viernes, 28 de diciembre de 2012
"REUNIONES FAMILIARES NAVIDEÑAS", artículo de VIRGINIA ÁLVAREZ-BUYLLA, publicado en "LA NUEVA ESPAÑA"
En estas dos semanas celebramos más reuniones familiares que en el resto del año. Nos reunimos con los amigos para brindar más que en todo el año. Intentamos llevarnos mejor y estar de buen rollo mucho más que el resto del año.
Unos dirán que es el efecto de la Navidad con su mensaje de paz y amor para todos nosotros. Otros dirán enfurecidos que la Navidad no tiene nada que ver y entramos en la lucha del laico o no laico.
Yo no entro en el tema, entre otras cosas me aburre muchísimo. Pero para mí estas dos semanas son muy importantes, mi padre era un fervoroso defensor de la Navidad y de las reuniones familiares y me inculcó ese amor y esa defensa a ultranza de la familia. Mi madre no tenía esa afición, no había conocido una Navidad hasta que tenía más de 15 años, al morir sus padres cuando ella tenía menos de 1 año y estar interna en un colegio de monjas durante todos esos años, y no había vivido esa tradición, pero secundó a mi padre y le apoyó en todas las celebraciones.
Yo ocupo el lugar de la matriarca de la familia y nos reunimos en nuestra casa todas mis hermanas, sus hijos, nuestros hijos y sus familias, somos muchos, pero es entrañable. Hasta que yo me muera esto será así.
No hace falta gastar toneladas de dinero para comer bien, los besugos, las angulas y las langostas no son necesarios, lo que hay que hacer es cocinar cosas ricas y asequibles que gusten a todos. La comida ocupa una parte importante, pues como decía Brillat-Savarin: «El placer de la mesa es para todas las edades, condiciones, países y para todos los días; puede asociarse a los demás placeres y se queda el último para consolarnos de la pérdida de los otros». Este año sólo ha habido un cambio, comimos pitu de caleya calcinado; últimamente tiendo a calcinar todo lo que cocino, me distraigo con la manía de hacer varias cosas a la vez y ya no soy lo que era. Pero parece ser que calcinado o no estaba bastante bueno, así que quizás he inventado una receta nueva, y ríete tú de la deconstrucción del pitu y el nitrógeno y demás.
Por lo demás, nos pusimos moraditos como siempre, al final hubo que repartir Almax y Omeprazol.
Este año la lucha fue conseguir no hablar de política, crisis, desencantos, ladrones y falsarios. La verdad, costó un potosí, pues cada poco alguien soltaba el tema. Estamos todos tan hartos de la situación que estamos obsesionados y nos sale el tema sin querer. Entre nosotros los hay de diferentes ideas, de diferentes partidos, pero en este momento el comportamiento de nuestros políticos y la crisis han conseguido ponernos a todos de acuerdo. Intentamos no perder el amor y la fe en nuestro país y, afortunadamente, si conseguimos seguir amando nuestra familia y nuestro hogar, lo conseguiremos. Como decía Samuel Taylor Coleridge: «Sólo quien ama su hogar ama también su patria».
Este año estamos siendo afortunados con el tiempo, un día de Navidad con sol maravilloso, las Navidades blancas deben de ser bonitas pero incómodas, en cambio, el buen tiempo permite a los niños correr y jugar y a los papás y los abuelos relajarse.
Nosotros hacemos las fotos familiares, esas en las que siempre falta algún despistado, en las que hay que hacer juegos malabares para entrar todos, en las que hay que agarrar a los niños para que no se vayan, pero que luego quedan como recuerdos imborrables.
Me gustaría en este momento ser esa hada madrina con su preciosa varita mágica y cambiar cosas y cosas. Primero, que no haya ningún niño sufriendo en el mundo, ningún niño que pase hambre; que no haya ninguna mujer maltratada ni ningún hombre maltratado psicológicamente; que los hombres se convenzan de que las guerras no solucionan nada; que se descubran cada vez más vacunas y soluciones para las enfermedades; que la solidaridad prime ante todo; que nadie esté solo a no ser que quiera estarlo; que, que, que... Bueno, ya sé que es imposible, pero me gusta soñar por un día, mañana abriré los ojos, pero hoy no. Hoy sólo sueño.
Quiero terminar con algo positivo y es la idea expresada por Thornton Wilder, ese maravilloso dramaturgo americano, en «The skin of our teeth». Su tesis es que el hombre se ha sido salvando siempre por un estrecho margen de la destrucción total, con lo cual pretende consolarnos deduciendo, quizá con demasiado optimismo, que así ocurrirá en el futuro. Yo voto por la tesis de Wilder y os pido que hagamos el esfuerzo necesario para que eso suceda.
28 DE DICIEMBRE DE 2012 EN MI CIUDAD DE "MIL CARAS"
Una mañana soleada, más de primavera que de invierno, la que hoy hizo en esta ciudad de las mil caras. Un largo paseo, un cafetito en la plaza del Ayuntamiento... y la vida sigue.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
RECUERDO DEL ÚLTIMO VIAJE DEL 2012
Pues sí, la foto es el grato recuerdo del viaje de un grupo de ateneístas a Lisboa en noviembre. Hicimos un alto en el camino y el obispo Raúl Berzosa nos recibió en Ciudad Rodrigo. Y yo, que no me caracterizo precisamente por mi religiosidad, quedé gratamente impresionada por su hospitalidad. Y para que conste, entre las cosas que me sucedieron en el 2012, ahí queda la semeya. Por cierto, que no me cuelguen un novio; voy del brazo de Alberto, y Erundina, la que sí es su pareja, también está en la foto.
"LA VIDA ES UN ABSURDO", artículo de VIRGINIA ÁLVAREZ BUYLLA publicado en LA NUEVA ESPAÑA
Recuerdo cuando estaba en la Universidad y
tuve que estudiar el teatro del absurdo, con gran dolor de mi corazón porque no
me gustaba nada y porque a mi padre le encantaba, de hecho escribió su tesis
sobre él y, ya se sabe, cuando se es joven no se quiere dar la razón a los
padres.
Me acuerdo muy bien de aquel movimiento de escritores, principalmente franceses e ingleses que empezaron a escribir obras sin explicación lógica y sin sentido. Creo que el crítico Martin Esslin en 1962 fue el primero que los definió como participantes del grupo. Ionesco y su «Rinoceronte» Samuel Becket, Tom Stoppard, Harold Pinter. Yo no entendía nada de nada, aunque esperaba que al final de la obra tendría alguna respuesta lógica, pero no sucedía así porque dejaban que los lectores sacasen sus propias conclusiones, lo cual no está mal, siempre es bueno dejarle una puerta abierta al lector, pero tanta puerta abierta me abrumaba. La verdad, me parecía que me estaban tomando el pelo. Acabé desesperada de tanto absurdo y nunca más volví a releerlos.
