tag:blogger.com,1999:blog-3532063086849800392.post1120032177210833773..comments2023-07-21T02:42:58.704+02:00Comments on LAS MIL CARAS DE MI CIUDAD: LA CAMA DE HIERRO, artículo de José Marcelino GarcíaIsabelhttp://www.blogger.com/profile/01009838825793015523noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-3532063086849800392.post-78206643424316182452011-10-12T22:32:33.283+02:002011-10-12T22:32:33.283+02:00¡Qué curioso! La hora más feliz del día es para mí...¡Qué curioso! La hora más feliz del día es para mí la de ir a la cama. Es en ese momento cuando me desprendo de los sinsabores de la jornada, de las estupideces propias y ajenas y de cuanta negatividad haya podido absorber, para reencontarme con el mejor de los amantes que hasta el momento nunca me ha fallado: un libro. Me cuenta historias, me abre la mente, me acerca a quienes lo han escrito, nunca diacutimos, aunque nos quedan muchas preguntas en el aire. Luego , cuando me duermo, se desmorona tranquilamente sobre mi regazo. Yo adopto una posición fetal, por si esa fuera mi última noche, para sentirme arropada, cerrada sobre mi misma, posiblemente tratando de recordar aquél lugar cálido en el que se formó mi cuerpo, con la esperanza de que el después nunca podrá ser la nada. Y empiezan las preguntas. Esas que nunca tienen respuesta, pero que me sirven para fabular, para soñar en un duermevela que me coloca de nuevo en el día siguiente. Y otra vez a esperar la noche.Isabelhttps://www.blogger.com/profile/01009838825793015523noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3532063086849800392.post-63949562055837198172011-10-12T22:00:21.436+02:002011-10-12T22:00:21.436+02:00¡Qué curioso! Mi hora feliz es precisamente la de ...¡Qué curioso! Mi hora feliz es precisamente la de ir a la cama, es en ese momento cuando entierro jornadas duras, estupideces propias y ajenas; y ahora que ya soy mayor siempre me espera alguien en mi cama: un libro, que nunca guarda silencio, que no me reprocha nada, que reposa sobre mi regazo cuando me duermo mientras conversamos. El cuenta, yo escucho, y no importa si no estamos de acuerdo. Luego adopto una posición fetal, por si esa fuera mi última noche, para sentirme protegida como antes de nacer e imaginarme que regresaré al mismo lugar del que mis padres me rescataron con muy buena voluntad, pero seguro que sin saber muy bien a dónde me traían. No les guardo rencor, que conste. Por que yo también traje un hijo al mundo.Isabelhttps://www.blogger.com/profile/01009838825793015523noreply@blogger.com