentándose el mismo a su derecha”. 


Es curioso y desde luego no es, de ninguna manera, incorrección canónica, destacándose un más a menos ceremonial del Nuncio:

A.- Lo más: En la Ordenación de don Fernando Valera (Zamora), el ordenante principal fue el Nuncio, y aunque uno de los ordenantes era el arzobispo metropolitano, de Valladolid, y miembro del Sacro Colegio, el cardenal Blázquez. El Nuncio ordenó e hizo tomar posesión. 

B.- Un poco menos: En la Ordenación de don Fernando G. Cadiñanos (Mondoñedo-Ferrol), el ordenante principal fue el arzobispo metropolitano de Santiago de Compostela, el cual, al momento de la toma de posesión, cedió el sitio preferente al Nuncio, representante del Papa. 

C.- Nada: En la ordenación de don Fernando Pardo (San Sebastián), el ordenante principal fue un miembro del Sacro Colegio, el cardenal Bocos. Y nada dejó hacer al Nuncio.

Y hay que tener en cuenta:  Por una parte, lo que dispone el Ritual o Libro de las Ordenaciones: “Como de costumbre, el Metropolitano ordene al obispo sufragáneo”. Por otra, lo que dispone el Motu Proprio de Pablo VI Sollicitudo ómnium Ecclesiarum (de 24 de junio de 1969), sobre “el oficio de los representantes del Pontífice romano”: “En el ámbito del territorio en el que desarrolla su misión, el Representante pontificio tiene derecho de preferencia sobre los Arzobispos y Obispos, aunque no sobre los Miembros del Sacro Colegio ni sobre los Patriarcas de las Iglesias Orientales, en su territorio…”. 

Por tanto, es el mismo Papa, el que limita la posición representativa de sus representantes, estableciéndose expresamente en qué casos éstos, por representar a lo máximo (“Cabeza del Colegio de Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra”), ha de otorgar a otros la preferencia. Y esto es muy importante, pues refleja un asunto importante, muy importante, de la relación entre las Iglesias locales y la romana. Por el galicanismo, en Francia, en las Ordenaciones episcopales parece estar ausente.  


IV.- La diplomacia vaticana:

En estos artículos, en éste y anteriores, escribimos mucho del Nuncio, no de los pronuncios ni de loa internuncios, que si lo de Excelentísimo y Reverendísimo don Bernardito, que si lo de Filipinas, que si lo de Aupa en vez de Auza, pero siempre sin olvidar el respeto que nos produce una persona, como monseñor Auza, tan paciente, callado y no de protestas, con cierta indiferencia a la provocación, a diferencia de otros propensos a urticarias y picores. 


Tampoco olvidamos el prestigio de la diplomacia vaticana y sus objetivos, en primer lugar, los religiosos, y con sus singularidades que, como ya escribió Jean Chevalier (La política del Vaticano), en el lejano año de 1969: “son consecuencia de su ambigüedad existencial”, por ser de pastores y de diplomáticos. Y unos nuncios bien formados en la Academia Pontificia, que hasta 1939 fue la Academia de los nobles eclesiásticos como Pío XII. Y también a ellos, por ser importantes en la Curia Romana, dedica Praedicate Evangelium del Papa Francisco, de 17 de marzo de 2022, el artículo 52 (“Sección para el personal diplomático de la Santa Sede”).  

Fotos facilitadas por el  autor