Pero hete aquí que las cosas han cambiado o he cambiado yo, no lo sé, de repente la situación actual de este mundo que vivimos y la vida que llevamos se han convertido en un absurdo continuo, nada tiene sentido, no hay explicaciones para la mayor parte de las situaciones que se desarrollan a nuestro alrededor. Esta mezcla de corrupción, falsedad, maldad, odio conviviendo con solidaridad y amor no tienen mucha lógica.
¿Alguien puede encontrar alguna explicación a la terrible masacre ocurrida en Sandy Hook Elementary School de Newtown, Connecticut? ¿Por qué un chico como Adam Lanza, que había asistido a esa misma escuela y vivía allí mismo, teniendo a muchos de los asesinados como vecinos, pudo cometer tal atrocidad? ¿Es que no se le había notado nada antes? ¿Ni su familia ni los conocidos? Como siempre se llenarán ríos de tinta, pero no llegaremos a ninguna conclusión práctica ni lograremos evitar algo parecido.
Seguiremos viviendo como siempre hemos hecho, viendo venir las señales del desastre y sin prestarles atención. Se intenta encontrar explicaciones a tanta falta de coherencia. Tarea imposible. Parece tan absurdo ir a comprar regalos cuando no sabes qué te va a pasar al día siguiente, festejar con comidas y saraos estas fiestas, claro, los que pueden, los otros ni siquiera. Pero realmente tampoco se puede dejar de vivir, sentarse a llorar por todas las tragedias que están sucediendo y las que nos pueden caer.
Quizás lo mejor será retomar nuestra vida desde la consciencia de lo que está sucediendo alrededor. No cerrar los ojos, ayudar en la medida de nuestras posibilidades, con dinero cuando se pueda, pero mejor con la entrega de uno mismo, que es lo mejor que tenemos. Acompañar a los conocidos, o amigos que estén solos, hacerles llegar nuestro apoyo e intentar no estropear nuestra vida con esfuerzos casi imposibles para conseguir metas absurdas.
Por ejemplo, el otro día pasé delante de un gimnasio y vi una colección de pósteres de machos musculosos que daban grima, o por lo menos a mí me la dan. De esos que tienen unos brazos como jamones y un torso y unos hombros que cabe un camión ahí. También pasa en los culebrones sudamericanos, en los que hace poco los «protas» eran morenos, guapos, fuertes pero de proporciones normales y ahora no caben en las pantallas. Todo ello a base de machacarse en los gimnasios y tomar esas pócimas mágicas que les deshacen el estómago y lo demás. En estos tiempos que corren, perder el tiempo con eso es tan absurdo como el teatro de lo absurdo.
Abres una revista o ves una película y está llena de chicas depauperadas, con unos brazos y unas piernas que parecen huesitos. Muchas actrices jóvenes empiezan en el celuloide guapas y sanas y con cada actuación van perdiendo cinco kilos y sus miradas son cada vez más tristes. Para ello, vida de sufrimiento constante, sin comer y sin vivir. Lo malo es que esa moda ha invadido la calle y ha destruido la vida de muchas de nuestras chicas. Hay que empezar a preocuparse de lo esencial e intentar vivir una vida difícil, porque la vida es así, pero no hacerla nosotros peor de lo que es.
Este es un momento de dejar a un lado la tristeza, de reunirse con seres queridos y celebrar, de tener presentes a los que se han ido sin dolor, de festejar la Navidad, sí, digo Navidad, ¡Qué osadía la mía! Pero ya se sabe, soy políticamente incorrecta. Este lío de lo laico y no laico y los follones que se organizan por una simple felicitación de Navidad sería un buen tema para una obra de Pinter o de Ionesco.
Yo os deseo a todos unas Navidades inolvidables y un año 2013 en que seamos mejores, y si es así, todo mejorará.
Eugène Ionesco (Slatina, Rumania, 1909-París, 1994) |
Me acuerdo muy bien de aquel movimiento de escritores, principalmente franceses e ingleses que empezaron a escribir obras sin explicación lógica y sin sentido. Creo que el crítico Martin Esslin en 1962 fue el primero que los definió como participantes del grupo. Ionesco y su «Rinoceronte» Samuel Becket, Tom Stoppard, Harold Pinter. Yo no entendía nada de nada, aunque esperaba que al final de la obra tendría alguna respuesta lógica, pero no sucedía así porque dejaban que los lectores sacasen sus propias conclusiones, lo cual no está mal, siempre es bueno dejarle una puerta abierta al lector, pero tanta puerta abierta me abrumaba. La verdad, me parecía que me estaban tomando el pelo. Acabé desesperada de tanto absurdo y nunca más volví a releerlos.
Pero hete aquí que las cosas han cambiado o he cambiado yo, no lo sé, de repente la situación actual de este mundo que vivimos y la vida que llevamos se han convertido en un absurdo continuo, nada tiene sentido, no hay explicaciones para la mayor parte de las situaciones que se desarrollan a nuestro alrededor. Esta mezcla de corrupción, falsedad, maldad, odio conviviendo con solidaridad y amor no tienen mucha lógica.
¿Alguien puede encontrar alguna explicación a la terrible masacre ocurrida en Sandy Hook Elementary School de Newtown, Connecticut? ¿Por qué un chico como Adam Lanza, que había asistido a esa misma escuela y vivía allí mismo, teniendo a muchos de los asesinados como vecinos, pudo cometer tal atrocidad? ¿Es que no se le había notado nada antes? ¿Ni su familia ni los conocidos? Como siempre se llenarán ríos de tinta, pero no llegaremos a ninguna conclusión práctica ni lograremos evitar algo parecido.
Seguiremos viviendo como siempre hemos hecho, viendo venir las señales del desastre y sin prestarles atención. Se intenta encontrar explicaciones a tanta falta de coherencia. Tarea imposible. Parece tan absurdo ir a comprar regalos cuando no sabes qué te va a pasar al día siguiente, festejar con comidas y saraos estas fiestas, claro, los que pueden, los otros ni siquiera. Pero realmente tampoco se puede dejar de vivir, sentarse a llorar por todas las tragedias que están sucediendo y las que nos pueden caer.
