| Maribel Trabanco, Isabel Moro (viuda e hija de José Avelino Moro) y Luis Argüelles hijo ante la placa. :: J. SIMAL | 
Numerosos familiares, amigos y allegados no quisieron perderse tan 
entrañable cita. «Aquí mismo, hace 36 años mi padre, a los pocos meses de haber 
fallecido, recibió un pequeño homenaje. Pero su palabra se apagó y pasó al 
olvido en poco tiempo. Es por eso que llevaba desde entonces sin volver al 
Pueblu d'Asturies. Iba a la Feria de Muestras, al rastro y miraba para otro 
lado. Ahora que vuelvo lo veo renovado y me agrada. Gracias, gracias y gracias. 
Por todo, porque ambos se lo merecen», apuntaba Isabel Moro, hija de José 
Avelino. «Casi le cuesta el matrimonio. Cientos de piezas pasaron por casa para 
ser limpiardas y restaurarlas. A veces llamaba preguntando si estaba mi madre 
para entrar en casa», recordaba entre risas.
«Pasé mi infancia aquí y ahora me parece todo mucho más pequeño que 
cuando era un crío. Viví la época de decadencia del museo y ahora vuelve a ser 
un pueblo vivo», comentó Luis Argüelles hijo, ya que su padre no pudo asistir al 
acto por problemas de salud.
Apuesta ambiciosa 
A ambos les interesaban el bable, las tradiciones, el folclore, las 
aldeas, el campo y cualquier seña de asturianía. Fue una apuesta ambiciosa. 
Recibieron «críticas por parte de diversos medios y personalidades, que 
descalificaban sus intereses por considerarlos 'aldeanismos'», frente al 
predominante ansia de progreso que triunfaba en la época. Al final lo 
consiguieron con la ayuda del industrial Luis Adaro, por entonces responsable de 
la Feria de Muestras, que decidió destinar un espacio en ella a instalar un 
auténtico pueblo asturiano.
Fueron dos personas muy queridas por los gijoneses y por todos los 
asturianos. Prueba de ello fue la cantidad de personas que se acercó hasta el 
recinto para mostrarles su apoyo, como Gonzalo Mieres, Joaquín Fuertes y el 
pintor Roberto Díaz de Osoria, que aprovechó la ocasión para pedir una calle 
para Moro y Argüelles. También estuvieron presentes los ediles Carlos Rubiera y 
Manuel Pecharromán y el director de la Fundación Municipal de Cultura Xosé Nel 
Riesgo.
«Estoy agradecido a toda la ciudadanía por impulsar este merecido 
reconocimiento. Además es un orgullo que se haya podido traducir al asturiano el 
texto que figura en la placa», apuntó Rubiera.
Cierre musical 
La música fue la encargada de cerrar el acto de homenaje. El coro 
Costa Verde, junto con el concejal de Cultura, interpretaron la canción 
'Axuntábense' y todos los presentes se unieron para entonar el 'Gijón del alma'. 
Moro y Argüelles ya tienen su merecido sitio en el museo que ellos mismos 
crearon con mucho esfuerzo y sacrificio. Su placa, visible desde ayer luce al 
lado de la de José Blanco Alonso.
El próximo 6 de octubre 'Bravo Asturianísimo' retomará su 
programación y lo hará con un homenaje a José Avelino Moro. El acto se celebrará 
a las 12 en el Teatro Jovellanos. «Decía que las cosas que se hacen, bien por 
amor, bien por devoción, no son extraordinarias. Lo anormal es no hacerlas, 
pudiendo», explicaba su hija Isabel.
FOTOS DE MI AMIGA DELIA SÁNCHEZ
Que, además me ha escrito en Facebook esto: 
Ayer día 17, he tenido la satisfacción de acompañar a mi amiga Isabel Moro en un día muy especial para ella. El homenaje a su padre José Avelino Moro y Luis Argüelles Sanchez, en la colocación de una placa conmemorativa que recuerda la inmensa labor que realizaron por el "Plueblo de Asturias". Estuvo rodeada de grandes personajes, familiares y amigos. Esto es, Isabel, que tus buenos amigos no se olvidan de él, y de igual manera a ti te quieren y te queremos.Tus bellas palabras logré captarlas bien en la grabadora (temía no lograrlo). Te las enviaré. Un beso
| Luis Argüelles, mi madre, yo misma, Enma y Belén Encinas y Gonzalo Mieres | 
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| Actuación de la coral "Costa Verde" | 
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| Con mi madre y Gonzalo Mieres | 
| Gonzalo Mieres, Carlos Rubiera, Maribel Trabanco, Luis Argüelles e Isabel Moro | 

 
 
Isabel, estoy muy feliz por fin se ha hecho justicia. Y digo justicia no por las palabras, que se las lleva el viento, sino por los hechos.
ResponderEliminarEs de justicia reconocer las buenas obras, no las intenciones, pues como tu bien dices (frase que decía tu padre) las cosas que se hacen, bien por amor, bien por devoción, no son extraordinarias. Lo anormal es no hacerlas, pudiendo.
Eso exactamente era lo que decía mi padre. Él me enseñó que hacer las cosas bien no era nada especial, era sencillamente como había que hacerlas. Por eso lo que me está sucediendo ahora me cuesta encajarlo, cosa que tengo que disimular, para que no parezca una falsa modestia ( de lo que algunas personas me han hablado ya), pero es que esto me sobrepasa Lo más hermoso de todo es que he redescubierto a mi padre en facetas diferentes a la de padre, que esa siempre la tuve muy presente. Gracias por tu comentario, amigo.
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