Aunque uno es escritor mensual, esta vez, por proximidad del Carnaval, se adelanta la cosa
o se altera la regla periódica.
Dejaremos para el siguiente el “Cómo ser uno mismo” de Jacques Attali, tal como
prometimos y de tanta práctica; nada teórico como buen judío.
El domingo trataremos de algo que puede ser, al mismo tiempo, mucho, mucho: un pecado
mortal, de esos de ir al Infierno en caso de muerte súbita o infartazo de lo más alto o de la mitad,
a la altura del corazón. Puede ser un delito de tener que sentarse en un banquillo, o, incluso, puede ser …
De París iremos a Filipinas y regresaremos a Alemania, lugar de nacimiento de un hombre
loco, muy loco, de mucha sabiduría que no es Heidegger, que sabía tanto griego como él,
y enamorado también de los presocráticos.
No se trata de Filosofía, sino de Teología, pero con un estilo claro y que, como todos los
de este autor, es de lectura rápida para no enterarse de nada, de nada, y muchas gracias.
Las fotos se acompañan sin título.
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