Quizás lo mejor será retomar nuestra vida desde la consciencia de lo que está sucediendo alrededor. No cerrar los ojos, ayudar en la medida de nuestras posibilidades, con dinero cuando se pueda, pero mejor con la entrega de uno mismo, que es lo mejor que tenemos. Acompañar a los conocidos, o amigos que estén solos, hacerles llegar nuestro apoyo e intentar no estropear nuestra vida con esfuerzos casi imposibles para conseguir metas absurdas.
Por ejemplo, el otro día pasé delante de un gimnasio y vi una colección de pósteres de machos musculosos que daban grima, o por lo menos a mí me la dan. De esos que tienen unos brazos como jamones y un torso y unos hombros que cabe un camión ahí. También pasa en los culebrones sudamericanos, en los que hace poco los «protas» eran morenos, guapos, fuertes pero de proporciones normales y ahora no caben en las pantallas. Todo ello a base de machacarse en los gimnasios y tomar esas pócimas mágicas que les deshacen el estómago y lo demás. En estos tiempos que corren, perder el tiempo con eso es tan absurdo como el teatro de lo absurdo.
Abres una revista o ves una película y está llena de chicas depauperadas, con unos brazos y unas piernas que parecen huesitos. Muchas actrices jóvenes empiezan en el celuloide guapas y sanas y con cada actuación van perdiendo cinco kilos y sus miradas son cada vez más tristes. Para ello, vida de sufrimiento constante, sin comer y sin vivir. Lo malo es que esa moda ha invadido la calle y ha destruido la vida de muchas de nuestras chicas. Hay que empezar a preocuparse de lo esencial e intentar vivir una vida difícil, porque la vida es así, pero no hacerla nosotros peor de lo que es.
Este es un momento de dejar a un lado la tristeza, de reunirse con seres queridos y celebrar, de tener presentes a los que se han ido sin dolor, de festejar la Navidad, sí, digo Navidad, ¡Qué osadía la mía! Pero ya se sabe, soy políticamente incorrecta. Este lío de lo laico y no laico y los follones que se organizan por una simple felicitación de Navidad sería un buen tema para una obra de Pinter o de Ionesco.
Yo os deseo a todos unas Navidades inolvidables y un año 2013 en que seamos mejores, y si es así, todo mejorará.
martes, 25 de diciembre de 2012
LA HORA DEL BALANCE
No
sé muy bien si a este 2012 que está a punto de concluir merecerá la pena
hacerle un balance. En mi particular cuenta de resultados hay muchas
oscilaciones, aunque, para ser justa, todas las deudas emocionales han quedado
saldadas el día 10 de diciembre con el nacimiento de Inés. Pero el año comenzó
en enero –como es preceptivo-, y hasta llegar a ese diez de diciembre tuvieron
que pasar muchos meses en los que los que hubo más penas que alegrías. En
febrero, con la promesa de volver pronto, se fue el que entonces era mi mejor
amigo. No la cumplió: nunca regresó. No era hombre de palabra, pero eso yo no
lo supe hasta que me lo demostró. Me costó admitir su deslealtad, probablemente
porque mis amigos -vosotros que estáis ahí- nunca me habéis fallado. Como de
casi todos los fracasos, he extraído una enseñanza: la de no confiar en las
personas que digan servir a una causa por encima de todas las cosas, las que me
hablen de férreas convicciones morales, las que no sean capaces de cambiar ante
nada, ni por nada, las que dicen uno y luego hacen lo contrario. Esas, no
me interesan. Y en ese desasosiego que
produce el engaño anduve unos cuantos meses.
Afortunadamente mis amigos, los de siempre y otros nuevos, me rescataron de esa apatía por la vida en la que estuve sumida. La primavera no me trajo muchas alegrías: tuve que andar de médicos y presentía lo peor. No fue así, al menos estoy en un impasse de pruebas: me han dado una tregua. Con la llegada del verano las cosas empeoraron, a mi amiga Aurora no le dieron más tiempo: nos dejó. De nuevo la tristeza se instaló en mi corazón. Y otra vez a tirar por ella, intentando encontrar consuelo para las personas próximas que la habían perdido. Una etapa difícil, porque hay tristezas que por mucho que queramos consolarlas, nunca hay palabras que mitiguen el dolor. Fue un verano sin playa, sin los paseos por el parque que tanto me gustan: un verano extraño. El otoño, sin embargo, pasó en un voleo, por mor del trabajo supongo. Y aquí estoy, un 25 de diciembre, contándole todo esto –que forma parte de mi vida privada- a no se sabe quién. Soy, probablemente, una muestra más de lo solos que en el fondo todos estamos. Es triste que lo único que nos queda sea contarle a una máquina nuestra vida. Y me temo que esto no es más que la antesala del futuro.
Afortunadamente mis amigos, los de siempre y otros nuevos, me rescataron de esa apatía por la vida en la que estuve sumida. La primavera no me trajo muchas alegrías: tuve que andar de médicos y presentía lo peor. No fue así, al menos estoy en un impasse de pruebas: me han dado una tregua. Con la llegada del verano las cosas empeoraron, a mi amiga Aurora no le dieron más tiempo: nos dejó. De nuevo la tristeza se instaló en mi corazón. Y otra vez a tirar por ella, intentando encontrar consuelo para las personas próximas que la habían perdido. Una etapa difícil, porque hay tristezas que por mucho que queramos consolarlas, nunca hay palabras que mitiguen el dolor. Fue un verano sin playa, sin los paseos por el parque que tanto me gustan: un verano extraño. El otoño, sin embargo, pasó en un voleo, por mor del trabajo supongo. Y aquí estoy, un 25 de diciembre, contándole todo esto –que forma parte de mi vida privada- a no se sabe quién. Soy, probablemente, una muestra más de lo solos que en el fondo todos estamos. Es triste que lo único que nos queda sea contarle a una máquina nuestra vida. Y me temo que esto no es más que la antesala del futuro.
