Miles
de millones de años del planeta Tierra
ROLF EN LOS JARDINES DEL MUSEO "EVARISTO VALLE" |
Asturias, famosa por sus grandiosos e impresionantes paisajes
entre el mar y la majestuosa alta
montaña, facilita al interesado gran cantidad de vestigios sobre la historia de
nuestro planeta Tierra, aparecido hace 4.513 mil millones de años, y su larguísima
Evolución.
Estos vestigios son sobre todo fósiles de plantas y
animales, cuya primera parte data del período cámbrico - era de la “explosión
de la vida”- hace también más de 4 mil millones de años, como p. e. los
trilobites, invertebrados marinos, que vivían sobre nuestro planeta durante
nada menos de 550 millones de años, y que existían también aquí cuando el mar todavía
cubrió hasta las hoy cimas de nuestras montañas.
Otro ejemplo: en la playa de Arnao aparecieron hace
pocos años restos de todo un bos-que fosilizado de helechos grandes como
árboles, que cubrieron el borde del mar hace 300 millones de años y posteriormente
se transformaron en yacimientos de carbón (la era Carbonífera).
En cambio, aunque también de edad muy multimillonaria,
son mucho más recientes en el pasado de nuestro planeta, icnitas de grandes dinosaurios,
aún visibles sobre rocas de varios acantilados sobre el mar entre Gijón y
Ribadesella. Los dinosaurios, por cierto con más de 500 géneros y 1.000
especies, vivían desde hace 135 millones de años hasta su desaparición hace 66
mill. de años, esta debida al impacto de un gran meteorito, de 10 km de diámetro,
en Chicxulub en el Caribe. El meteorito, que había creado un cráter de 180 km
de diámetro, causó un total y larguísimo
cambio del clima, lo que provocó la última de las, hasta ahora cinco,
grandísimas extinciones de vida del planeta.
El moderno Museo del Jurásico de Asturias (MUJA),
cerca de Colunga/Lastres, ofrece amplísima información y muestras sobre la vida
en el Jurásico, incluida multitud de fósiles. Al comienzo del Jurásico (200
mill.años), el entonces único supercontinente Pan-gea, formado a finales del Carbonífero
(300 mill.años), empezó su fragmentación debido a los cambios y movimientos de
las placas tectónicas del planeta,
formándose los super-continentes Gondwana en el norte y Laurasia en el sur, los
dos en el gigantesco mar Thetis. De Laurasia surgieron posteriormente Eurasia y
Norteamérica.
Sigue en el tiempo el inmenso salto a la aparición de los
primeros homínidos, y referido concretamente al norte de España. En la rasa del
litoral cantábrico se han descubierto recientemente varios asentamientos del
hombre prehistórico en la larguísima (250.000 años, y hasta hace 10.000 años) última
época del hielo, siendo el más viejo, estimado en 100.000 años, i.e. el asentamiento
de nuestro Cabo Busto. Encontrado en 1968, comenzó su excavación en 1992,
produciendo gran cantidad de materiales líticos, tallados y no, bifaces, picos
triedos, raederas, hendidores, cantos, etc. Puede incluso tratarse de yaci-mientos de dos épocas distintas, cuya
confirmación está todavía pendiente del segui-miento de las excavaciones.
En las cuevas de El Castillo en Cantabria se encontraron
vestigios de la primera presencia del
hombre, homo neanderthal, de hace 47.000 años, y lo sorprendente es que este hombre
“primitivo” ya hizo pinturas rupestres.
El neanderthal también tenía un pequeño asentamiento
temporal encima de una muy bien defendible colina de Castiello, en las afueras
de Gijón, como demostraban los ahora desgraciadamente ya desaparecidos restos
de fundamentos de piedra de 8 cabañas redondas, y material lítico típico
neanderthal, sin que en este lugar apareciera ningún objeto de cerámica o metal.
Esto hace suponer a un lego en arqueología, que debe haberse tratado de hombres
(y mujeres, naturalmente) de la edad de piedra.
De hace 43.000 años datan 11 cadáveres también del
homo neanderthalensis, encontra-dos recién en 1994 en la Cueva del Sidrón
(Piloña). Precisamente estos restos facilitaron para la ciencia importantísimo material
genético, lo que permitió por primera vez la secuenciación de su ADN. Esta
demostró, que el homo sapiens, es decir nosotros ¡lleva-mos restos genéticos
del neanderthal; grupos reducidos de las dos especies (¿o era realmente una
sola?) habían convivido durante algunos miles de años, lo que llevó a una
mezcla genética, como sabemos definitivamente solo desde 2010!
En la larguísima última época del hielo el hombre,
nómada entonces, pasó aquí por lo menos parte del año protegido en cuevas
naturales del litoral, dejando en varias de ellas increíblemente hermosas
pinturas murales, como en la de El Castillo/Pte.Viesgo, Canta-bria (¡275
pinturas!), Altamira (también llamada “Capilla Sixtina de la Edad de Piedra”, ocupada
entre 35.000 y 15.200 años), Tito Bustillo, La Peña de Candamo, Llonín, de
Pidal, Covaciella, etc.
Por cierto, últimamente incluso parece posible para
parte de la comunidad científica, que la especie del neanderthal no
desapareció, como se creía ¡sino que pervive en nosotros, en el homo sapiens!
Al final de la última época del hielo de nuestro
planeta, y hace solo unos 10.000 años, en la así llamada revolución neolítica
se produjo en Mesopotamia, cuna de nuestra civiliza-ción, en su “media luna
fértil” el fin de la anterior vida nómada del hombre con la inven-ción/comienzo
de la agricultura y la ganadería (Göbekli Tepe, etc.), haciendo del antes cazador/depredador
el hombre productor/sedentario, una transformación de enormes consecuencias
para la Humanidad.
Agricultura y ganadería llegaron a nuestra región unos
miles de años más tarde, posible-mente traídas por los celtas (tribu Cilúrnigos),
ya que estos las practicaron en el castro y alrededores de nuestra Campa Torres,
donde se habían asentado unos 600 años antes de nuestra era.
También las seguían luego practicando los romanos en
Asturias en sus villas agrícolas, siendo un magnífico ejemplo la villa de
Veranes, recientemente excavada y construida en el primer siglo de nuestra era
y seguramente productora de gran cantidad de víveres durante siglos.
En el anterior, breve periplo por la Evolución en
nuestra Tierra y sus vestigios acabamos de abarcar nada menos que unos cuatro
mil millones (4.000.000.000) de años con multi-tud de sucesos de la evolución, incluidos
los hasta ahora ya cinco casi-exterminios de vida por vulcanismos, seísmos, meteoritos,
cambios de clima, etc. etc.
Empezando con el nacimiento de vida en el mar en la
era cámbrica (fósiles de trilobites), la aparición de vegetación en la tierra
(bosque fosilizado de Arnao, Carbonífero), la era de los dinosaurios (135 mill.
hasta 65 mill. de años), habíamos finalmente llegado al último millón de años,
con la aparición de los primates y el hombre, y su arte.
Rolf Beyebach
Gijón, 4.7.2018