Que el próximo domingo, 3 de enero y día del Señor, en varios medios de prensa digital se colgará, para azote de vientos, un texto de general gravedad –gravitas que escribiría Cicerón y que nada tiene que ver con la gravitas capitis que es una jaqueca-.
Eso, la gravitas, debería obligar a que el juego habitual del autor con sus lectores sea el mínimo y el mínimo por inevitable, y he aquí lo mínimo:
Todo empezó minutos antes de abrirse una puerta; después se viajará a Alemania y Suiza, patrias de dos teólogos. Se oyeron músicas y pudo verse un piano de cola que era transportado de palacio a palacio.
Como el asunto es de largura, lo que saldrá el domingo es sólo una parte, que continuará más domingos –Dios lo quiera- tratando de llegar al todo.
Las dos fotos de hoy:
La primera es de un Cristo, que perteneció a una iglesia, ahora en ruinas. El Cristo está hoy colgado en la iglesia parroquial de Valderas (León), a la derecha entrando. No es, pues, de anticuario o coleccionista de rapiña.
La segunda es de una puerta muy original, muy original, con pretensión de forma clásica y resultó lo que se ve. Está en un pueblo montañés, también de León, donde hacen unos exquisitos yogures con lactosa, de vaca o cabra, a elegir.
Y, excepcionalmente, hay que felicitar:
-Felicitar a la Orden de Predicadores, que va a celebrar a partir del día 2 el primer Capítulo Provincial de la Provincia de Hispania.
-Felicitar a la Compañía de Jesús por la visita a Asturias, a partir del día 2, de diez de sus novicios en viaje de prácticas o pastoral.
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