EL BELÉN DE AURORA
Querida Auro: Estas son las primeras navidades sin ti. Y, la verdad, te echamos de menos. Pero no te olvidamos: como ves ahí está tu belén. Y para que todos se enteren que es el tuyo, lo hemos puesto en la Red, así dará la vuelta al mundo y desde donde quiera que estés podrás verlo. Y sé que estás en alguna parte, además de en nuestros corazones. Un besazo, amiga Aurora.
domingo, 23 de diciembre de 2012
DESDE "LAS MIL CARAS DE MI CIUDAD", FELIZ NAVIDAD
Quisiera que Delia, Ángel,
Aurora, Virginia, Ana, José Manuel, Joaquín, Marisa, José Ignacio, José Luis
Campal, Luisina, José Marcelino, Pilar, Belén, Enma… y esa larga lista de
amigos que llevo en mi corazón, fueran felices. También quisiera que lo fueran
algunas personas que se han apartado de
mi vida –respeto su voluntad-, pero su olvido, no es correspondido por mí. Así
que también felicidad para ellos. Y redoblo mis deseos para quienes –los
conozca, o no- sufran por alguna causa: los viejos que viven en soledad, los
que sobreviven en la calle y de la ídem, los que sufren en un hospital, los que
lo único que pondrán en la mesa es
aquello que Cáritas les habrá facilitado, los que no saben con qué dinero
acabarán el mes… A todos les deseo que aparquen por una noche sus penas y
miserias, que intenten ser felices y que no pierdan nunca la esperanza.
sábado, 22 de diciembre de 2012
EL BELÉN DEL ANTIGUO INSTITUTO JOVELLANOS
FOTO DE BERNARDO SOLÍS DEL BELÉN EXPUESTO EN EL ANTIGUO INSTITUTO |
FOTO DE BERNARDO SOLÍS DEL BELÉN EXPUESTO EN EL ANTIGUO INSTITUTO |
viernes, 21 de diciembre de 2012
martes, 18 de diciembre de 2012
RECITAL POÉTICO DE ARMANDO VEGA Y JOSÉ LUIS CAMPAL
Un doble clic sobre la imagen permite leer el texto |
Los
poetas Armando
Vega
y José
Luis Campal
ofrecerán este jueves 20 de diciembre un recital de su obra en
lengua asturiana y a cuatro manos en la librería gijonesa "La
Buena Letra"
bajo el título "Les
marques del tiempu".
Mientras que Vega leerá una selección tanto de su producción
reciente como de la contenida en sus dos libros publicados ("Pente'l
borrín de la memoria"
y "Les
hores escrites"),
Campal recitará poemas pertenecientes a dos entregas inéditas: "El
tiempu la felicidá",
dedicado a su esposa recientemente desaparecida, y "Bienveníu
al mundu".
La velada literaria comenzará a las 8 de la tarde y es de entrada
libre.
domingo, 16 de diciembre de 2012
"LO ANTIGUO QUE MUERE Y LO NUEVO QUE NACE", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado en LA NUEVA ESPAÑA
“Lo que el hombre hace, el hombre lo destruye”
(San
Agustín)
Dos hechos
diferentes, uno en octubre de 2008 y otro en octubre de 2012, provocaron un mismo
efecto político: la suspensión, durante días, de la campaña electoral para la
elección de Presidente de los Estados Unidos. El hecho de octubre de 2008 fue
artificial u obra del hombre: el cataclismo y espanto financieros a partir de
la quiebra de Lehman Brothers y la estafa del calavera Madoff, --Bernie, para los amigos, incluidos
banqueros codiciosos y atolondrados--. Por el contrario, el hecho de octubre de
2012 fue natural (o sobrenatural), por ser obra de la naturaleza (o de Dios): el
huracán Sandy.
Es contradictorio que
en los tiempos presentes, conocidos como los de la “Edad de Oro de la Ciencia ”, con la seguridad
de conocer casi todo y poder descubrir el resto, asombrados quedemos ante los hechos
naturales y humanos que ocurren, al igual que Thalès, el de la Escuela de Mileto (Asia
Menor), que, por los años seiscientos antes de Cristo, se asombró ante lo que veía
o creía ver –en eso estuvo el origen de la Filosofía-. Y si los
hechos y las ciencias naturales son de silencioso laboratorio, los hechos
humanos y las llamadas ciencias humanas (y sociales), por ser de pensamiento y
de letras, son de mucho ruido, cháchara (o “chachachá”) y palique.
No
es lo ocurrido en el año 2008 -más un
derrumbe que una crisis- la causa inmediata por la que ahora, hoy y aquí,
se traen a colación, tanto las comparaciones entre el Imperio romano y el americano,
cuanto el papel desempeñado por el cristianismo y San Agustín en la caída de
Roma (es muy interesante, por cierto, la etimología de la palabra “crisis”, procedente del lenguaje de la medicina
griega, que es momento crucial, breve y nunca prolongado, a partir del cual se
produce la muerte o su contrario, la curación del enfermo). La causa, pues, es
otra: la reciente publicación de dos libros, aún calientes de imprenta; uno, de
octubre último, del prestigioso economista francés Daniel Cohen, titulado Homo economicus (212 páginas), editado por
Albin Michel; el otro, ganador del premio Goncourt, fallado el 7 de noviembre
último, que es una novela del escritor tambien frances Jèrôme Ferrari, titulado
El sermón sobre la caída de Roma (202
páginas), editado por Actes Sud.
Vayamos por
partes: primera (1ª), con lo del Homo
economicus. Los norteamericanos, fascinados al ver tantas películas
hollywoodienses “de romanos”, y tal vez por ello, llevan décadas tratando de
emparentar su realidad imperial -el ascenso y la caída- con las del extinto Imperio romano. A esa cuestión han
vuelto los EE.UU con fuerza, en
plena crisis de las subprime, un año
antes de la debacle financiera de 2008. El Financial
Times, el 18 de agosto de 2007, llegó a preguntarse: Are we Rome? (¿Somos romanos?).
Esto, que es muy interesante y complicado, requiere muchos saberes, no bastando
haber leído el clásico libro de Edward Gibbon. Y con ello surge,
inevitablemente, el asunto del cristianismo (siglos IV y V), así como un
personaje central: Agustín, obispo de Hipona (hoy la ciudad de Annaba, en
Argelia).
Cohen, sin
quemarse, revolotea en el capítulo III de su libro sobre el declive de los
valores morales en Roma y en USA, sobre el providencialismo trasnochado de las respectivas
élites, que pasaron por igual de una edad de freno y equilibrio a otra de
ambición y codicia económicas. Si interesante es la comparación y semejanza
sobre la importancia de la religión, el derecho de propiedad y el pasado
esclavista romano y norteamericano, se refiere Cohen, sin profundizar, a dos
hechos fundamentales de los declives imperiales o talones de Aquiles: una
expansión militar en tierras extrañas y lejanas y, consiguientemente, unos
déficits presupuestarios desmesurados. Y en esto surge ahora China, cuyos dardos dan en la diana
imperial de Norteamérica.
