14 de junio, un día que muchos hubiésemos borrado del calendario porque nada bueno nos trajo. Casi como los toreros, a las cinco o poco más de la tarde, nos dijo adiós Aurora. Desde entonces, el tiempo transcurre cuan pócima liberadora, buscando camino hacia la esperanza que arrincone ese dolor que produce la ausencia. Pasó el verano, el otoño... ahora ya es invierno. Con él las navidades, las fiestas, el turrón, los regalos... Y como casi siempre la tristeza tiene forzosamente que convivir con la obligada alegría. De ella, de Aurora, nos queda el recuerdo y cosas muy hermosas, como esta felicitación fruto de su creativa imaginación, que precisamente hoy , 14 de diciembre, José Luis ha querido compartir con todos nosotros.
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