Es
sorprendente que China, hoy, sea para los EE.UU, tanto el amigo como el
enemigo; la que, a la vez, los sostiene y amenaza. En lo referente a la amistad: que sea el Estado chino el que esté
financiando, a través de su banca y por la compra de títulos de deuda (bonos),
más de la tercera parte del gigantesco deficit norteamericano (decenas de
billones de dólares), es prodigioso. Como recientemente se ha escrito (libro de
Frachou y Vernet China contra Estados
Unidos), es China, la China
del Partido Comunista, la que permitió financiar las guerras de Irak y
Afghanistan, “pagadas con la tarjeta de crédito china”. Que sean comunistas, chinos,
los que en gran parte financiaron y financian las campañas bélicas de
Norteamérica, no lo quieren oír los del Tea
Party ni los europeos de la progresía “caviar”, antes muy de Mao.
En lo referente a la enemistad: se dice
que China no tiene pretensiones de hegemonía mundial; sí que las tiene respecto
de Asia-Pacífico; por eso hacia allí ya “miran” los americanos. Se calcula que,
en pocos años, 20.000 soldados (hay 30.000) americanos dejen Europa para
desplazarse al Sudeste asiático, estando en construcción, en Australia, la que
será su base militar mas importante en el exterior. Del hasta ahora
euro-centrismo vamos, aceleradamente, hacia el “Asia-centrismo”: esa es la nueva geoestrategia y geopolítica. Por
ello, es normal que Obama, nada más ser reelegido, haya viajado a Asia; por
ello, es normal que Obama quiera reducir la dependencia financiera de EE.UU.
respecto a China, de ahí el importante asunto del Fiscal Cliff y del llamado “precipicio presupuestario” (no es, descartable
también una explosión económica y política en China).
Vayamos ahora,
con la segunda parte (2ª), con lo del cristianismo. La novela de Jérôme
Ferrari El sermón sobre la caída de Roma
(los personajes principales son dos amigos corsos) es un recordatorio de la
decadencia en el pensamiento de San Agustín. Primer gran filósofo y teólogo de la Historia , que, con
ocasión del saqueo de Roma por Alarico y sus visigodos en el año 410, recordó,
para consolación de sus fieles, la fragilidad de los reinos terrestres, y
predicó su colosal Ciudad de Dios, de
la que fue el arquitecto. Es controvertido y convulso el papel desempeñado por
el cristianismo en la caída del viejo Imperio romano (oficialmente cristiano a
partir del Emperador Teodosio en el año 380) y también en lo que nació después
de aquél. Los paganos, entonces, y algunos historiadores (incluido Gibbon)
culpan de ello a los cristianos -rechazarlo es el objeto de la primera parte de
la Ciudad de
Dios, que se identifica con la
Iglesia de Cristo y de la caritas.
Otros opinan lo contrario (también yo lo pienso y lo deseo), viendo en el
cristianismo, no el derrumbe del Imperio, sino su contención y apoyo ante el
vacío; puente entre lo que está muriendo y lo que va a nacer.
Ante el derrumbe actual, surgen,
inevitablemente, complicadas preguntas, de difíciles y polémicas (guerreras)
respuestas: ¿el cristianismo hoy, qué puede aportar? ¿Está en condiciones de
ofrecer soluciones y apoyos, más allá de palabrerías y escrituras más o menos
literarias? Los horizontes están borrosos y las nubes de tormentas aún sin
despejar (ya avisamos, con mucha, mucha antelación, en el artículo Y la tormenta se desató sobre el Vaticano,
publicado el 4 de abril de 2010). Ello debido a múltiples razones, unas externas
y otras internas; entre éstas últimas están los comportamientos lamentables de una
parte de la alta clerecía y una estructura gubernativo-eclesiástica, que data
de la Antigüedad
tardía y que propicia los escándalos, financieros y no financieros. Cuando
dentro de unos días se felicite, con ocasión de la Navidad , a Benedicto XVI -mi
bendito y Benedicto- en las majestuosas salas del Palacio Apostólico, algunos,
algunos curiales, deberían ir vestidos, no con ropas de rojo martirial
(cardenales), sino con hábitos de penitentes.
En el libro de
Ferrari (página 20) se lee: “Para que un
mundo nuevo surja, es preciso que previamente muera el antiguo y sabemos que el
intervalo que los separa puede ser
infinitamente corto o, por el contrario, tan largo que los hombres han de aprender durante decenas de años a vivir en la desolación”. En esto leemos
y recordamos a San Agustín, echándole muy en falta. El sustancioso y reiterado magisterio
de Benedicto XVI sobre San Agustín (su tesis doctoral, en 1954, sobre él versó),
no es suficiente.
viernes, 14 de diciembre de 2012
LA FELICITACIÓN DE AURORA
14 de junio, un día que muchos hubiésemos borrado del calendario porque nada bueno nos trajo. Casi como los toreros, a las cinco o poco más de la tarde, nos dijo adiós Aurora. Desde entonces, el tiempo transcurre cuan pócima liberadora, buscando camino hacia la esperanza que arrincone ese dolor que produce la ausencia. Pasó el verano, el otoño... ahora ya es invierno. Con él las navidades, las fiestas, el turrón, los regalos... Y como casi siempre la tristeza tiene forzosamente que convivir con la obligada alegría. De ella, de Aurora, nos queda el recuerdo y cosas muy hermosas, como esta felicitación fruto de su creativa imaginación, que precisamente hoy , 14 de diciembre, José Luis ha querido compartir con todos nosotros.
jueves, 13 de diciembre de 2012
"LA IMPORTANCIA DE LA MEMORIA HISTÓRICA", artículo de VIRGINIA ÁLVAREZ-BUYLLA, publicado en "EL COMERCIO"
VIRGINIA ÁLVAREZ-BUYLLA Un país y sus habitantes no pueden evolucionar
y construir un futuro mejor si no conocen su historia en profundidad. Esto está
reflejado en la famosa frase «Quien no conoce su historia está condenado a
repetirla», atribuida por unos al poeta y filósofo José J. Santayana y por otros
a Nicolás Avellaneda y que está escrita a la entrada del bloque número cuatro
del campo de concentración de Auschwitz para que tamañas atrocidades no vuelvan
a repetirse nunca más. Es además un resumen de lo que es la memoria
histórica.
Celso Emilio Ferreiro, el gran poeta gallego, natural de Celanova, era un
joven progresista y nacionalista que en un pueblo tradicional y conservador como
Celanova, en 1936, corría un serio peligro; así que sus padres lo mandaron a
Oviedo, en donde lo alistaron inmediatamente y luchó con los defensores de la
ciudad. Aquí conoció a Adolfo Álvarez-Buylla, que, aunque perteneciente a una
familia liberal y republicana, también fue alistado. Surgió una gran amistad
entre ellos y eran frecuentes las visitas de Ferreiro a casa de Adolfo. Entre
Benito Álvarez Buylla, padre de Adolfo, catedrático de la Universidad, poeta y
crítico literario, musical y artístico ,y Celso se inició una corriente de
simpatía, teniendo en cuenta que ambos eran inteligentes, poetas y defensores de
la cultura a ultranza.
Cuando José Benito, hermano de Adolfo, fue encarcelado en Gijón en los difíciles momentos del final de la contienda, en el momento en que los odios están a flor de piel y la justicia brilla por su ausencia, y condenado a muerte y después condonada la pena y cambiada por cadena perpetua en la cárcel de Celanova, Celso Emilio escribe a sus padres y su hermana Polda para que lo ayuden.
Cuando los presos llegan a Celanova, se encuentran con que el famoso Monasterio de San Salvador, construido en el siglo X para servir de unión entre el mundo terrenal y el espiritual, un maravilloso conjunto arquitectónico, se había convertido en cárcel, su particular «longa noite da pedra», y como escribiría Celso Emilio más tarde «onde o mundo se chama Celanova» se convirtió en su mundo.
Pero aquí empieza el milagro de la amistad, de la bondad, del perdón. Polda, que era una mujer muy influyente en Celanova, jefa de la Sección Femenina y de la Acción Católica, se decía que mandaba más que el párroco, inmediatamente va a la cárcel y, viendo el estado en que estaban los presos, pues aquellos primeros meses escaseaba la comida y los guardianes de la Falange no les trataban muy bien, toma cartas en el asunto, les manda comida, y organiza a sus damas de la mejor sociedad de Celanova para poder mejorar la vida de los encarcelados. Sin importarles la condición de los detenidos. La cárcel estaba abarrotada y entre los que allí estaban había gente inocente de todo delito de sangre, gente encarcelada por la denuncia de gente envidiosa o que quería quedarse con su dinero o tierras; también había ladrones, asesinos, infelices... Pronto Polda y sus amigas y algunos de los presos más jóvenes y cultos, entusiastas, consiguen que se funden equipos de fútbol, un coro dirigido por José Benito Álvarez-Buylla que también toca el órgano y da clases de inglés a los presos. Polda y sus señoras de buena voluntad ayudan con la comida, la ropa, lavandería, cartas, papel...
Aquí no hay vencedores ni vencidos, hay seres humanos necesitados de ayuda y seres humanos dispuestos a dársela.
Los presos, agradecidos, le dedican unas palabras de agradecimiento a Leopolda Ferreiro seguidas por unas páginas en las que firman todos. Este testimonio permaneció en los archivos de la familia Ferreiro durante mucho tiempo y ahora la Fundación Celso Emilio Ferreiro, que está dedicando este año, en conmemoración de su centenario, a exaltar la figura de uno de los mejores poetas que Galicia ha dado al mundo, ha publicado en pergamino estas firmas, muchas de ellas ilegibles, al principio un maravilloso poema de Juan Manuel Vega Pico y al final otro magnífico poema de José Benito Álvarez-Buylla.
Esto es lo que yo llamo un excelente ejemplo de memoria histórica. Memoria que recuerda las gestas de unas personas que han sufrido, amado, se han confundido a veces, pero se han vuelto a levantar, han perdonado y han dedicado su vida a los demás. Gestas así no deben olvidarse.
Todo el mundo tiene el derecho de saber qué les pasó a sus antepasados,
lo cual incluye saber dónde están enterrados y en qué condiciones murieron, pero
teniendo en cuenta que incluye a todos los familiares, los de los vencedores y
los de los vencidos. Por eso la famosa memoria histórica del señor Zapatero no
perseguía ese objetivo y creó más odio que comprensión, más división que unión.
Ignoró, como nos recuerda el famoso historiador Ricardo García Cárcel, que en la
«Historia de España» de Alianza Editorial, muy consultada en los años setenta,
había un volumen dedicado a la Segunda República y la Guerra Civil escrito por
Ramón Tamames, al que no se podía llamar derechista.
Hoy quiero celebrar una estupenda iniciativa, llevada a cabo en Galicia
por la Fundación Celso Emilio Ferreiro, que ilustra la importancia de la memoria
histórica de todos los españoles.
Cuando José Benito, hermano de Adolfo, fue encarcelado en Gijón en los difíciles momentos del final de la contienda, en el momento en que los odios están a flor de piel y la justicia brilla por su ausencia, y condenado a muerte y después condonada la pena y cambiada por cadena perpetua en la cárcel de Celanova, Celso Emilio escribe a sus padres y su hermana Polda para que lo ayuden.
Cuando los presos llegan a Celanova, se encuentran con que el famoso Monasterio de San Salvador, construido en el siglo X para servir de unión entre el mundo terrenal y el espiritual, un maravilloso conjunto arquitectónico, se había convertido en cárcel, su particular «longa noite da pedra», y como escribiría Celso Emilio más tarde «onde o mundo se chama Celanova» se convirtió en su mundo.
Pero aquí empieza el milagro de la amistad, de la bondad, del perdón. Polda, que era una mujer muy influyente en Celanova, jefa de la Sección Femenina y de la Acción Católica, se decía que mandaba más que el párroco, inmediatamente va a la cárcel y, viendo el estado en que estaban los presos, pues aquellos primeros meses escaseaba la comida y los guardianes de la Falange no les trataban muy bien, toma cartas en el asunto, les manda comida, y organiza a sus damas de la mejor sociedad de Celanova para poder mejorar la vida de los encarcelados. Sin importarles la condición de los detenidos. La cárcel estaba abarrotada y entre los que allí estaban había gente inocente de todo delito de sangre, gente encarcelada por la denuncia de gente envidiosa o que quería quedarse con su dinero o tierras; también había ladrones, asesinos, infelices... Pronto Polda y sus amigas y algunos de los presos más jóvenes y cultos, entusiastas, consiguen que se funden equipos de fútbol, un coro dirigido por José Benito Álvarez-Buylla que también toca el órgano y da clases de inglés a los presos. Polda y sus señoras de buena voluntad ayudan con la comida, la ropa, lavandería, cartas, papel...
Aquí no hay vencedores ni vencidos, hay seres humanos necesitados de ayuda y seres humanos dispuestos a dársela.
Los presos, agradecidos, le dedican unas palabras de agradecimiento a Leopolda Ferreiro seguidas por unas páginas en las que firman todos. Este testimonio permaneció en los archivos de la familia Ferreiro durante mucho tiempo y ahora la Fundación Celso Emilio Ferreiro, que está dedicando este año, en conmemoración de su centenario, a exaltar la figura de uno de los mejores poetas que Galicia ha dado al mundo, ha publicado en pergamino estas firmas, muchas de ellas ilegibles, al principio un maravilloso poema de Juan Manuel Vega Pico y al final otro magnífico poema de José Benito Álvarez-Buylla.
Esto es lo que yo llamo un excelente ejemplo de memoria histórica. Memoria que recuerda las gestas de unas personas que han sufrido, amado, se han confundido a veces, pero se han vuelto a levantar, han perdonado y han dedicado su vida a los demás. Gestas así no deben olvidarse.
lunes, 10 de diciembre de 2012
EL NOTARIO ÁNGEL ÁZNAREZ DIXIT...
... hoy en LA NUEVA ESPAÑA:
"Soy optimista sobre el futuro de la ciudad por dos razones: porque Gijón es ciudad de gentes mezcladas, una sociedad como "mestiza", y eso es muy positivo porque donde hay mezcla hay vitalidad, y donde hay endogamia hay enfermedad. Por otra parte, está surgiendo una nueva burguesía que promete excelencias industrial y tecnológica (podría dar cuatro nuevos apellidos). La vieja burguesía industrial camina en tránsito acelerado hacia la marginalidad, lo cual es normal, pues nada, a excepción de Dios es eterno. El futuro de Gijón, como el del país y el de Asturias, está en la industria y en las nuevas tecnologías mucho más que en los servicios y por supuesto en la agricultura".
A CADA PREGUNTA SU RESPUESTA...
domingo, 9 de diciembre de 2012
"DON GERMÁN ARGÜELLES, artículo de JOSÉ MARCELINO GARCÍA publicado en el diario "EL COMERCIO"
TEXTO DE PRESENTACIÓN DE JUAN CAMPAL A LOS RECITALES POÉTICOS DE JOSÉ LUIS CAMPAL EN LEÓN Y EN ASTORGA
"PERFILES DE PLENITUD"
(MUSEO ROMANO DE
ASTORGA, 4-XII-2012)
CARTEL DEL RECITAL EN ASTORGA |
José Luis y Juan Campal, durante el recital PERFILES DE PLENITUD |
“PALABRAS CONTRA EL OLVIDO”
(LIBRERÍA ARTEMIS, LEÓN,
5-XII-2012)CARTEL DEL RECITAL EN LEÓN |
Muchas gracias
especialmente a las personas que hacen de esta Librería, Artemis, un lugar tan
acogedor donde encontrar los terrenales alimentos que en forma de libro nos
recetamos y leemos para mejor transitar por la vida y el mundo.
Gratitud por
acogernos a José Luis Campal y quien les habla, y a ustedes que con su ingente
generosidad han acudido hoy a escucharnos, a compartir este tiempo de palabra,
de poesía.
Bien venidos y
bien hallados sean pues.
Bien. Como
ignoro si lo saben, aclaro que a José Luis y a mí, nos une, amén del común,
campestre, asturiano y, contra toda habitualidad, pacífico apellido de Campal, nos
une sólo digo, como bien me enseñó el poeta Antonio Merayo, una nueva amistad de toda la vida.
La primera vez
que yo oí o leí de José Luis Campal, fue en un ataque de desamparo u orfandad
de esos que modernamente le llevan a uno a preguntarle al tío Google cuántas
personas más tendrán con uno algo en común, algo sencillo, tampoco mucho pedir,
por ejemplo, un apellido, o el más raro de los que uno lleve consigo singularizando
así el común nombre propio.
Recordaba haber
visto, leído y no entendido –tenía 14 años- un artículo de don Gerardo Diego,
en el ABC, titulado Julio Campal, -vanguardista poeta visual, hijo de emigrantes asturianos, nació en Uruguay en 1933, vivió
gran parte de su vida en Argentina y sus últimos 6 años en España-, y en
el que el maestro daba cuenta de su muerte y obra. Y así, tecleé, como para
quitarme egocentrismo, o para evitar la nada que hubiese podido ser poner sólo mi
nombre, tecleé digo, Julio Campal, y así apareció allí, como el que no quiere
la cosa otro Campal, éste, José Luis, con su Noticia de Julio Campal en el trigésimo aniversario de su muerte. Desde
entonces, año dos mil y poco pico, confieso que busco de vez en cuando nuevas
de José Luis por la red.
En persona, no
nos conocimos hasta el año (2008 o 2009) en las Jornadas Literarias Mar adentro
que se celebran en Candás (Asturias) donde coincidimos alguna vez más hasta
este año en que acordamos intentar celebrar aquí en los leones, el provincial y
el capitalino, alguno de los homenajes con que José Luis continúa amando a
Aurora Sánchez, su amiga, su compañera, su cómplice en tantas creativas
aventuras, su esposa, lamentablemente desaparecida a injusta edad, y que es hoy
aquí y siempre para él, para José Luis, presente ausencia corporal.
Y amando he
dicho a conciencia, pues para mí cada verso de este recital, será un beso, una
gratitud, una carantoña, un arrumaco, una caricia, un mucho más que José Luis
le prodigue, como que en intimidad estuviesen, a su amada Aurora.
Y no es de
extrañar que así sea, pues tanto de la memoria que guardo del puntual
conocimiento que de ella tuve, el día que conocí también a José Luis, como de
cuanto escuché y leí sobre ella, puedo concluir que Aurora fue alguien que se
hizo querer. Querer porque a su vez quería, que se hacía apreciar. Apreciar,
porque a su vez sabía apreciar. Que fue una de esas personas que con su simple
presencia siembra vida a su alrededor. Y digo esto, porque junto a José Luis y
el Sporting de Xixón, persona y cosa que fueron dos de sus grandes pasiones, fue
también regalando vida en forma de creación artística e intelectual como bien
dejan atestiguado sus publicaciones.
El pasado 12
de noviembre, cuando ya sabía que este recital tendría lugar, leí en Facebook
un poema titulado Los poetas de amor
deberían ser fusilados antes del amanecer.
Comenzaba así:
La poesía de amor
MATA. La poesía de amor
MIENTE y ASESINA. El amor no existe,
Y su última estrofa lo
hacía de la siguiente manera:
deberían fusilarlos a todos antes del gallo,
en un jardín de rosas con los brazos en jarras,
Automáticamente salté
por encima de toda la poesía amorosa leída y se fue mi mente y mi corazón hacia
José Luis, hacia este otro Campal. Al punto busqué baluarte. Y no sólo para él,
bien cierto es, sino para todos aquellos que de alguna manera creemos en él, el
amor, no ya como motor del mundo, porque habría que ponerle entonces,
dependiendo del caso, vario apellido y porque de hecho, entonces dudaría, o
incluso renegaría aún más del amor y del mundo, sino en el Amor, así escrito
con mayúscula, como ese íntimo acicate cotidiano, minúsculo a veces, como ese queséyo que nos lleva al otro, a esa
otra persona que, como también leí hace poco, con un simple “hola” puede alegrarnos el día por completo.
Mas, creyente como soy
de la mano de Ortega y Gasset en su “El hombre y la gente” que el amor no es
más que “el intento de canjear dos soledades”, no me fui a buscar armas y
bagajes junto a grandes generales de las letras y el saber, opté por hacerlo en
los dichos populares de toda gente y lugar, y así me alié con turcos para
sentir que “el amor es esa rosa por la
que el jardinero es servidor de mil espinas“, con italianos para sentir que
“todo gran amor no es posible sin pena”
y con los africanos que dicen “el amor es
como la llovizna que cae quedamente, silenciosamente, pero desborda el río”.
De ese amor humano
tratará este recital de José Luis, de ese todo y esa nada inexplicable que
habita al ser humano, a veces, sin voluntad alguna. Que lo exalta y lo
derrumba, que lo endiosa y lo humaniza hasta límites insospechados, a ese amor
que, cuando lo sentimos, tan humanos nos hace y tanto nos endiosa porque por él
habitados nos sentimos invulnerables.
No hablo de la pasión,
sísmica pero como tal pasajera, como pasajeras son sus bienvenidas y
bienhalladas réplicas, hablo de ese sentimiento que junto a la otra persona,
por la otra persona, nos hace llegar razonada y razonablemente a la conclusión
de que, ¡por fin!, hemos encontrado nuestro lugar en el mundo, acaso nuestra
más primitiva patria.
Por eso vinieron a mi
cabeza, sin búsqueda alguna los viejos versos de Quevedo leídos forzadamente en
lejanos tiempos de formación:
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra…
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Y así también recordé
de Efraín Huerta su
Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.
Amada inmensa
como un violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.
Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.
Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.
Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.
Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.
Por eso estoy hoy aquí con ustedes,
por eso te acompaño aquí hoy José Luis, porque bien siento que puedo compartir contigo
mis renglones cortos titulados De ahí que me niegue el silencio,
donde en manos del hado amor, enamorado, digo, le digo a la ausente amada:
¿Existes
o te invento?
¿Eres
real o un ensueño?
¿Qué
haces aquí si no has venido?
¿Si
no hemos quedado, por qué te espero?
¿Por
qué de continuo te pienso,
si,
confieso, de seguido me lo veto?
¡Ay,
mujer!, ¿qué es esto?,
¿qué
hago a mi historia garabateándote versos?
Dímelo
tú si lo sabes,
si
algo en mí lo delata,
si
tu intuición te lo avisa.
Mira
que si no acabaré creyendo
que
debo estar reviviendo;
porque
lo que sí sé cierto
es
que si callo, me muero.
De
ahí que me niegue el silencio.
Hasta aquí mi
presentación, amigos, hasta aquí mis torpes palabras, José Luis. Sea ahora tuyo
el tiempo del amor hecho verso, hecho palabra.
¿Qué papel en todo eso se da a la política?
¿Está realmente tan seguro de que Dios es eterno?
¿Podría decir los cuatro de apellidos nuevos?
Quiero pensar que es a mí, autor del "dixit", al que se pregunta; si fuera a otro u otra, pido, por delante, disculpas por entremetido y "meticón".
1ª RESPUESTA
Considero que la Política es fundamental, incluso para gobernar comunidades autónomas y ayuntamientos; en esto, como en casi todo, estoy con los griegos (los de antes que no los de ahora que están gobernados por ladrones). Es sabido que lo bueno no es fácil, de ahí que sean escasos los políticos y políticas con bagaje teórico y experiencia. Lo del galgo y su carrera se aplica a éstos.
Unas veces los partidos políticos, por comodidad y a veces también por fastidiar, escogen, no a los mejores sino a los otros, los más ociosos y dóciles, que son como peluches y muñecas de trapo.
Otras veces se llega a ciertos cargos por casualidad o accidente, por pura carambola. El o la que así llega, ni se lo podía imaginar, cayendo en la depresión si tiene un poco de sensatez o teniendo arrebatos eufóricos si es un pisaverde o cantamañanas (o una). Siempre se recomendó que los locos no sean los que conduzcan a los ciegos; y de locos y ciegos, gobernantes en comunidades autónomas y ayuntamientos, a mogollón...(incluso uno llegó a la Presidencia del Gobierno). Es una pena, es un dolor.
2ª RESPUESTA
La pregunta de Anónimo sobre si "realmente estoy tan seguro de que Dios es eterno", me "acojona" -Dios me perdone la palabrota-.
Confiésole que mi seguridad es como el viento, a rachas. En los momentos de mayor vendaval, me apoyo solitario en mi mesa-camilla, quedando únicamente tranquilo y relajado al recordar el siguiente dicho muy sabio:"Dios es el único ser que, para reinar, no necesita existir".
Asi lo más absoluto lo resuelvo con lo más relativo, no precisando, mi admirada doña Isabel, de mayores o menores demostraciones, ni leer a Santo Tomás, el de Aquino.
3ª RESPUESTA
Tanto Anónimo como doña Isabel me preguntan por los apellidos de "los cuatro". Eso mismo me lo han preguntado hoy muchas personas.
Si no di los nombres y apellidos fue, con intención, por dos razones: a) para evitar que las envidias se exciten, ya de por si muy excitadas y excitables,y b) para no poner más en celo o en celos a la mismísima Agencia Tributaria, muy sabiHonda por instinto.
No dudo de la sagacidad de Anónimo y, por supuesto, de doña Isabel; por eso, con lo que ahora contaré, lo sabrán todo, todo o casi.
El primero de los cuatro es más un nombre propio que un apellido; nombre antiguo, más del tiempo de los etruscos que de los romanos. El segundo de los cuatro, su nombre propio o apellido empieza con la letra H, no teniendo nada que ver con la Hidroeléctrica, ahora de los chinos y siempre de los coreanos. El apellido del tercero empieza con una C, y para pronunciarlo correctamente ha de ser en ayunas, pues con boca llena es imposible hacerlo.
Y del cuarto de los cuatro, nada digo, pues empiezo a estar cansado de tanto escribir, y aún, sépanlo Anónimo y doña Isabel, en esta misma noche, me esperan muchas tareas.
Fdo. Ángel AZNAREZ.